Capítulo 1

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17 de agosto

En 1940 la Segunda Guerra Mundial devastó Europa. Alemania ocupa Noruega. En 1945 termina la Segunda Guerra Mundial y Noruega es liberada. La nación lo celebra. Después de cinco años de ocupación, los símbolos nazis finalmente comienzan a desaparecer. En 1948 adopté un niño.

—Gracias por ocuparte de Klaus, no puede quedarse aquí —me dijo la mujer que trabajaba en el centro de acogida.

La verdad es que no le hacía falta agradecerme nada. Klaus era uno de los niños más tiernos que había visto en mi vida, y una dulce e inocente sonrisa adornaba su cara.

—!Ya estoy en casa! —exclamó Klaus.

—Hola, Klaus, ¿qué tal te lo has pasado con Liv?

—Genial, Liv es mi mejor amiga —sonrió. —Hemos encontrado un tocón en el bosque. Era increíble. !Parecía como si tuviera un tesoro dentro, un tesoro de verdad! Pero aún así conseguimos salvar el tesoro. Pero entonces, nos dimos cuenta de que el

tocón estaba vacío. Liv dice que quizá los trolls dejen un tesoro ahí más tarde. Luego iremos a comprobarlo.

—Madre mía, qué pasada— sonreí.

—Sí, ha sido genial. Eh, es un poco tarde, ¿no? Ya casi se ha ido el sol. Pero, pero... tienes que ver esto. Mira, Liv me ha dado un regalo para mañana, porque es mi cumpleaños— Klaus dejó en el suelo un objeto circular envuelto en papel de regalo y me sonrío. —Lo puedo abrir ya, ¿verdad? Lo haré rápido.

—Mmm... Creo que Liv querría que esperaras.

—Supongo que tienes razón, me pregunto que será.

En ese momento escuché el simbólico ruido que hacen los sobres del correo al caer al suelo. Establecí un recordatorio mental para ir a recoger los papeles que me habían llegado más tarde. Mi prioridad era Klaus. Pero él se me adelantó y cogió uno de los papeles, que estaba doblado.

—¿Me lo lees? —me preguntó. Cogí el papel y lo desdoblé.

—Se ha visto un gato comerse las flores de los arriates. Exigimos que el dueño del gato lo tenga siempre dentro de casa.

Klaus se rió.

—Si encuentro ese gato, ¿lo puedo traer a casa?

Le revolví el pelo y sonreí.

—Ya veremos cariño —me encaminé a la entada y cogí lo que quedaba de correo. Había un par de sobres que supuse que contenían facturas, un periódico y propaganda.

—Puaj, cosas de mayores. No irás al despacho, ¿no? Cuando te encierras ahí me aburro mucho, y encima me habías prometido un baño.

—Anda, tira.

Le froté bien con la esponja mientras él intentaba quitármela de las manos y se metía debajo del agua. Era un niño muy juguetón. Después de vestirle, que fue casi misión imposible, mientras me preguntaba todo el rato cuando le iba a dar de cenar, le preparé unas gachas. Le dí de comer. Yo no pude comer, llevaba más de dos años sin trabajo y no podía permitirme mucha comida. En ese momento preferiría que comiera él.

—Qué tarde es... Hasta el sol se ha ido a dormir. Tengo sueño, ya debe ser hora de dormir.

Le lleve a la cama y le arropé, y antes de que pudiera irme me llamó.

—A Liv le dieron tres regalos por su pasado cumpleaños, ¿cuántos tendré yo?

—¿Tres regalos? Mmm... parece que a Liv le gusta contar cuentos. —Él me miró desilusionado, y automáticamente me sentí tremendamente mal. —Ey, vamos a centrarnos en pasarlo bien, ¿vale?

Le cambió la expresión de la cara y sonrió. Asintió y cerro los ojos. Salí de su cuarto dejando la puerta entreabierta y me dirigí a mi despacho. Me senté y observé el montón de facturas. Suspiré.

''Noticias'', leí para mí misma,''La producción nacional de huevos está en declive. Por segunda semana consecutiva, no hay huevos suficientes para la exportación. Continúa el debate sobre si las autoridades noruegas deberían suspender la exportación de este artículo esencial: los ingresos son necesarios, pero también lo es el producto en sí. ''

—Joder. 

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⏰ Terakhir diperbarui: Jun 20, 2022 ⏰

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