XIII

8.2K 634 34
                                    

—¿Billy?—Jane dio un paso al frente, acercándose más al chico sentado en su cama, vio que ni siquiera la volteaba a ver y entonces se preocupo más todavía, se acercó más y se hincó frente a él, poniendo la mano en su rodilla, empezó a mover el dedo pulgar en una forma de tratar de calmarlo—Hey, Billy, ¿qué pasó?

Jane se desesperó y le agarro de la cara con las dos manos, haciendo que la levantara un poco y poder mirarlo bien, a los ojos, pero en cuanto lo hizo, pudo ver como todo alrededor de su ojo izquierdo estaba morado, y sus largas y hermosas pestañas estaban húmedas, indicando que había estado llorado y aunque no le gustaba admitirlo, eso le rompió el corazón un poquito

—No preguntes—fue lo único que dijo Billy, en un susurro pero con la voz firme, a veces Jane olvidaba que era brusco y que tenía problemas de ira—¿Por qué mierda no abriste la puerta?

—Son las once de la noche, Billy. Nadie viene a esa hora y no pensé que fueras tú

—Sí, porque no quieres verme, ¿no?

La mirada de Billy se clavo en los ojos de Jane, hasta hacerla sentir nerviosa, no sabía que contestarle, era tan difícil pensar en él y no acordarse de la paliza que le había dado a Steve

—Mejor dime porque viniste a mi casa

La forma en la Jane soltó esa frase, no se sintió muy bien, sonaba a reclamo más que a duda, y Billy miro al piso de nuevo

—No sabía a dónde más ir—se levantó rápido—pero sólo tenías que pedirme que me fuera, no era necesario que lo dijeras así

—No—Jane también se puso de pie y se puso frente a él—No lo quise decir así, no te quería correr

Billy la miró queriendo ocultar una sonrisa, no podía evitarlo, seguía siendo un idiota y lo sabía, y tampoco podía evitar molestarse tanto por cosas tan pequeñas

—Dime que quieres que me quede

La voz firme de Billy hizo que Jane lo mirara a los ojos, lo decía como si fuera una orden

—Dilo, Jane

Una parte quería decírselo y después besarlo, y otra parte quería correrlo de su casa, sentía como su corazón empezaba a latir más rápido, no sabía que hacer, se sentía contra la espada y la pared

—Quédate—fue lo único que pudo decir, en un susurró, y cuando Billy se acercó un poco a su rostro, se paralizó, y entonces sintió los dedos de Billy en su mejilla y después sus labios en los suyos

Pero era diferente a los besos anteriores, era más lento, como si se tomara el tiempo y la delicadeza que merecía, no era brusco ni demandante, sólo lento y delicado

Se separaron un poco y Jane pensó que iban a tener relaciones, porque no veía otra razón por la que Billy estuviera ahí, pero sólo miró como él se separaba más y se acostaba en la cama, con las botas incluso

—¿Qué?—dijo de mala gana cuando la vio seria y sin moverse, Jane no entendía la situación y Billy no entendía por qué si quería verla, le hablaba de mala forma como si lo estuviera obligando a estar ahí cuando él era el que quería estar ahí—solo quiero dormir

—Entonces quítate las botas, me vas a ensuciar la cama—Jane seguía pensando en sí debería acostarse con él o no, pero después de pensarlo un poco, y de la mirada de Billy y su silencio, que fue clave en su decisión, se acostó en la cama, lo más lejos de Billy que podía, se sentía rara porque la situación era rara

—¿Qué?—volvió a decir Billy con una risita, le daba risa ver la cara de preocupación de Jane, sabía que ella estaba confundida y no sabía que hacer—¿Por qué estás tan lejos?, acércate

Jane HarringtonWhere stories live. Discover now