|Cap ₄₄|Nos vemos luego.

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【 ᴹᵃʳᵃᵗᵒ́ᶰ ¹/² 】



Lo que fue unos días sin ver a Jungkook, se transformó en dos semanas.

Ninguna llamada.

Ningún mensaje de texto.

Incluso mi madre habituaba visitar la casa de los Jeon a compartir alguna de las tres comidas del día, o simplemente a pasar el rato junto al señor Jeon y la abuela. Y, creo que es bastante obvio deducir que cada vez que ella llegaba de ese lugar, yo le preguntaba por Jungkook, sin embargo su respuesta siempre fue la misma; "No lo vi".

Pero, ¿Qué significaba eso? Jungkook no mostraba presencia ni en su propia casa.

Resoplo algunos cabellos de mi rostro con frustración, viendo únicamente la pantalla de mi computadora frente a mí, intentando descifrar algunos ejemplos matemáticos que realmente no me interesan. ¿En qué me van a ayudar unos numeritos a ser multilingüe? ¡Ash!

Me cruzo de brazos sobre mi escritorio y miro a través de la ventana que está justo a mi lado, la misma me entrega una apagada luz fría. No ha parado de llover en todo el día y ese hecho no ayuda con mi mal estado de ánimo, aunque mis dedos ya están relativamente bien y no me ha llegado ninguna llamada de la Universidad acusándome de haber agredido a otro estudiante. Así que... eso ayuda.

Mis ojos caen sobre mi teléfono y me muerdo los labios, vacilante.

Me he armado de paciencia para no llamarle. Él me lo advirtió, dijo que estaría ocupado y no podría estar conmigo por un tiempo. Pero... nunca mencionó que esto sería detestable. Su ausencia lo es. ¿Desde cuándo lo es? Durante dos semanas he tenido muchísimo tiempo para pensarlo, no obstante, aún no encuentro la respuesta.

¿Desde cuándo comencé a odiar su ausencia? Quisiera que mi terapeuta pudiera responder esa pregunta, porque yo no puedo.

—¡Mierda!

Boto por accidente mi vaso con agua al asustarme cuando sonó una alarma proveniente de mi celular, la cual informa que mi hora de estudio ha terminado y debo tomar un receso.

Ahora no sólo tomaría un receso, sino también debería limpiar aquel desastre.

Bajo las escaleras de casa y camino hacia la cocina para buscar algún mantel o toallita absorbente con lo que pueda secar el escritorio. Cuando encuentro el mantel, me detengo frente a una ventana de la habitación y no evito soltar el pedazo de tela entre mis manos cuando veo la aquella silueta bajo la lluvia.

Abro a medias mis labios y corro a la puerta principal, la abro y no me detengo hasta quedar frente a ella, quien está completamente empapada, desabrigada. Apenas viste una holgada camiseta gris y un pantalón de pijama del mismo color. Su cabello azul se pega fácilmente a su rostro y hombros.

Lo primero que me pregunto es desde cuándo estaba allí, parada en el patio de mi casa sin que yo lo notara.

—Yon, ¿qué haces aquí afuera? ¡Entra!

Ella sólo me mira a los ojos, sus labios tiemblan.

—¿Qué esperas? ¡Vas a enfermarte! —intento acercarme más y tomar su mano, pero ella no se mueve—. ¿Yon?

—Perdóname... —niega con su cabeza.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

La lluvia estampa directamente con nosotras y se me dificulta abrir mis ojos por completo a causa de ello.

—Nunca creí que... ___, yo nunca quise —comienza a llorar.

—¿Nunca qué? Yoni, no comprendo, por favor vamos a dentro —tomo su mano nuevamente.

Filoaster | JJK [+21][✔] ©Where stories live. Discover now