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AMENAZA

Capítulo 5

Bajo la luz de la luna, un lobo antropomórfico presenciaba al menos diez de sus bestias siendo masacradas por dos jóvenes semiarraigados. El lobo no podía creer que sus bestias diseñadas para asesinar a grupos de hombres armados están siendo derrotadas por solo dos niños.

—¡Son unos inútiles! —exclamó el lobo a sus bestias—¡Solo son dos mocosos, DOS!

El lobo parecía estar furioso, lo que se notaba por el tono de voz que les gritaba a sus bestias. Por otro lado, tres perros corrían en diferentes direcciones, dejando al descubierto sus afilados dientes de su enorme y despellejado hocico, que estaba cubierto de sangre. Kodoku entrecerró los ojos y sostuvo la espada con ambas manos con firmeza, esperando el momento perfecto para hacer su próximo movimiento.

Cuando uno de los perros infernales saltó para morderle la cara, Kodoku respondió rápidamente con un movimiento de espada vertical, cortando a la bestia. El cuerpo decapitado aterrizó sobre su hombro derecho, haciéndolo perder el equilibrio y obligándolo a retroceder tres pasos.

El siguiente perro se acercaba, listo para atacar. Sin tener la oportunidad de recuperar el equilibrio, Kodoku detuvo a la bestia usando sus poderes pirokinéticos, creando un pequeño muro de fuego para bloquear su camino. La bestia no podía ver nada más allá del fuego. Kodoku lo sorprendió atravesando la pared de fuego y luego apuñaló a la bestia en su boca, empujando la punta de la espada hasta que abrió el cráneo con su inmensa fuerza. La bestia murió instantáneamente.

Al ver la sangre que goteaba de la boca de la bestia asesinada, Kodoku levantó la cabeza sorprendido al escuchar el rugido de la tercera bestia. Este logró alcanzarlo de un salto, tirándolo al suelo y colocándose encima. Kodoku ahora estaba desarmado, ya que su espada todavía estaba clavada en la boca de la otra bestia. Estaba desesperado tratando de esquivar las mordidas monstruosas.

—¡Lo tengo! —gritó Yuki, ayudando a su hermano con su arco y disparando una flecha en la espalda de la bestia.

La flecha penetra en el lomo de la bestia, lo que lleva a Kodoku a saltar y coloca sus pies en el vientre de la bestia y apartarlo de encima de él. Kodoku se recupera, revela sus dientes y su mirada de asesino, corriendo a una velocidad de vértigo con el puño en llamas listo para atacar al Lobo.

—No tan rápido —dijo el lobo. Más rápido que el leopardo, golpea a Kodoku en la mejilla.

La fuerza del golpe impulsa a Kodoku, haciendo ver el mundo girando. Pero inmediatamente recuperó sus sentidos y usó sus manos para tocar el suelo, realizando una voltereta hacia atrás para ponerse de pie. La sangre brota de su labio inferior producto del golpe, se la limpia con la mano izquierda y luego se pone en posición de combate.

—Nada mal para un mocoso como tú —dijo el lobo, asombrado —. Veo que has resistido ese golpe, pero algo se te ha olvidado.

De repente, la bestia, con la flecha de Yuki clavada en la espalda, mordió por sorpresa el antebrazo izquierdo de Kodoku. Él reaccionó rápidamente y, después de tomar la cabeza de la bestia con firmeza, le partió el cuello con un solo movimiento. Luego empujó el cuerpo de la bestia, dejándo caer sin vida. Se miró el antebrazo izquierdo y vio una herida grave por mordedura.

—¡Maldición! —Kodoku gimió mientras agarraba su herida.

Mientras tanto, Yuki disparaba flechas a los últimos tres enemigos. La primera bestia recibió una flecha en el ojo y otra en la oreja, causándole una hemorragia mortal y congelación cerebral. La segunda bestia recibió dos flechas en las patas traseras y una en el estómago, lo que provocó que aullara de dolor mientras caía al suelo. La tercera y última bestia trató de alejarse, pero no pudo escapar de la flecha que terminó clavándose en su espalda, causándole dolor y obligándola a rodar mientras se retorcía de dolor por la congelación.

KODOKU: The First #PGP2024Where stories live. Discover now