Prólogo

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Los titulares y la presión de la prensa mundial no cesan, sin contar con los hijos de puta de los paparazzi. Han pasado tres meses desde que Mia Craig desapareció y no tenemos nada, ni una sola maldita pista, y esos bastardos no pierden la oportunidad de hacérselo notar al mundo entero; ha sido una maldita pesadilla.

—Conoces el perfil, Roberts —dice mi compañero por enésima vez—. La victimología no miente.

Aprieto la mandíbula, frustrado, mirando la pizarra llena de todo lo que tenemos de Edward Moss, el alias del principal sospechoso, un hombre de mediana edad poco notable que se hizo pasar por un músico de Juilliard, un contrabajista que residía, hasta el día del rapto, en el edificio donde Mia vive con su marido, el rockero Stuart Craig.

—Es claro que es personal —declaro, asintiendo—. Edward Moss asedió a Mia Craig durante meses antes de raptarla, y planeó cada detalle a la perfección, ¿pero por qué?

—¿Por qué? —pregunta Andrews.

Miro la pizarra de nuevo, las fotos de Kenneth Reginalds, Nathaniel McCarthy y Harrison Hess están bajo la de Edward Moss; esos tres hijos de puta tienen suficientes motivos para querer secuestrar a Mia Craig, Moss podría ser solo un intermediario.

Kenneth Reginald, su padre, un magnate del petroleo con los recursos suficientes para raptar a su propia hija si así lo desea. ¿El motivo? Su hija se casa con Stuart Craig sin su aprobación después de que ella huye por una rencilla familiar que nadie parece querer aclarar hasta el momento, lo que es solo un motivo más de sospecha.

Nathaniel McCarthy, su ex prometido, un despechado heredero de los bienes raíces. ¿El motivo? Su ex novia, a la cual amenazó el día del rapto según la testigo Daphne Reese, se casa con Stuart Craig, desechando así cualquier posibilidad de unir su fortuna a la de los Reginalds.

Y por último Harrison Hess, productor musical de Skyline hasta que atacó a Mia en la fiesta de cumpleaños de su ahora marido. ¿El motivo? Financiero, Hess perdió el contrato con Skyline y se declaró en bancarrota debido al altercado con Mia Craig.

Tres caminos y ninguno de ellos lleva a ningún lado, Moss es un fantasma y Stuart Craig es el marido más devoto que he conocido en toda mi carrera en el buró; él está absolutamente devastado.

—¿Qué hay de Stuart Craig? —formulo, hilando en mi mente una nueva teoría.

Andrews suspira.

—Estaba en Londres cuando su esposa fue raptada —señala lentamente, como si estuviera hablando con un idiota—. Hay treinta mil personas que pueden corroborar su coartada. No me jodas, Roberts, fue uno de los primeros que descartamos.

—No me refiero a que él es sospechoso —aclaro; mi mente corriendo a mil por hora—. Hemos abordado el caso siempre pensando que la relación es directamente con Mia Craig, pero qué si no es así, ¿qué si el rapto está relacionado con Stuart Craig?

 Hemos abordado el caso siempre pensando que la relación es directamente con Mia Craig, pero qué si no es así, ¿qué si el rapto está relacionado con Stuart Craig?

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BIENVENIDOS(AS) A LA SEGUNDA PARTE DE LA DAMA Y EL ROCKERO:

LA PRINCESA DE PARK AVENUE.

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