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¿Iba a sentirse de esa manera casa que le hiciera daño a una persona? Porque si la respuesta era sí quería dejar de hacerlo.

Aquel hombre al que había disparado en la cabeza en aquel baño del bar no salía de sus pensamientos. La sangre escurriendose por la pared con restos del cerebro, el rostro enmarcando la última expresión del hombre y sus manos temblando sosteniendo aquella pistola.

Suspiró dejando salir luego todo el aire que contenían en sus pulmones. En mar frente a sus ojos se veía impasible, la brisa moviendo sus cabellos rubios y la arena escurriendose por sus dedos. Era un panorama demasiado bonito para unos pensamientos tan horribles.

Jungkook no escuchó los pasos que se aproximaban, y su cuerpo se tenso cuando sintió aquellos brazos alrededor de sus hombros.

-Estás pensando demasiado.

-No pienso nada.

-No me mientas mi amor, no a mi- susurró Taehyung contra su cabello.

Como Jungkook siquiera pensaba en mentirle ¿acaso no sabía con quién estaba tratando?

-Taehyung...

-¿Mhm?

-¿Está mal que hayamos matado a ese hombre?

El susodicho soltó una risita que le resonó en el oído.

-¿Matamos?- preguntó fingiendo confusión-. Mataste, Jungkookie.

Jungkook frunció el ceño, removiendose un poco entre sus brazos para poder encararlo.

-Pero t-tu fuiste el que me hizo presionar el gatillo, tu...

-Yo solo te di el valor de hacerlo- su voz salió unos tonos más bajo provocandole un escalofrío al menor-. Pero quien lo mató fuiste tu.

Y Jungkook no podía refutar aquello, porque por culpa del alchol algunas cosas estaban confusas en su mente. Recordaba a ese hombre inerte en el piso, recordó como Byeon entró al baño luego de escuchar el disparo que resonó en el baño. Y si ese club no fuera donde un montón de gente que hacía cosas ilegales fuera, de seguro los hubieran metido en la cárcel. Pero solo bastó una explicación para que los dejaran ir como si nada.

Se encogió en el toque del mayor no diciendo más.

-Deberías dejar de darle tanta importancia a cosas que no la tienen.

Jungkook presionó los labios formando un puchero. No se sentía bien por haberle arrebatado la vida a una persona, pero tampoco se sentía lo suficientemente mal como para arrepentirse.

-Pero...

-¿Pero qué?- Taehyung lo interrumpió-. Nadie en este mundo es mejor que nadie, ningún ser humano es mortalmente correcto. ¿Por qué sentirte mal por un bastardo que intentaba hacerte daño? Le diste su merecido.

El menor no supo que responder. Por lo que Taehyung continuó.

-Además, te tocó- dijo, haciendo énfasis en esa palabra-. Y nadie toca lo que es mío.

Taehyung había desarrollado cierta...posesión que era más que evidente. Y no, no era solo por gusto. Porque muy en el fondo de sus memorias, aquel rincón que quería olvidar para siempre, estaba grabado la imagen de como su padre se mataba porque otro hombre tocó a su mujer. Y Taehyung no iba a permitir que eso le pasara también.

Sería capaz de arrancarle los ojos a la persona que osara mirar a Jeon Jungkook.

-Ven, quiero que me acompañes a un lugar.

Jungkook se levantó de inmediato limpiándose la arena en la parte trasera de sus pantalones. Siguió a Taehyung hasta adentro para luego salir de la casa y adentrarse en el auto.

ESTOCOLMO | ᴋᴛʜ-ᴊᴊᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora