Cap.01

243 6 0
                                    

Ese mismo  día me di cuenta sin lugar a dudas que, lo nuestro no podía llegar más lejos en cuanto a locura, y es precisamente eso lo que más me gusta de ti. Que estás tan loca como yo o al menos eso descubrí en ese trayecto en transporte público. Fue la tarde más calurosa de mi vida y no era por los 40 grados que hacía a la sombra si no por que tú estabas a mi lado. Yo pensaba que eras tímida cuando quede contigo por primera vez , pero ya llevamos más de  una semana juntos  y eso que nos conocimos en aquel hotel de playa por casualidad, pero lo nuestro fue tan rápido que ese mismo día te invité a cenar y tu decidiste corresponder invitándome a escuchar tus gemidos. Después de ese día hemos estado compartiendo habitación y conociéndonos mientras que nos dejábamos llevar en sitios cada vez más descabellados como: la encimera , la ducha , el balcón , la playa o el coche. Y lo peor de todo es , que eres tú la que consigue provocarme para que inicie todas las aventuras que estamos viviendo. Te comportas como si fueras el combustible y yo una simple cerilla que no puede evitar verse envuelto en tu fuego , fuego en el que reconozco que me gusta arder.
Para colmo, el día que íbamos a ir a la playa te metes a la ducha y apareces con un vestido de tubo que realzaba a la perfección cada milímetro de tus curvas y tu pelo mojado , que a mí parecer dejaste húmedo a sabiendas que me parece algo muy sexy . Acto seguido decides pasar tu mano por toda tu figura , palpando cada zona con firmeza y decision en un gesto breve pero con intención , seguido de unas sensuales palabras indicándome que ya era la hora de irnos.
Cogimos las bolsas y bajamos a la parada de aquel autobús privado, que llevaba a los residentes del hotel a la playa, enseguida llegó y todos hicimos formación para entrar de forma ordenada. Pero... Tú,  cómo no , me agarraste de la mano y decidiste entrar corriendo al bus y llevarnos a la parte trasera del mismo. No entendía muy bien la situación pero tampoco me disgustaba la idea de estar atrás viendo el paisaje contigo.
Poco después cuando el vehículo se puso en marcha , hiciste contacto visual, con esa mirada que conozco a la perfección que muestra complicidad, y lo peor de todo , llena de esa lujuria que enciende tus ojos en los momentos menos políticamente correctos. Bloqueaste todos mis sentidos cuando clavaste tus ojos sobre los míos mientras jugabas con tus labios y bajabas tus manos lentamente por ese vestido rojo. Rojo igual que el mismísimo infierno al que tú querías arrastrarme y yo, tarde o temprano iba a querer dejarme llevar...
Sin ni siquiera ser consciente de ello mi mano se dirigió a tu nuca y mis dedos se enredaron en la raíz de tu larga melena , cuando esto sucedió agarré ese mechón sin dudar ni un segundo , tire hacia atrás y mi corazón se revolucionó cuando levantaste la barbilla, tu boca se abrió como cuando pasas un hielo  por las zonas  más delicadas de tu cuerpo al ritmo de un sutil suspiro que confirmaba todas mis sospechas.
No pude resistirme así que ataqué tus labios con los míos y te besé , de la forma más cálida que he besado nunca mientras ponías tu mano en mi pecho , a través de tu podía sentir el calor de  tu pasión , tus ganas y todo tu afán por ser mía y yo de hacer que fuera así . Pero para mi suerte o mi desgracia tu siempre quieres más y no te conformas con minimalismos, así que deslizastes tu mano desde mi pecho hacia mis bermudas para acariciar mi entrepierna , mis ojos tornaron para mirarte en una mezcla de compasión e inocencia , inocencia que poco a poco estaba perdiendo y sin embargo la tuya seguía siendo de seguridad , como si supieras exactamente lo que me gusta de ti y lo hicieras para desatar todo mi potencial .
Decidí dejar en tu cuello un surco de besos húmedos que terminan en mordida , para acabar mordiendo también tu labio inferior, pero eso fue provocarte así que tú como venganza tomaste cartas y colaste la mano en mis bermudas para comenzar a agarrarla a lo que mi boca tras un suspiro soltó un "Patricia por Dios ..." Seguida de un gemido frustrado por mi mano y toda la vergüenza que sentí al darme cuenta del lugar y la situación en la que nos encontrábamos.
Pero sabía que no podía dejar que eso quedara así , entonces agarre tu muslo con fuerza mientras te besaba y acaricie toda tu pierna desde el final de tu rodilla hasta tu ingle , mi cara se descuadro al llegar mi mano a su destino... En ese mismo instante me sonreíste de la forma más traviesa que conoces y tras morder ta labio  de forma muy provocativa me preguntaste "¿ que pasa cariño ?" , No podía creer que no llevaras ropa interior , otra vez en caído en tus sucios  trucos, pero sin saber porque me excita y lo hace demasiado .
Es entonces cuando aprovecho la ocasión y me dispongo a imprimir mi huella dactilar en tu clítoris a modo de vendeta, y supe que había funcionado porque tus ojos cambiaron del más rojo fuego al más frío blanco de Alaska  en señal de placer , acompañado por tu cadera que se separó unos centímetros de la butaca de aquel bus en el que , podía sentir la atención de todos y cada uno de los pasajeros pero no tenía tiempo para percatarme al mismo tiempo .
Continúe dándote placer durante un rato más pero si seguías al mismo ritmo con la mano que llevabas hasta ahora iba a acabar pronto la diversión así que me arrodillé y levanté tu vestido para plasmar mi lengua en el mismo punto que estaba estimulando segundos atrás.
La sensación de poder mezclado con excitación que me proporcionaba tus mejillas sonrojadas por la vergüenza al intentar retener los gemidos y los ojos de placer que se te ponían fruto de tu deseo eran inconmensurables.
Peor fue cuando acerté de lleno y tus piernas se levantaron para apoyarse en la parte trasera del asiento de alante y tu mano empujaba mi nuca para que no me separaba por nada del mundo de la zona que estaba lamiendo.
De tu boca solo salían gemidos casi insonoros y una palabra que solo repetias en bucle, y que , a pesar de ser casi imperceptible tu boca la aticulaba pero tú cara la gritaba , MÁS.
Dame más , quiero más , esas eran las palabras que podían deducirse solo mirándote a la cara , podía sentir lo mojada que estabas , casi entrando en un estado de no retorno por el placer que sentías.
Lo que no podía creer era lo que estaba a punto de pasar ...

Ruta hacia al placer Where stories live. Discover now