LOVEBUG

Capítulo 8: Normalidad

Descargo de responsabilidad:

Amphibia y sus personajes pertenecen a Matt Braly. Este es un universo alterno, todos los personajes tienen más de 17 años.

Advertencia:

Lenguaje vulgar, escenas con consumo de alcohol y mención sobre drogas.

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Anne se removió en su sitio bastante inquieta mientras sus sentidos comenzaban a despertar uno a uno, la sensación vaporosa de estar en el limbo entre el inconsciente y la realidad se colaba por cada rincón de su ser.

Lo primero que su cerebro registró cuando por fin hubo la suficiente claridad, fue el sonido amortiguado de voces un tanto inentendibles que a ratos hablaban en un mandarín bastante fluido combinadas con los ladridos de un perro y las alarmas de los autos en el exterior de aquella habitación tan familiar en la que se encontraba.

Sus párpados se sentían pesados, pero igualmente se obligó a abrirlos y las estrellas fluorescentes del techo le recibieron con su agradable y tenue resplandor.

Intentó moverse, pero un peso extra sobre su cintura y sus piernas, le detuvo y sin poder evitar que una sonrisa se le formara en la cara, sus ojos chocolate cayeron sobre la figura de Marcy, quien dormía profundamente acurrucada junto a ella.

La taiwanesa le abrazaba por la cintura mientras sus propias extremidades inferiores se enredaban con las de la atleta, la manta era un caso perdido en este punto, pero ninguna de las dos sentía molestia alguna por el frío de la mañana gracias a la otra.

Anne sabía que Marcy tenía la costumbre de abrazar una de sus almohadas mientras dormía para mantenerse calmada y con cierta diversión y ternura, se dio cuenta que esa noche ella había cumplido esa función.

"Podría despertar así todos los días de mi vida"

Aquel pensamiento fugaz se anidó en su corazón mientras levantaba su mano derecha para dejarla caer suavemente sobre los hombros de la otra adolescente que aún se mantenía en el reino de Morfeo.

Con cuidado deslizó la yema de su dedo pulgar sobre las costuras en las hombreras de la sudadera con estampados de Pac-Man que fungía como el pijama de la chica Wu.

Había una inexplicable sensación de alivio en esa pequeña acción que Anne se permitió disfrutar en silencio.

Saber que Marcy podía descansar junto a ella era algo simplemente maravilloso.

Si bien no era la primera vez que ambas compartían la misma cama y se abrazaban de esa forma, había algo totalmente diferente de todas la otras veces y no era el hecho de que Sasha no estuviera desparramada en el suelo sobre su saco de dormir roncando como en todas y cada una de sus pijamadas desde la escuela primaria.

Por supuesto que no.

Ni de lejos era eso.

Anne amaba sus noches de desvelo con sus dos amigas.

Pero estar con Marcy a solas, se hallaba completamente a otro nivel.

Era tan...

Entrañable.

Las mariposas que había estado sintiendo durante semanas ahora bailaban tranquilamente alrededor de ellas.

Ya no se sentía ansiosa.

Simplemente se sentía como si estuviera en... casa.

La castaña abrió ligeramente sus orbes al recaer en la pequeña observación que su mente había hecho.