Finalmente 18

81 4 4
                                    

Jimin.

Antes de ir a Seúl, tenía una última parada que hacer, necesitaba mucho tiempo por lo que le pedí a Jungkook algo de privacidad y el acepto.

Entrando a aquel lugar pase por el puesto de flores buscando una en especial aunque termine tomando dos.
Hace muchos años me repetía constantemente el número para no olvidarlo: 333.

Podía estar siendo feliz admirando la belleza natural de Jungkook, viéndolo sonreir con sus dientes de conejo y sus ojos de Bambi que conforme pasaba el tiempo iban desapareciendo de a poco.

En las noches volvía a recordar el número, 333.

Pero, ¿Que recordaba? 333.

Luego aparecía él nuevamente; su sonrisa, su pelo negro, sus labios finos y rojizos, sus lunares, todo su rostro era como un imán para mi.
Entre mis cosas importantes estaba él y en último lugar fragmentos de un vago recuerdo que parecía solo existir en mi mente, la profunda charla que tuve alguna vez con Baesoo. Aquel número otra vez, 333.

Finalmente estaba delante de su lápida. No había un nombre allí, no habia una estúpida foto.

Hago una larga reverencia en forma de saludo, aun sin levantar mi cabeza miro mis manos con las flores que compre, una hortensia y una rosa por supuesto, color rosa. Coloco ambas en la parte correspondiente y limpio el polvo que cubria el número, ese número que jamás pude olvidar desde que Baesoo me lo dijo.

Así mismo vuelvo a bajar la mirada y me preparo para hablar, pero cuando quiero comenzar las palabras no salen, ni siquiera puedo saludarla. Mis labios tiemblan y mi cuerpo también. Respiro unas cuantas veces tratando de tranquilizarme e intento una vez más.

—H-hola —hago otra reverencia— Solía pensar en que decir cuando venga a verte, pero justo ahora tengo la mente en blanco, lo siento por eso. Realmente no se lo que voy a decir y tampoco quiero aburrirte, sería descarado de mi parte hacerlo pues demore mucho en venir. Quería hacerlo después de cumplir con aquello y finalmente lo hice ¿Sabes? Y déjame confesarte que no me siento nada bien después de hacerlo, por favor guarda el secreto.

Aclaro mi garganta y aún no me atrevo a levantar la mirada pero estoy dispuesto a continuar.

—Ha pasado mucho tiempo, hasta el punto de que ninguno de los dos sabe absolutamente nada de cada uno. Somos como desconocidos... Por eso déjame contarte un poco sobre mi... He estado viviendo en Italia con una familia hermosa. Ellos son coreanos, lo aclaro porque no quiero que pienses que me costó adaptarme, para nada. En realidad todo fue tan hermoso por muchos años... Tenía a alguien en mi vida que espero algún día conozcas. Es realmente genial. No sabía muy bien el significado del amor, pero investigue mucho hasta cansarme y llorar de frustración por no entender que es lo que sentia cada vez que lo veo pero finalmente lo supe hace algún tiempo. Estuve enamorado.

Sonrío nuevamente al imaginar su sonrisa y sus ojos rasgados.

—Creci mucho, crecí tanto que tal vez no me conociste a penas llegué. Se que soy una persona totalmente diferente a la que hubieras querido que sea, pero en fin así es como soy, hoy es mi cumpleaños número dieciocho.

Mi garganta duele, carraspeó y sigo.

—Dejame presentarme, déjame presentarte a este nuevo yo. Mi nombre es Park Jimin, ¿Me recuerdas?

No aguanto más y las lágrimas salen siendo imposible controlarlas.

—Lo siento, lo siento mucho... Dime con sinceridad, ¿Me recuerdas? Porque yo a ti no. Lo siento mamá.

Ya no puedo seguir haciendo esto, me recompongo, hago una rápida reverencia y salgo lo más rápido que puedo del lugar subiendo en un taxi que pasaba cerca y agradezco no tener que esperar.

ENTRE MAFIAS [KookMin]Where stories live. Discover now