Sexto Capitulo

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- Tu sabes muy bien de que hablo, - amenazó, su voz cambió de tono y eso le causo un miedo inmenso al científico. - A mi se me agotó la paciencia, - añadió y inmovilizo los brazos de su compañero poniendo sus rodillas encima sin quitarse de encima de él. - y tú te quedaste sin tiempo, doctor bolsa de torta.

Él no pudo hacer nada más que temblar, trataba de liberarse pero, era inútil ella era físicamente más fuerte que él.

Ella metió sus manos debajo de su bolsa tocando su rostro y manteniendo su vista fija en el para darle aún más pánico al varón.

Ella río en bajo, podia sentir perfectamente todas las muecas que el hacía.

- Detente. - le pidió con la voz casi temblando. -

- No lo haré hasta que yo quiera, doctor. - sentenció. - Yo tratando de animarte y cuando puedes vas a donde ella, - agregó y ahora paso sus manos a su cabello. - ¿Quien podría asegurarme a mi o a cualquiera en esta casa que no vas a sacar a perfumitos y escapar con ella?

Flug estaba petrificado.

Estaba al borde de un colapso nervioso, sentía que en cualquier momento ella le iba a quitar su bolsa y iba a quitarle la piel.

Pero, no, si algo había aprendido excesivamente bien la chica es que no hay mejor tortura que la psicológica, legalmente no iba a hacerle nada de manera física, más sin embargo iba a volverlo loco de miedo.

- Deberías de agradecerme, - siguió hablando. - ambos sabemos que Blackie podría hacerte algo horrible si sospechara que quieres algo con una heroina que por encima esta más loca que yo. - río y saco las manos de la bolsa. -

Los ojos del científico estaban cerrados con fuerza y este temblaba sin control, cosa que era bueno para la chica, significa que se habia salido con la suya.

Se abrió la puerta principal del laboratorio, debía de ser el oso.

Demencia se puso de pie rápidamente y se alejó de su compañero, lo dejo ahí acostado en el suelo.

- ¿Bawwr? - dijo con duda el oso al acercarse al científico que aun no podia dominar el miedo que le había provocado la chica. -

Abrió los ojos, seguro de que ella ya no estaba cerca.

Pudo relajar un poco su tensionado cuerpo y prepararse a seguir con lo que le quedaba de trabajo.

- ¿Donde estabas, pachoncito? - respondió con otra pregunta, lo que acababa de pasar no era algo de lo que quisiera hablar y menos con él. -

- Bawwwr bawr. - contestó carente de palabras pero, aun así suficientes para él. -

Al parecer estuvo en un plan de limpieza exhaustivo a casi toda la mansión.

El oso extendió sus patas superiores para ayudarlo, él lo abrazo por el cuello y él oso lo dejó de pie.

- Me gustaría que te quedarás cerca mio en lo que resta del día, -le pidió. - mañana debo salir solo, - explico. - y mejor hoy pasamos el rato mientras termino lo que me pidió el jefe.

El oso asintió positivamente.

Si él estaba cerca Demencia no podia hacer lo que hizo hace un instante por que el oso instintivamente protegería de inmediato.

El tiempo corre y el científico ya no podia perder más tiempo pensando en lo que su compañera pudiera hacerle.

Tenia que finalizar eso hoy, mañana aunque Demencia le arrancará la piel pedazo por pedazo tenia que ir a ver Heed, la información que esta le podia dar era muy importante para él y hasta para la organización.

Sin Tiempo | Demenflug x PaperheedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora