34. El día de los malditos celos

751 83 9
                                    

—Cada día, esto se torna más imposible y retorcido. —Sunghoon estaba igual que preocupado que todos nosotros. Salvo Heeseung. Heeseung estaba tranquilo leyendo su libro, sentado en un rincón, mientras nosotros estábamos parados formando un círculo, debatiendo la cantidad de posibilidades que podían existir con respecto a lo que sucedía con Siwon. Nadie podía culpar a Heeseung por no preocuparse, y nadie podía culparnos a nosotros por sobre-preocuparnos.

—Estoy perdido. —Declaró Minho y se sentó junto a Heeseung. Tocó su libro molestándolo y él lo fulminó con la mirada, sacó sus manos y se rió de su hermano.

—¿Y a éste qué le pasa? ¿Acaso la presencia de sangre humana te pone incómodo? Está bien, puedes hablar con Minhoney Minho Minho, cuéntamelo todo. —Heeseung lo miró por unos segundos y me imaginé que estaba debatiéndose entre matarlo o simplemente golpearlo muy fuertemente. Optó por la opción de ignorarlo y volver su atención al libro.

—¿Cómo pudo siquiera tocar la daga de plata? Otra vez. —Susurró Hakn como si estuviera diciéndolo para sí mismo.

—Un humano. — Hyunjin dijo como por décima vez y Sunghoon suspiró exasperado.

—Imposible. Ni un humano ni un lobo. ¿Tu cabeza no puede procesarlo? Siwon no podría mantenerse cerca de un humano ni por diez segundos sin comérselo como a un sándwich, hombre. — Hyunjin pasó sus manos por su cara y se sentó en uno de los sillones que había en la sala. —Y jamás, ni siquiera el lobo más asqueroso y putrefacto, sería capaz de aceptar un trato con un vampiro... Y si así fuera, por principios, no podría matar a uno de los suyos. —Bien, la explicación de Sunghoon parecía razonable.

—¿Cómo hizo para tocar la plata? Con sus propias manos. —Hakn volvió a repetir, y la verdad, ya empezaba a preocuparme.

—Tal vez usó guantes. —Dije y me encogí de hombros. Todos en la sala pararon lo que estaban haciendo, hasta pensar, para mirarme a mí. Debo decir, que me sentí un poco intimidado por unos segundos. Hasta que todos estallaron en risas y lo único que pude hacer fue apretar mi mandíbula y cruzarme de brazos para demostrar lo enojado que estaba porque ellos se burlaran de mí. Hasta me pareció que Heeseung había sonreído, aunque probablemente estaba alucinando. Y no era justo, porque Minho había sugerido 'aliens' y nadie se rió de eso. Y estaba cien por ciento seguro de que mi idea era menos estúpida que la suya. Minho paró de reír y me miró por unos cuantos segundos examinando mi rostro y luego sonrió.

—Podría funcionar. —Dijo haciéndome sonreír.

—Gracias. —Les sonreí a todos con mi falsa gratitud.

—¿Ya te volviste loco? Porque pensé que el cú-cú, solamente era él. —Sunghoon juntó sus cejas y yo hice lo mismo. Minho se paró de su lugar mirando a todos como si no pudieran ver lo que tenían en frente.

—Piénsenlo. El material correcto, el hombre correcto, la suficiente práctica... ¿Por qué no? —Todos me miraron a mí una vez más y Hyunjin sonrió mientras se acercaba y me rodeaba con sus brazos, besando mi frente.

—Por esto eres mi humano favorito en todo el universo. —Intenté no sonreír.

—Aún sigo enojado. —Dije con mis brazos aún cruzados.

—Celoso. Y lo sé. — Salió lo más rápido que pudo por la puerta y detrás lo siguieron Minho, Hakn y Sunghoon. Miré a Heeseung que seguía leyendo su libro. Al parecer, sintió mi mirada, porque levantó sus ojos hasta los míos.

—¿Vienes? Va a ser divertido. — Sonreí intentando parecer amable, cuando la verdad, su seriedad y la razón de que nunca hablara, me ponían jodidamente nervioso.

HYUNJIN ⋨ hyunlixKde žijí příběhy. Začni objevovat