- Desayuno especial por ser el último día del año. - Se hizo un hueco a mi vera y dejó ver el elaborado plato. - Crepes, bacon, huevo frito y zumo de naranja.

- ¿Quieres que no coma en todo el día? - Comenté alarmada, aunque ya mis glándulas salivales estaban procesando la amilasa suficiente para degradar esos alimentos.

- No seas exagerada, Camzzi, tienes el apetito de un camionero. - Golpeé su antebrazo ofendida, sin embargo, ella se carcajeó con más fuerza. - Las chicas pasarán por nosotras para cenar antes de ir a la fiesta.

- Me parece perfecto. - Me llevé a la boca el primer trozo de tocino crujiente. - A veces se me olvida que eres tú la que cocina.

- A diferencia de ti, que a penas sabes servir un vaso de agua sin derramarlo. - Volvió a burlarse de mí.

- Amaneciste muy chistosa hoy. ¿Está dentro de tus objetivos para el próximo año unirte al circo como payasa o a algún club de comedia? - La morena bebió de su vaso antes de contestar con esa mirada divertida.

- Me lo estoy pensando. - Se rio de nuevo sin saber cuántos girones desataba en mi estómago.

- Piénsalo bien porque de comediante te mueres de hambre. - Le devolví el golpe con una sonrisa triunfal. Se había mosqueado lo necesario como para no hablar en un buen rato. Justo antes de terminar el desayuno, una llamada iluminó la pantalla de mi teléfono.

- ¿Vas a contestar? - Interrogó la morena con notable enojo.

- De seguro es Normani. - Le resté importancia, sin embargo, ella había visto el nombre.

- ¿Por qué sigues manteniendo contacto con ella? - Su pregunta estaba cargada de esa repulsa que predicaba en contra de la persona que me llamaba.

- Porque es mi amiga. - Repliqué para recalcar lo obvio.

- Por su culpa estuviste un puto mes en coma, Camila. - Tensó su postura cuando tomé el móvil en mis manos para contestar. - ¿En serio vas a hablar con ella?

- He estado evitándola todo este tiempo para complacer tus caprichos, Lauren, pero no eres el centro del universo. Si hubiese sido otra persona la culpable me dirías que de los errores se aprende, que te hacen más humana, que yo también fui responsable por montarme en aquel auto aún siendo consciente de que Juno estaba borracha. Hubieses iniciado un discurso moralista a cerca de la justicia. - La discusión que habíamos entablado en mis sueños estaba siendo utilizada en su contra, y no podía sentirme más aliviada de recordar las palabras de su imaginario espíritu. - Así que voy a hablar con ella porque creo que merece la oportunidad de enmendar sus fallos pasados.

La dejé en el salón con una expresión de incredulidad en el rostro. Me encerré en mi habitación para comenzar a cambiarme de ropa, ni siquiera respondí la llamada de la chica afroamericana. Ya tendría tiempo de interactuar con ella en la fiesta, pero ese detalle no tenía por qué saberlo Lauren. Odiaba que intentara controlar mi relación con Juno cuando ella seguía compartiendo su vida junto a Ty. Si bien era cierto que a penas se le veía en el apartamento, me ardía el pecho cada vez que se besaban frente a mí o cuando publicaban una foto en Instagram de sus perfectas noches de fiesta.

No me gustaba descargar mi ira en otras personas, sin embargo, Normani tuvo que lidiar con mi humor de perros esa mañana.

- Discutiste con Lolo, ¿verdad? - Preguntó luego de que me peleara con una señora en la cola para pagar por una colonia.

- No. - Respondí tajante y salí de la tienda antes de que alguien más intentara alimentar mi furia interna.

- Vamos, Mila, te conozco. ¿Fue Ty de nuevo? - Mi amiga no era consciente de la bomba que acababa de activar.

𝓓𝓸𝓷'𝓽 𝓨𝓸𝓾 𝓡𝓮𝓶𝓮𝓶𝓫𝓮𝓻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora