Capítulo 5

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A la mañana siguiente como siempre lo habían hecho desde la tragedia con Betty, Hermes y la señora Julia estuvieron en el hospital para seguir su rutina, al igual que Armando, permanecieron durante horas frente a la puerta que daba acceso a la UCI, luego fueron a la capilla a rezar y después se reunieron con el médico, pero ese día fueron recibidos por la secretaria del doctor Moretti que les pidió que pasaran primero al despacho del médico, sorprendiendo y obviamente asustando a los padres de Betty que temían que las noticias fueran malas.

Me: ¿Estan listos para ver a su hija?

Don Hermes y la señora Julia no podían expresar con palabras su emoción, después de tanto tiempo, por fin podrían ver a Betty.

Me: Todavía no ha salido del coma, pero ha mostrado una mejora significativa que nos ha dado esperanzas.

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A través del cristal de una ventana que daba acceso a la UCI fue la primera visión que tuvieron de su hija, estaba tumbada en una cama, con la típica camisa blanca de hospital, entubada y con varios cables conectados a diversos aparatos que no entendían el significado, pero estaban seguros de que eran necesarios para mantenerla con vida. Explicar con palabras lo que sienten un padre y una madre al ver a su hija en ese estado es humanamente imposible, Don Hermes y Doña Julia parecían levitar, no sentían sus pies firmes en el suelo, la verdad es que no sentían sus cuerpos, sólo sus corazones que latían de forma acompasada. Cogidos de la mano, respiraron hondo y abrieron aquella puerta para estar por fin cerca de Betty mientras recordaban las recomendaciones del médico.

Me: Beatriz es un caso muy raro, obviamente una lesión como la suya puede causar daños graves, pero el hecho de que siga en coma nos tiene desconcertados, tanto que estamos considerando que no sólo la lesión causada por el disparo sino también los problemas emocionales pueden estar directamente relacionados con su estado, por lo que pido una vez más más paciencia y precaución. Al principio sólo les permitiremos entrar a ustedes, y a medida que ella responda, permitiremos que entren otras personas.

DJ:Hija, mi amor estamos aquí contigo.

DH: Siempre estaremos contigo Betty, hija eres nuestro mayor regalo, nuestro orgullo, lo mejor de nosotros, estaremos aquí todos los días esperándote mi amor...

D: Le subió el pulso (Dulce que estaba al lado del Dr. Moretti viendo la escena habla con emoción)

Me: Está sintiendo la presencia de sus padres.

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Armando llegó al hospital como todos los días, esperó a que salieran los padres de Betty y se fue a su "rinconcito".

V: Dr. Mendoza

A: Doña Julia... doña Julia, mire (habló nerviosamente) no quiero que piense que estoy aquí para insultar o faltar al respeto a usted y al señor Hermes, no es nada de eso... y tampoco es por la empresa...

DJ: ¿Cuál es la razón, Dr. Mendonza?

A: Betty, ella es la razón de todo en mi vida.

DJ: ¿Desde cuándo?

A: Lo sabes, ¿verdad? (Doña Julia se limitó a asentir com la cabeza) No sé desde cuándo. Primero se hizo indispensable para mí en la empresa y luego... luego en mi vida...

DJ: Yo veía que Betty se iba apagando poco a poco y cuando le preguntaba si le pasaba algo me decía que no era nada grave, que sólo tenía problemas en el trabajo, pero cuando eres madre tienes un poder extra y yo sentía que tenía más cosas que hacer, pero no podía hacer nada y me sentía inútil... Sabe doctor Mendoza, Hermes y yo nos hemos pasado toda la vida tratando de proteger a Betty del mundo, pero aun así la dejamos a merced de gente como usted y su amigo y otras personas que no son importantes en este momento (Armando cerró los ojos y suspiró) me duele en el alma saber que mi hija estaba siendo utilizada de una manera tan... sucia, pero me duele aún más saber que fallé como madre, que no fui capaz de enseñarle a ser fuerte emocionalmente, que además de protegerla debí haberla preparado para enfrentar el mundo.

CARTAS PARA BEATRIZWhere stories live. Discover now