Ruta hacia al placer

Cap.02

Era tan obvio lo húmeda que estabas que decidí introducir mis dedos, rozando tus labios mojados y ver la transición de tu cara, cambiar debido a la excitación y el placer que sentías...
Una vez gemiste agusto decidí terminar de meter mis dedos y buscaba llegar lo más profundo que me fuera posible , mientras tú buscabas no dejarte llevar demasiado. 
Pero tu cuerpo no pudo disimularlo y alzaste tus brazos para arañar la parte trasera de tu asiento en señal de agradecimiento , podía notar la tensión que se estaba generando al ver tus colmillos , casi perforando tu labio bajo. Necesitabas más y yo estaba dispuesto a dártelo pero tú querías hacerlo de otra forma , mis dedos no eran suficiente así que, con esa voz entrecortada que tanto me pone , me dijiste "Rey, siéntate en tu trono" a lo que , con un gesto un tanto brusco pegaste mi culo al asiento. Mi mente solo pudo pensar una cosa "¿Patri... que estás haciendo?" De sopetón bajaste mis bermudas y decidiste llevártela a la boca , no pude contenerlo así que solté un gemido.
Al contacto con el interior de ésta , tan húmeda y tan cálida, mi piel se erizó por completo, "Patricia , estás loca... " Fueron las palabras que pronuncié en una especie de gemido y susurro mezclados con una sonrisa por lo mucho que estaba disfrutando .
Cuando me quise dar cuenta estaba agarrando tu nuca para que te atragantaras con ella , porque es en ese momento cuando me miras fijamente hacia arriba y ... En ese momento me siento dios.
Todo mejoró cuando deciste sacar la lengua y abarcarla toda mientras la lamías a la vez que la alojabas en lo más profundo de tu garganta. Ante eso solo podía pedir clemencia , porque cuando lo haces soy tuyo , comencé a reunir mechones de tu pelo , llevándolos hacia la parte de atrás donde mi mano sostenía lo que era una coleta improvisada. Coleta que más tarde utilizaría para acompañar con mi mano el ritmo que debías seguir para no correrme de inmediato.
Vi como movías tu mano para comenzar a estimular tu clítoris en una pausa que hiciste para tomar aire , y sonreírme mientras relamías tus labios... Joder , que sexy estás cuando haces eso , pensé mientras miraba hacia ambos lados para acerciorarme que de que lo que estaba viviendo era real.
Todavía con ella en la mano subíste a mi regazo y en un par de intentos clavaste mi polla en lo más profundo de tu ser, lo sé porque pude sentir tu interior acogiéndome, era como si pudiera sentir tu temperatura , tu excitación , tu latido y hasta cómo gozabas.
Desgracia para mí , que enseguida empezaste a hondear tu vientre y caderas para comenzar la penetración , sentía como se deslizaba y ahondaba cada vez más dentro de ti .
Ninguno de los dos quería hacer ruido asi que lo remediamos con un beso bastante largo pero que cumplía su misión, claro que hasta ahora no sabía lo mucho que me excitaban tus gemidos al ahogarse y resonar en mi boca. Entre los 40 grados y la forma en la que me estabas follando , rompimos  a sudar pero la sensación era de que nos estábamos derritiendo, el contacto de nuestras pieles hacía que chorrearamos.
Un ligero bache hizo que tu cadera se separara de mi lo suficiente como para que tuviera que agarrar tus caderas en el aire, incidente que aproveché para iniciar mi incursión de estocadas.
Clavándotela más y más en cada una de ellas, lento pero duro, cada vez que mi cadera avanzaba la tuya se desplazaba hacia atrás y regresaba a su posición, y tus labios vaginales abrazaban aún más que antes.
Para suprimir un poco la euforia del momento decidí refugiarme en el pardo de tus ojos buscando alivio pero solo me encontré una mirada como si de un depredador se tratase. Tus pupilas buscaban escapar del encierro de tu iris , se expandían cada vez más, como un líquido formando un charco cuando lo derramas. Y en lo más alejado de los tuyos pude ver los míos en la misma situación, la pasión era una droga y nosotros éramos  su víctima, enganchados como lo estaban los jóvenes en los ochenta...