Primero pruébame y luego di si no

2.7K 295 28
                                    


Primero pruébame y luego di si no




— ¡Fuera de mi vista, Potter, y ahora mismo o se atiene a las consecuencias!

— Yo sólo quiero que hablemos un rato.


Aquellas palabras, en oídos del ojinegro sonaron como a "¡Ahora mismo me va a escuchar y terminará adorándome quiera o no!", y como a amenaza reaccionó. Sacó su varita dispuesto a defenderse del único modo que creyó posible.


— Espere... ¿qué hace? —preguntó Harry retrocediendo.

— Se lo advertí, tiene hasta cinco para salir de mi despacho o le maldeciré... Uno... Dos...


Harry retrocedió, pero cuando su espalda chocó contra la puerta que él mismo había cerrado, reaccionó dejando de lado su temor, no había ido ahí a eso, así que aprovechando que Snape parecía dispuesto a esperar el cinco para atacar, él hizo del tres su mejor amigo.


Severus apenas vió venir el rayo que lo dejó inmovilizado, y la impotencia de haberse dejado engañar se transformó en furia, una tan grande que casi se sentía dispuesto a enviar un Avada... si tan sólo pudiera moverse.


Quiso gritar pero ni eso pudo, así con la mirada demostró cuan rabioso estaba. Harry tragó duro, aunque no demostró en ningún momento su breve indecisión. Esforzándose en seguir sonriendo, se le acercó. No dejó de apuntarle con su varita, de ese modo pudo levitarlo hasta la habitación contigua y depositarlo con suavidad en la cama.


Después de asegurarse que estaba cómodo, Harry pudo observar a su alrededor. Era una amplia estancia, con su propia chimenea y una cama enorme con doseles frente a ella, había otra puerta que seguramente llevaba al baño, y una pared convertida en armario y libreros. Todo en colores sobrios, verdes y niquelados.


— Parece que aquí puede pasar horas en completa comodidad. —comentó Harry regresando a sentarse en la cama, ignorando la mirada asesina de los ojos negros—. Me gusta este lugar, la cama se siente bien... pero hace frío ¿no le parece?


Harry volvió a pararse para ir hacia la chimenea y encender el fuego. Luego de remover los leños para avivar las llamas, regresó al lado de su ex Profesor.


— Si me promete portarse bien, le dejaré hablar.


Sabía que de nada serviría eso, la mirada de Snape demostraba que no estaba dispuesto a dejarse chantajear. Y como sabía que no podía dejarlo así por siempre, usó su varita para devolverle el don del habla.


— ¡Estúpido Potter, si no me quita este hechizo ahora mismo, le aseguro que terminará como alimento del calamar gigante!

— Interesante propuesta, pero no me parece buena idea que ambos seamos drásticos, aprenda de mí y vea que tan mal luce quien actúa con imprudencia. Ahora mejor dejemos de discutir que lo único que quiero es hablar tranquilamente para que intercambiemos impresiones, además, hemos probado que podemos hacerlo... ¿porqué ahora no?

— ¡Porque usted no se está portando como un ser pensante, mire como me tiene!

— Porque usted quiso atacarme primero, pero así no vamos a llegar a ningún lado, está demasiado irritable, así que mejor nos relajamos un poco.

— ¡Pues lárguese ya!

— Me iría, pero temo que luego no me deje volver a entrar, por eso mejor me quedaré hasta que esté más tranquilo.


Harry se estremeció de frío, y decidió meterse bajo las cobijas y cubrir también a Snape con ellas.


— ¿Qué está haciendo? —preguntó Severus, y sorprendentemente su voz se escuchó ligeramente temblorosa.

— Su cama es muy cómoda y hace frío, pero bajo las mantas se está bien. —respondió acoplándose al cuerpo de Severus, ronroneando placenteramente ante aquella sensación tan cálida de apoyar su cabeza en el pecho del Profesor.

— Potter... ¿está consciente de que está ganándose un buen castigo?

— Castígueme de la forma que quiera, pero luego... ahora creo que me ha dado sueño. Durmamos un poco ¿quiere?

— ¿Dormir? Pero...

— Sí... dormir.


Harry bostezó antes de volver a acurrucarse rodeando el cuerpo de Severus.


— ¿Potter? —le llamó cuando escuchó cómo la respiración del joven mago iba haciéndose más acompasada—. ¿Se ha dormido?... ¡Se ha dormido, no puedo creerlo!



Quiero con tu padrinoWhere stories live. Discover now