❝ [I THOUGHT YOU FOUND ME _Mar] ❞

❀.━ ❝ [𝓝𝓸𝓿𝓮𝓷𝓪 𝓟𝓪𝓻𝓽𝓮] ❞━❀.

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Tu luz guía mis pasos con seguridad y el aire que en tí respiro, me hace vivir...
Van creciendo en mi la fuerza de tu amor.
- Fátima Pissurno

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Ojalá y no me odie cuando sea grande y que logré entenderme. He decidido dejarlo con aquella familia.

Por más que quise quedarme con ellos, no podía, por qué ellos no estaban casados ni sus papeles en orden. En cambio, Santi es suertudo, él siendo un bebé, ellos podrían hacerle pasar por su hijo, debido a que Santi no debe de tener más de dos meses de nacido. No necesitaran dejarlo en un orfanato en el tiempo en que ellos ordenen los documentos, cosa que en mi caso sí.

Recorriendo aquella calle fría, cuidando en no ser atropellada por algún auto, me dirigía hacia la nada.

¿Por qué hacia la nada?

Simple. No sé dónde estoy, no se adónde voy, no sé quién me espera. Yo solo emprendo mi camino en busca de algo mejor.

- Y... ¿Por qué no vas hacia allá? Mirá allá hay un circo. ¡Vamos!- me pidió aquel hombrecito de blanco, que sinceramente no entiendo que hace aquí ni como se llama.

-¿En el circo? - asintió feliz- ¡No! - me causaba risa su cambio repentino de ánimo, ahora.. ¿¡Me está haciendo un puchero!?

En los día que he estado "sola" no me ha dejado de perseguir. Y digo perseguir, por qué si me acompañara estaría presente charlando conmigo y no desapareciendo a cada rato. Ha estado hablando sin parar, no hace casi ni pausas para respirar.

¿¡Que acaso no tiene miedo a que se muera por falta de aire!?

-¡Vamos que te cuesta!- habló. Lo miré fijamente y él, al ver que no quería ingresar aquel lugar desapareció..

¡Es tan testarudo!

- ¿Circo... Ma.. mágico?- leí el cartel. Me costaba entenderlo por qué estaba un poco retirado de dónde yo estaba

- ¿Nos vamos? ¡Dale! Es gratis la entrada- apareció

- Está bien- respondí en un suspiro mientras lo veía dando saltitos en un pie y en otro, como jugando a descanso.

Sí que era un niño...

Ingresar aquel lugar fue fácil y a la vez raro.

-H-hola- saludé al señor de la entrada, éste ni me miró- Disculpe... ¿Se puede?- nada.

- ¡A ver! ¿Dónde está, Cielo? Ya va a comenzar el show y no aparece.¡Llamen la!- ordenó en gritó y se fué de allí. Ni bola me dió.

-¡Ah bueno! Es un reverendo maleducado- me quejé. Ví pasar al enano muy emocionado hacia los asientos de los espectadores, me acerqué a él y me hizo una seña para que me sentara. Obedecí.

- ¡Vamos! ¡Vamos! Mirá...ya va a salir la bailarina- escuché decir a una niña.

- ¿Bailarina? ¿No que era un circo?- le pregunté.

-Mira mamá, ya va a salir- dijo feliz, ignorando soberanamente mi pregunta.

¿Que está pasando acá?