Horacio es un chico de 16 años que sufre de anorexia y de otros problemas de salud mental.
Él siempre dice que lo tiene controlado, pero eso no es verdad.
Un día conoció a un chico el cual lo defendió de uno de los abusones de su escuela.
Desde ese...
Ese día después de clase tenia planeado ir a hablar con Claudio para ver si me deba otra oportunidad, que supuse que la respuesta seria un sí, porque si se traía algo entre manos no creo que rechace esa oportunidad que le estaba dando.
Iba caminando hacía la salida de la escuela para esperar ahí a Claudio, pero una gran y esperada sorpresa me esperaba detrás de las puertas de ese colegio.
- ¿Cómo has estado caranabo? - Me preguntó con felicidad un sonriente Gustabo.
Yo cuando lo vi me quedé paralizado, pero rápido fui corriendo hacia el para darle un fuerte abrazo.
- Pero jo' puta, ¿por qué no me dijiste nada de que ya habías vuelto? - Le pregunte sin romper el abrazo.
- Pues porque quería que fuera una sorpresa, tonto - me respondió Gustabo.
- Joder, pues la sorpresa me ha dejado bastante sorprendido - le dije con una sonrisa resplandeciente en mi rostro.
- Bueno, ¿Vamos a tomar algo y me cuentas todas las novedades? - Me preguntó entusiasmado Gustabo. Que estuviera él aquí me trajo una gran paz y tranquilidad, porque, especialmente con él, nadie tenia ganas de enfadarse. Ahora estaba más seguro que nunca.
- Venga, vamos, caramierda - le respondí.
Seguidamente, nos subimos en el coche de Gustabo, el cual no estaba nada mal, para irnos directamente a una cafetería que nos gustaba mucho a los dos, donde vendían básicamente de todo; cafés, refrescos, bollería, patatas fritas, etc...
En el camino de ida lo pasamos todo cantando a todo pulmón las canciones que iban saliendo por la radio, de verdad había extrañado esos momentos con Gustabo.
Cuando llegamos nos sentamos en una de las tantas mesas del lugar y pedimos algo. Gustabo de pidió un café y un donut de chocolate, yo simplemente me pedí un agua.
- ¿Solo un agua Horacio? ¿No tienes hambre? - Me preguntó Gustabo.
-La verdad es que no.
-¿Es porel problemita? - Me pregunto suavemente.
Yo solo asentí.
- Bueno, tu tranqui que seguro que podrás afrontarlo, y yo estaré ahí para ti cuando me necesites - me dijo con la misma voz tranquila de antes.
- Gracias, Gustabo - le dije con la voz algo rota y con lagrimas amenazando con salir de mis ojos, ese tema me ponía muy sensible.
- Venga Horacio, no te pongas a llorar, que aquí hemos venido a pasarlo bien - me animó el de cabello rubio.
Yo volví a asentir.
- Bueno, ¿Qué te cuentas de nuevo?
- Bueno... La verdad no mucho... - Yo no tenia planeado contarle nada de lo recientemente sucedido con Claudio, si no se liaría parda. - He hecho un nuevo amigo.
- ¡Pero bueno! Me voy dos semanas y ya me has remplazado - exclamo exagerando Gustabo. Yo solo reí negando con la cabeza.
- Se llama Viktor, Viktor Volkov.
- Ah, ya se quien es, su hermano va conmigo en clase. Espero que su hermano pequeño no sea tan carbón como el abuelo de Jack - me dijo con una leve sonrisa de lado.
- No sabia que tenia un hermano, supongo que es ese de cabello negro que siempre va con él - le dije al de ojos azules.
- Pues ahora ya sabes un dato más sobre el rusky - me dijo en tono de burla -. ¿Y qué tal con nuestro "padre"? ¿Te ha hecho algo? - Me pregunto preocupado Gustabo.
- No, todo como siempre, pero hace algunos días que no lo veo nunca por casa - le dije a Gustabo algo extrañado, él también, por un momento, puso cara de extrañado, pero luego puso cara como que se la sudaba bastante, y lo entiendo, porque nuestro "padre" es un hijo de la grandísima puta.
- Pues no se donde puede estar, también te digo, que es mejor para nosotros que no este cerca - me dijo en tono serio. Gustabo, sobre todo, le tenia un odio y un asco increíble.
- Si... - le conteste yo, un poco de bajón.
- Horacio, no te preocupes por ese hombre, no merece la pena, ¿O a caso no te acuerdas de lo que nos hizo? - Me pregunto Gustabo. Yo asentí, efectivamente que me acordaba de lo que nos había hecho, nunca lo olvidaría, pero a la vez, muy en el fondo, sentía algo de pena por él.
Luego estuvimos hablando por un rato de temas aleatorios, hasta que se nos hizo tarde y tuvimos que volver a casa. El viaje de vuelta fue igual que el de ida, Gustabo y yo cantando a todo pulmón los temazos que emitían en la radio SpainRP.
Al llegar a casa nuestro padre seguía sin aparecer, tampoco nos importaba mucho, tener a un borracho en casa no era de nuestro agrado, así que si nos lo podíamos ahorrar mejor.
Luego de mirar una peli los dos juntos, nos fuimos a dormir, ya que era bastante tarde y al día siguiente teníamos clase.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Holi,
Como están? Espero que genial :)))
Aquí tenemos otro capítulo de esta linda historia, se que tardé mil años en actualizar, pero ahora que ya se viene el veranito voy a poder actualizar más seguido :)))
