Hater ➾ YeonGyu

006

Otro día, y Beomgyu aún no recibía una disculpa por parte de Yeonjun, comenzaba a pensar en dejarlo así pues no confiaba en que se disculparía, tal ves ya era hora de superarlo.

Compraría una toalla nueva después en algún momento.

Él, Soobin y Hueningkai salieron de clase y como siempre decidieron ir a algún lugar a pasar el rato juntos, preferían hacer eso e ir a cualquier parte a llegar a sus casas y hacer tareas, eso no era divertido.

Entonces escucharon decir por los alrededores que se estaba organizando un evento, algo así como un festival, para el fin del semestre que casualmente coincidía con la celebración de "Chuseok" y que podían ayudar si querían, y entre todos el más emocionado era Beomgyu, le gustaba mucho lo que estuviera relacionado con crear.

—Va a ser divertido, me pregunto ¿Qué van a hacer esta ves? —dijo el carmesí caminando casi dando pequeños saltos.

—El año pasado nos llevaron a un museo, no fue nada divertido. —exclamó Hueningkai. —Mis expectativas eran bajas en ese entonces pero wow, no me imaginé que pudiera ser peor.

—Es cierto. —Añadió Soobin con una paleta de fresa en la mano. —Yo no tengo ni expectativas ni esperanzas de vayan a hacer algo divertido, ¿Qué crees tú Beom? ... ¿Beom?

El mencionado ya estaba unos veinte pasos más adelante que los dos, así de emocionado estaba, ambos trotaron hasta alcanzarlo.

—Bájale un poco a tu emoción. —dijo Hueningkai poniendo la mano en el hombro del carmesí.

—Lo siento. —se disculpó rascándose la nuca. —Es que tengo ideas y eso pero creo que no han anunciado ningún tema en especifico.

—Bueno, sea lo que sea podemos ayudar. —dijo Soobin abrazando al más joven por los hombros.

—Gracias. —sonrió.

Desafortunadamente, ambos chicos se olvidaron de lo que le habían dicho, el día había terminado y el equipo de estudiantes que se habían puesto de acuerdo para hacer las decoraciones iría a comprar los materiales y juntos pagaron todo, de vuelta al instituto fueron a la biblioteca, era el lugar más grande y en donde podrían trabajar cómodamente, pues no había ruido.

Por unos breves segundos Beomgyu recordó que Taehyun iba todos los días, era apenas martes así que era seguro que iba a estar allí, tal ves querría ayudar.

Y efectivamente, justo como lo pensó, estaba sentado en una mesa leyendo un libro, parecía ser complicado y muy extenso, teniendo en cuenta el ancho de este, tal ves superaba las 100 páginas, no, las 200. Parecía estar recogiendo sus cosas para irse a casa así que se acercó a saludar.

—Hola, Tae. —llamó su atención y se sentó junto a él.

—Vaya, hola. —sonrió. —No esperaba verte por aquí después de clases, ¿Tienes alguna tarea o algo?

—No, estoy con esos chicos de allá. —dijo señalando detrás de él. —Vamos a organizar quién hace qué para el festival.

—Ah, entonces vas a estar ocupado. —dijo, Beomgyu lo miró confundido.

—Un poco, si, ¿Por qué?

—Quería invitarte a salir a... no sé, al cine o algo... n-no hay razón ni intención detrás, sólo por diversión. ¿Qué dices?

—Oh... bueno, um... podemos ir otro día, h-hoy tengo cosas que hacer, pero puedo tomarme un día libre... o decir que estoy enfermo. —rió nervioso. —Sólo di fecha y hora.

—Ok. —respondió mientras rompía un pequeño trozo de hoja de su cuaderno, escribió su número y se lo entregó al castaño. —Me avisas, ¿Si? —guardó el cuaderno nuevamente y se levantó.

Beomgyu tomó la hoja, la miró unos segundos mientras sacaba su teléfono y lo agregó como contacto, le escribió un mensaje para confirmar y para que él también tuviera su número.

—Todo listo. —dijo guardando el dispositivo en su bolsillo. —T-te diré cuando esté libre.

Taehyun asintió, le sonrió una ves más antes de tomar el libro sobre la mesa y devolverlo a la bibliotecaria, luego se fue.

Beomgyu jamás había sido invitado a algo así, o bueno, no de esa manera por una sola persona, siempre solía salir con grupos, tres o más, pero jamás a solas.

Entonces fue a hacer sus labores como ayudante, aún no tendrían que dibujar ni diseñar nada pero si tendrían que comenzar a acomodar las cosas para el festival, y la biblioteca sería uno de los muchos puntos de encuentro por si algún desastre ocurría.

A lo lejos pudo ver a otra persona entrar en la biblioteca, era el azabache que tan mal le caía, rodó los ojos fastidiado y suspiró esperando haber si le tenía que decir algo, una disculpa muy esperada tal ves.

Pero no fue así.

El azabache fue a hablar con el equipo, al parecer él también ayudaría, y con la curiosidad por saber desde cuando se había ofrecido a ayudar por todas partes decidió acercarse a ellos y exigirle una disculpa por la toalla.

—Ah, Beomgyu, ¿Qué hay? —dijo mientras tomaba un extremo de la mesa.

—¿Qué haces aquí? —preguntó el más joven con autoridad. —Vienes a disculparte, espero.

—Vengo a ayudar, y tú deberías estar haciendo lo mismo, ¿Podrías? —dijo señalando el otro extremo de la mesa con la mirada.

El carmesí chasqueó la lengua con fastidio y tomó el otro extremo de la mesa, el azabache asintió en forma de agradecimiento y ambos la llevaron al lugar señalado por el líder del equipo.

—Me debes una ahora. —rió Yeonjun divertido.

—Ajá. —rodó los ojos. —No prometo nada.

Finalmente terminaron de acomodar las cosas, al día siguiente también tendrían que ayudar después de clases, y Beomgyu ya no quería ir, no con Yeonjun recordándose que le debía una, por que si, sabía que eso era lo que pasaría hasta que cumpliera su lado de la deuda.

Entonces llegó un profesor para avisarle a los estudiantes que ya tenían que irse, eran casi las 12 de la noche, el tiempo había pasado volando para todos los que ayudaban, ambos muchachos acataron la orden al igual que los demás y fueron al estacionamiento.