Aquí está.
Lauren Pov
Mi teléfono sonó cuando estaba apunto de salir de mi oficina hacia el restaurante donde trabaja Camila. Gracias a las chicas Sofía no había pasado sola mientras me había pasado trabajando en el club. Por un momento pensé en no responder la llamada pero al ver el número de mi tío en la pantalla no lo pensé tres veces y contesté
- ¿Se te murió un paciente y estás buscando consuelo? - escuché como rió
- Espero que sigas de bromista cuando escuches lo que tengo por decirte - fruncí el ceño rápidamente
- ¿De que estas hablando? - encendí el cigarro que Dinah había dejado en mi mesa
- Mi amigo que atendió a Camila me dijo algo del cual tú no estás enterada - le di dos caladas al cigarro tratando de no alterarme
- Tú amigo es un soplón, además Camila y yo no tenemos nada
- Camila no se accidentó en una puerta - pisé el cigarro con la suela de mi zapato, algo me decía que yo tenía razón
- Que más te dijo tu amigo - pregunté agarrando el arma en la mano
- Camila le contó que alguien quiso propasarse con ella ayer en la noche y le terminó lastimando la mano - apreté los dientes de la rabia que sentí, el maldito hombre estaba muerto
- Gracias
- Lauren, espera un momento, no vayas a hacer nada estúpido, Camila precisamente no quiso contarte por qué sabía de lo que serías capaz de hacer
- ¡Esa maldita persona lo pagará!
Salí de allí echando chispas y gracias al cielo nadie se me cruzó en el camino por qué hubiera sido capaz de dispararle en la cabeza. Al llegar al restaurante me di cuenta que ya estaban cerrando así que fácilmente entré preguntando por ella, alguien me susurró que estaba en el vestuario entonces con nervios y tratando de calmarme fui hasta allí
Entré al vestidor tratando de no explotar, tratando de no asustar a Camila pero aquello creo que no se pudo por qué cuando apenas me vio, me miró asustada y era lo que menos quería
- Camila - dije acercándome, con suavidad agarré su mano para no hacerle doler por qué sabía muy bien que le dolía, nuevamente la furia entró en mi al ver su mano rojo y pensar que un hijo de puta se había atrevido a lastimarla me llenaba de rabia - dime quién es el maldito hombre que te lastimó la mano Camila, voy a matarlo
Camila trató de hablar pero se puso muy nerviosa y sus manos empezaron a temblar - yo... se que estás molesta por qué no te dije la verdad
Su mirada era una de miedo y yo no quería que me mirara así, yo quería que ella supiera que yo no la iba a ser daño, mis brazos la abrazaron con suavidad y sin lastimarla - no estoy enojada contigo - susurré sintiendo sus brazos abrazarme también - estoy furiosa con la persona que te hizo daño Camila, dime quién fue, solo dime quien fue - la miré pero bajó la cabeza lentamente
- Yo no lo conozco y si lo conociera tampoco te lo diría por qué se que tú serías capaz de matarlo - volví a abrazarla y sonreí al sentir sus manos en mi
- ¿Entonces no lo conoces? - negó al verme
- Olvidemos aquello Lauren, solo quiero ir a casa y ver a Sofía - sonrió de lado y asentí dándole un beso en la frente
- ¿Quién pudo llegar a lastimarte Camz? Ven, vayamos a casa - asintió ya un poco mejor
Yo no podía sacarme de la cabeza que aquella persona desconocida estaba por ahí, esa persona que le hizo daño y que no tendría su castigo, maldita sea, mi niña es tan buena para que personas malas la lastimen
