❝ [I THOUGHT YOU FOUND ME _Mar] ❞

.❀━ ❝ [𝓓é𝓬𝓲𝓶𝓪 𝓝𝓸𝓿𝓮𝓷𝓪 𝓟𝓪𝓻𝓽𝓮] ❞━❀.

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¿Puede ser posible?
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Había pasado una semana desde que llegó Jazmín, Rama que había salido ya del calabozo, como yo lo llamo, ya se había ganado la confianza de Jazmín, al igual que yo.

Ella me había comentado que sus padres fueron asesinados por que debía guita y no pudieron pagar todo a tiempo, que debido a eso su tío la adoptó y bueno, no la cuidaba si no que la explotaba, nada diferente a este lugar.

Rama y Alelí estaban algo tensos por qué se habían enterado que su mamá los había abandonado por un hombre, que por eso ella nunca volvió.

Tacho estaba raro, cada noche lo veo escabullirse e ir afuera de la mansión, he tratado de seguirlo, pero es muy rápido y no logro alcanzarlo a espiar.

Thiago había traído a una "amiga" para estudiar ya que estaban en épocas de examen, pero la verdad que el título de amiga no me convence, mucho menos al ver en lo ojos de ella cierto interés hacia Thiago.

Cuando pensé que nunca conocería a Malvina, ella apareció en la cocina cuando yo estaba hablando con Alelí sobre Rama. Malvina se dedicaba todo el tiempo a tirarme indirectas por mi apariencia, diciendo que hay más muchos varones y que sólo dos mujeres habían en la fundación, no le tomaría importancia a sus estupideces si no fuera por qué se había metido en el tema de mis padres, mencionado que ellos me había abandonado y que por eso yo soy como soy.

Que les puedo decir, se me saltó la térmica y le propiné una buena piña en el ojo izquierdo, por suerte nadie, más que Alelí me habia visto hacer eso, y dudo que Malvina se recuerde de lo que pasó.

Otro tema también, era el amigo de Thiago, Nacho Pérez Alzamendi, hijo de un juez, era él el pibe que me acariciaba la mejilla y que luego salió corriendo cual correcaminos. Ahora él me decía Blaky, que significa negra pero en diminuto, sólo por haberle ganado en una pulseada y de haberle derramado jugo por su cabeza, se lo merecía.

Tanto Nacho, como Dolores de Cabeza (la amiga) eran y son infumables. No los banco ni un poquito.

Tina me había ordenado ir a hacer las compras, no sin antes amenazarme de que si me escapaba mataría a Alelí maldita sea luego, por qué tenían que saber de mí cariño hacia Alelí yo le prometí que no diría nada.

Y para reforzar mi palabra, tuve que hablar, tuve que traicionar a Tacho...

El se la pasaba decaído, todo por culpa mía, él sin saber que yo fui la que lo bochuneó, igual no me habla, se mantenía alejado.

Pobre Tacho.

La gitana, como yo llamo a Jazmín, me había dicho que Tacho había vivido durante toda su infancia en ese lugar, en ese escenario y que ahora, de la nada Tina y Barto lo hayan descubierto, es totalmente devastador; todos están destruidos. ¿Pero qué puedo hacer? ¿Delatarme y arriesgarme a que me odien? O ¿Delatarme y hacer que una vida se pierda?