꙳ ﹡ ⛧ capitulo 9

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Luz mordió con fuerza su labio, hizo presión en su agarre viendo a la pelimorada colocarse pálida. Pero aunque quisiera, aunque su lado perverso le hiciera querer acabar con esta humana. Simplemente no podía, no cuando tenía en mente de quién se trataba, de quién formaba su destino y su futuro.

Joder, Luz enloquecería, estaba perdiendo la cabeza por lo que su lado más vulnerable le hacía cometer.

Soltó a Amity bruscamente haciéndolo toser y sostenerse de la pared, la pelimorada alzó su rostro mirando a la castaña, Luz toma su cintura y se pega a su cuerpo para unir sus bocas en un beso desesperado. La pelimorada gimió ante tal intromisión, pero aún así se dejó ser, rodeando su cuello y abriendo su boca para más contacto con su lengua.

Luz tiro de su labio inferior haciéndola sangrar, para después cargar el cuerpo de Amity hacia el sofá de cuero. La pelimorada, llevada por el calor que aquella mujer emanaba, permitió que la castaña levantará su camiseta hasta quitarla, con los nervios haciendo añicos su cuerpo.

Luz se despojo de su traje y atrajo el cuerpo de Amity hacia sus piernas para sentarla.

—Quiero follarte hasta hacerte sollozar —declaró con una sonrisa— Quiero corromperte, no sabes cuánto deseo clavar mis manos en tu piel.

Amity posó sus manos en sus hombros desnudos, mirando con admiración su gran tatuaje de su dragón. Acarició su nuca y rozó sus labios.

—Entonces hazlo, corrómpeme, si tanto deseas que te tenga miedo entonces hazme temerte.

Luz miro fijamente su rostro y sonrió malicioso.

—Las palabras mágicas que necesitaba.

Alzó a la peliverde hasta llevarla a su habitación, se despojo totalmente de su ropa y tiro de la ropa de Amity al suelo. La peliverde mordió su labio, atraída por la tentación y seducción que aquella mujer le dejaba sentir. Luz se subió sobre su pálido cuerpo, acariciando su piel tersa y suave, oliendo aquel aroma tan dulce y puro.

Quería comerla toda, hasta lo último.

Se inclino hacia adelante para atacar sus labios desesperado, tomando sus piernas y abriéndolas de un solo golpe, Amity soltó un quejido por tal acción, agradecía ser flexible. Luz lame su cuello para después chuparlo rozando suyos, apareciendo sus colmillos. Amity gimió cerrando sus ojos, con una extraña corriente recorrer su cuerpo por todos lados. Luz bajo su última prenda admirando con lujuria, acarició su vientre haciéndole cosquillas.

Amity arqueo su espalda ante su tacto, como si sus dedos quemarán y le quitarán la piel, Luz rozó su miembro sobre su entrada, haciéndole jadear inconscientemente.

—No sentirás ningún dolor, querubín. —musito besando sus labios— Vas a pedir más, mucho más.

Amity sonríe por aquella voz tan seductora, es como si estuviera drogada pero a la vez consciente detodo.

Luz tomo una cinta de seda y llevo las manos de Amity sobre su cabeza para proseguir en sujetarlas con un nudo. La pelimorada la mira atenta a sus acciones, a continuación, abrió sus piernas de un lado a otro, y con su lengua deslizándose por sus delgados labios, hizo presión en su entrada para después entrar de un solo golpe.

— ¡Joder! —grito Amity arqueando su espalda.

Luz respiró hondo con aquella sensación pura y cerrada, le encantaba, joder, le fascinaba follar a vírgenes como Amity, pero está vez se sentía diferente, como sí su pureza fuera sagrada y única para ella. Cómo si se hubiera guardado especialmente para la demonio, quien no se molestaba en tomarlo todo, hasta la última gota de su sudor.

