Vanilla Milk

Pequeño omega

La vida de Harry se centra principalmente en Louis, en su Louis.

Desde que Harry lo encontró llorando y temblando en un rincón de las frías y solitarias calles del pequeño pueblo que visitó en aquellas vacaciones, desde que sus azules he hinchados ojitos por el llanto lo vieron directamente a los suyos con temor, supo que quería cuidar de él por el resto de su vida y jamás dejar que algo le hiciera daño de nuevo. Se lo juro a él y se lo prometió a su omega.

Desde entonces, dejando atrás ese horrible lugar donde su omega sufrió tanto y comenzando una nueva vida, lo ha amado, protegido y mimado como el pequeño lo merece, creando juntos lo que ambos llaman hogar desde hace seis años. Louis es la vida de Harry y Harry es la vida de Louis desde aquel entonces.

Gracias a que el destino unió sus caminos, Harry se encuentra en este momento preparando el biberón con leche tibia de vainilla para su omeguita, quien esta durmiendo su siesta acostadito en el cómodo sofá que se encuentra en la sala de su gran y acogedor departamento.

Ha decir verdad, se pueden dar el lujo de vivir en un lugar tan bello como el suyo, ya que gracias a la carrera de medicina que estudió Harry, pudo obtener un empleo con muy buen sueldo unos cuantos semestres antes de graduarse, lo cual le permitió desde muy joven comenzar a invertir en su futuro, llegando a obtener una gran cantidad de cosas de su propiedad, como lo es su actual departamento. Tiempo después de concluir su carrera, pudo inaugurar su propio consultorio especializado en omegas, el cual se situaba en el centro de Canadá siendo el más reconocido, por lo que ahora el gran lugar reconocían su persona como "Doctor Styles".

Termino de hervir la leche del omeguita, sirviéndola en un pequeño biberón color celeste con pequeños dibujos de nubecitas en el.
Salpicó unas cuantas gotitas de leche en el dorso de su mano, asegurándose de que no estuviera muy caliente y evitar que su bebé se quemara.
Caminó hasta la sala cruzando la alfombra con juguetes tirados con los que el omeguita jugaba antes de caer dormido, y se dirigió al sofá.

- Amor...- susurró despacio tratando de despertar a su omega sin asustarlo, moviendo un poco la manta que cubría su carita.

- Despierta bebé, esta listo tu biberón.- dijo de nuevo acariciando su cabellito desordenado.

Vio como el omeguita empezó a removerse debajo de todas las colchas que tenía encima debido a las bajas temperaturas que había en esta temporada, y empezaba a tallar sus ojitos con sus manitas echas puño, soltando quejiditos.

Louis entreabrió sus ojos enfocando a su alfa sentado junto a él con su biberón en la mano. Se estiró un poco y se enderezó subiendo despacio al regazo de su alfita, quien lo recibió con sus cálidos brazos.

-Mi bibi...- susurró Louis apoyando su cabecita en el hombro de Harry, aún sin despertar del todo.

- Si amor, ¿No tienes hambrita bebé? Llevas durmiendo casi toda la tarde, Lou.- dijo dando leves caricias en la espaldita de su niño por debajo del suéter, sintiendo su piel calientita.

El menor levantó su cabecita asintiendo viéndolo a los ojos con un pucherito formado en sus labios.

-Es que jugué mucho y estaba cansadito.- mencionó Louis tratando de explicar el porqué de su larga siesta.

-Yo se amor, vamos a tomar tu biberón para después darte un bañito. Tenemos que salir a comprar comida.- dijo Harry acomodando al omeguita con su espalda pegada a su pecho y su cabecita recargada en él.

Tomó el control remoto y encendió la televisión buscando alguna caricatura para entretener al chiquillo mientras comía y que no se volviera a dormir. Se paseo por los canales deteniéndose cuando encontró "Toy Story 3" en uno de ellos, la película favorita del omeguita.