𝐂𝐨𝐧𝐠𝐞𝐥𝐚𝐝𝐚 🤍 [ • 𝑺𝒖𝒏𝒈𝒉𝒐𝒐𝒏 ~ 𝑵𝒊𝒌𝒊 • ]

𝗬𝗼𝘂𝗻𝗴 𝗮𝗻𝗱 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹

Empecé las clases en la escuela de artes. Yo tengo baja autoestima por lo que no se me da bien socializar puesto que siento que estorbo, que estoy fuera de lugar y que la gente esta muchísimo mejor cuando no me conoce. Aparte de eso tengo ansiedad, sobretodo con las multitudes, por lo que suelo aislarme de todos. Os abreís dado cuenta de que en las películas siempre se acerca alguien a la chica nueva y se hacen amigos íntimos. Pues bien, eso no es la realidad, yo llegue y nadie se acercó a mí. Sim embargo sentía muchas miradas clavadas en la nuca, me sentía observada. Sabía que me observaban por ser la novedad, la extranjera que rompía la monotonía.

También comencé a trabajar en las pistas de hielo después de acudir a clase. No tenia un puesto fijo a si que cada dia me mandaban a una sección diferente. Un dia trabajaba en la entrada cobrando las entradas, otro me encontraba repartiendo los patines según la talla correspondiente. Aun y todo era mas agradable estar allí que en clase, trabajando al menos me sentia util para alguien. Trabajando teníamos permitido un par de descansos para merendar, pero viendo los delgados cuerpos de las coreanas se me quitaba el apetito. En esos instantes es cuando entraba mi nuevo amigo Taehyun 태현.

Taehyun: Que es lo que se te pasa por la mente, si es que me lo quieres contar, claro.

T/N: Es solo que... Querria verme como ellas... -No pude evitar dejar que las lagrimas cayeran por mis mejillas.

Taehyun: ¿Puedo abrazarte?

Asentí con la cabeza y me abrazo de manera muy delicada. Lo conocí hace apenas un mes cuando vine a las pistas por primera vez. Fue muy amable conmigo y si no fuera por el yo no estaria trabajando ni entrenando en las pistas.

Taehyun: Si te resulta complicado puedo acompañarte.

T/N: Te lo agradeceria.

Hablábamos poco entre nosotros puesto que apenas nos conocíamos. El respetaba mi espacio y yo el suyo, pero su simple compañia ya era un consuelo. Después de ofrecerme un pañuelo para secarme las lágrimas cogió una fresa del recipiente que sostenian mis manos. El le dio un bocado sin pensarselo dos veces, a si que yo intente proceder de la misma manera, aunque se me notaba mas insegura, mis manos temblaban por lo que se me dificultaba el trabajo de sostener la fruta. Aún y todo fui capaz de terminarme las fresas con su ayuda

Durante mi turno vinieron a entrenar como de costumbre patinadores del club de patinaje artistico nacional. Llevaban entre los brazos una especie de carteles. Al terminar mi turno me dirigí a patinar a las pistas como hacia todos los dias y es cuando vi lo que ponia en los carteles que habian colgado. En ellos decian que dentro de no mucho tiempo abria audiciones para entrar en el grupo. Habria un jurado profesional, pero los mienbros del club también estarian presentes para aportar. Si entraba mejoraria mi patinaje sin necesidad de gastarme un pastizal en cursos. Era una oportunidad demasiado buena como para desaprovecharla. Cuando nadie miraba saque mi teléfono móvil y le saque una foto al cartel. Después tranquilamente lo estudiaría en el piso.

Para ingresar en el club buscaban patinadoras nacidas entre 2000-2005. De los pocos requisitos que exigían uno de ellos era dedicar todo el tiempo posible al grupo, a poder entrenar para mejorar y llevar al club a la victoria en concursos y a fascinar al público en las exhibiciones. También pedían mucho entusiasmo y ganas de mejorar para facilitar el progreso.

Para entrenarme para entrar en el club fueron unas semanas agotadoras en las que apenas dormia. Me despertaba temprano para ir a la escuela, luego trabajaba y con el tiempo sobrante practicaba, incluso con las pistas cerradas al publico hasta altas horas de la noche, obviamente con el permiso del establecimiento. Intente que la coreografia fuera elaborada, capaz de dejar al jurado con la boca abierta y demostrarles que me necesitaban en el club. La coreografié lo mejor que supe hacerlo. También me preparaba mentalmente para que no titubeara delante del jurado, tenia que parecer segura de mí misma, eso lo valoran positivamente y lo ven como una ventaja.

Puede que fuera de la pista fuera insegura pero con los patines puestos me transformaba. Dejaba que mis pies fluyeran y hablaran por si solos. Practicaba incluso en los descansos porque de todas formas no tenia con quien entablar una conversación.

El dia de la prueba llegó antes de lo esperado. La canción que había escogido era una canción tranquila de Lana Del Rey titulada "Young and Beautiful".

Vestía completamente de negro, con una camisa y pantalones del mismo color, ambos de manga larga para ocultar las heridas de mi cuerpo, sabía que si las veían podrían descalificarme por ser antiestético. Vi como delante de mí actuaban otras y otros jóvenes. A pesar de que intentaba mantener la calma y permanecer sentada era incapaz. Cada paso y cada salto que mis rivales realizaban correctamente me producía más inseguridad. Me movía de un lado al otro, recorriendo los mismos metros una y otra vez. Tenía un espaldrapo entre mis manos que utilizaba para controlarme y no autolesionarme. Cuando se acercaba mi turno me puse mis blancos patines. Los patines arrastraban muchos años y lo que en un principio podría haber sido un blanco nuclear ahora era un blanco roto. Quedaba menos para que llegara mi turno. Derrepente sin esperarlo me llamaron.

Un chico de sonrisa dulce me acompaño hasta la pista. Mientras me deslizaba hasta mi posición repasaba mentalmente la coreografía para que no se produciera ningún error. Había tres jueces sobre una mesa de color azul marino. Era el momento, era mi momento. Me quedé congelada en mi posición de salida hasta que empezó a sonar la música. Los primeros acordes de "Young and Beautiful"

"I've seen the world, done it all, had my cake now
Diamonds, brilliant, and Bel Air now..."