ESTOCOLMO | ᴋᴛʜ-ᴊᴊᴋ

23

-Bellissimo, davvero bellissimo.

Kim Taehyung sintió como sus dientes rechinaban al apretar tan fuerte la mandíbula.

Habían llegado a italia tan rápido como pudieron. Y ahora se encontraban en el penthouse de Jackson Wang entregándole el cuadro de La Mona Lisa.

Todo estaba saliendo perfecto, pero el problema residía en que el hombre no quitaba los ojos de Jungkook. Y que, al decir, precioso no se estaba refiriendo precisamente al cuadro.

Por esa razón Kim no podía dejar de mirarlo como si quisiera atravesarle un cuchillo en la cabeza. Estaba mirando lo que era suyo y nadie más que él podía hacerlo. Además ¿cómo se atrevía a ser tan descarado? ¿Es que acaso no sabía de lo que era capaz? Estaba pisando terreno peligroso, y Taehyung no sería quien se lo abvirtiera.

Estaba esperando. Con su mirada fija y en silencio esperaba una reacción. Una palabra más. Algo que le diera una razón para terminar con esa mierda de una vez por todas.

Por otro lado, Jungkook estaba al  lado de Suji, encogido en sus hombros al notar la mirada tan intensa de aquel hombre. No le gustaba como lo miraba, como si fuera a lanzarsele encima en cualquier momento.

-Terminemos con esto de una vez- habló por fin. Su voz sonando unas octavas más baja de lo normal-. Danos el dinero, tenemos que regresar a Corea cuanto antes.

Jackson alzó una de sus cejas con intriga. ¿Qué era...esa actitud?

-¿Por qué tienes tanta prisa? Pueden quedarse aquí y disfrutar de Italia unos cuantos días.

-No, gracias.

-Insisto.

-Jackson- pronunció-. Terminemos con esto.

El hombre sonrió, resignado.

-Está bien- sus dedos se pasearon por el borde de la silla del comedor. Y fijó sus ojos en Jungkook nuevamente-. Pero antes quiero un par de horas a solas con aquel chico.

Y sin ningún tipo de pudor señaló al menor que lo observó con sus ojos muy abiertos e impacibles.

Suji, Byeon y Jihoon se tensaron. Los tres poniendo sus manos en la empuñadura del arma casi al mismo tiempo.

-No, quita tus malditos ojos de él y danos el dinero de una buena vez-Taehyung dio un paso adelante, decidido-. Tu realmente no quieres que las cosas entre nosotros se pongan feas.

-¿Por qué tanto alboroto por un niño?

-Cállate.

-Solo necesito una hora, no me demorare.

-¡Te dije que te calles!- Taehyung, sin poder contenerse, sacó el arma de su cintura y apunto a Jackson decidido. Lo mismo hicieron Suji, Jihoon y Byeon-. No vas a tener ningún tiempo a solas con él, danos el puto dinero si no quieres que llame a la policía en este instante y diga quien tiene la pintura de La Mona Lisa.

-Sabes perfectamente que yo también puedo delatarte. Las autoridades surcoreanas estarán más que felices de saber quien es la cabecilla de Utopía.- dijo Jackson completamente tranquilo, sin inmutarse por las pistolas que lo apuntaban.

Taehyung sonrió, y luego soltó una carcajada que retumbó en todo el penthouse. Su voz gruesa golpeó las paredes y estremeció el cuerpo de los presentes.

-Yah, tu realmente...realmente eres tan ridículo- se pasó los dedos por la comisura lateral del ojo limpiando una lagrima falsa-. ¿Qué información tienes de mi, mmh? ¿En serio crees que eres capaz de hundirme?