Sin decir alguna palabra comenzó a moverse, haciendo gemir a la chica debajo de su cuerpo, con un tono de voz agudo y encantador. Luz dejo las palmas de sus manos a cada lado de la pelimorada y comenzó a moverse frenéticamente, sin dejar espacio a respirar. Amity arqueo tanto su espalda como si se fuera a romper una costilla, empuño sus manos atadas queriendo sostenerse de algo, queriendo tocar su piel o jalar de su cabello. Pero no podía hacer nada, solo gemir y gemir como si le estuvieran quitando un pedazo de su piel de una manera deliciosa.

Luz torno sus ojos rojos, tornando está vez la cadera de Amity hasta el punto de clavar sus dedos de sus manos y dejarle sus marcas rojizas. Sus pieles chocaban ante el descontrolado vaivén, Amity negaba con su cabeza queriendo parar, queriendo detener a la mujer que le hacía ver el mundo desde una altura impresionante.

— ¡Dios, no! —gimió la peliverde mirando con ojos llorosos a la morena— ¡Detente, por favor!

Luz se inclino hacia adelante para callar sus súplicas con un beso desenfrenado.

—Sabes que no lo haré. —Aclaró.

Amity soltó una bocanada de aire mirando a la demonio jalarla hacia adelante para más penetración. Cerro con fuerza sus ojos clavando sus uñas en su piel.

Se corrió inconscientemente, pero el placer seguía palpable en su paladar.

Amity comenzó a llorar queriendo parar, porque el placer era tan grande, era tan profundo y tortuoso, que se llenó nuevamente. Quería gritar, sentía la garganta seca y el cuerpo adolorido y débil.

La demonio no tuvo suficiente y giró su cuerpo dejando su espalda de frente. Alzó su culo y siguió follandola tan duro que incluso logro ver las manchas de sangre de su ya desvirgado cuerpo. Amity siguió llorando con su rostro enterrado en el colchón, gimiendo entre sollozos placenteros. Luz sintió su cuerpo tensarse y su miembro contraerse, aceleró más sus embestidas hasta el punto de soltar un gran gruñido y correrse con fuerza.

— ¡Maldito infierno! —exclamo con la respiración a mil y las tiras de fluidos bajar por las piernas de Amity.

La pelimorada quedó estática, sintiendo su cuerpo adormecido, con los ojos pesados y el corazón tan acelerado que no podía asimilarlo.

Luz hecho su melena castaña hacia atrás y se levantó para caminar hasta su gaveta y sacar unas toallitas húmedas, regreso con Amity y limpio su cuerpo, sus piernas, la sangre manchando sus pálidas y rojas nalgas. Acarició su espalda para después besarlos lentamente hasta llegar a su cuello, desató la cinta en sus manos viendo las marcas que estás dejaron. Giró su cuerpo poco a poco viendo su rostro húmedo por las lágrimas y su cabello morado empapado en sudor.

—Querubín. —musito besando sus ojos semi cerrados.

—Estoy muy cansada... Quiero dormir mucho.

Luz apartó mechones de su cabello y beso sus labios lentamente, Amity suspiró permitiéndose mimar un poco después de casi morir.

La pelimorada cerro sus ojos y Luz la arropó, dándole una última mirada y saliendo de la habitación totalmente desnuda.

Declarando como suya, aquel cuerpo marcado y tomado por ella.



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Nota original

Dios me perdone, me voy al infierno por escribir esto JAJAJAJA, si son menores, espero no haber generado traumas ni incomodidad, ya saben que la trama de la historia es de un demonio y pues, no será una flor, es obvio. Conste, que Amity sangro por la fuerza con la cual fue penetrada por Luz, rompiendo de este vaso los vasos que tenemos en la retaguardia. Y lloro por el placer, no porque estaba sufriendo, y le pedía que se detuviera por lo mismo de que era mucho placer para segur aguantando.

Cuando sea grande y lea esto voy a quedar como ustedes probablemente, pido perdón. Ahora a la iglesia 😍✋

now

si quedé.

6/6

Illecebra ✠ lumityWhere stories live. Discover now