Capítulo 9. Recuerdos lejanos.

3.8K 493 23
                                    

Esa noche Wei Ying soñó. Nuevamente se encontró con ese estoico pero hermoso rostro, esta vez mostrando facciones más duras y definidas. Claramente no era el Lan Zhan de 15 años que había conocido y con el cual se emborracho.

Lucía más parecido a Lan Zhan de su antiguo sueño, donde le sostenía desesperado para evitar su caída del acantilado. El rostro de ese Lan Zhan también parecía cansado y derrotado, y Wei Ying sintió tristeza al ver esa mirada en esos ojos dorados.

Este nuevo sueño - o recuerdo-, le mostraba a Lan Wangji sosteniendo a Wei Ying entre sus brazos mientras volaban a gran velocidad en su espada. Ambos estaban cubiertos de sangre y heridos, Wei Ying escondía su rostro en el hueco del cuello de Lan Wangji.

Wei Ying se vio a si mismo, pero era tan diferente. Vestía túnicas negras que le quedaban demasiado grande, su cabello estaba completamente suelto y parecía más grande, incluso lucia mayor que el cultivador Lan que le cargaba.

Observó cómo llegaron a los Tumulos Funerarios, ese lugar fúnebre los recibió y se escondieron en una cueva. Lan Wangji en todo momento sostuvo el cuerpo del inconsciente Wei Ying, mientras le pasaba energía espiritual y trataba de curar sus heridas.

—Wei Ying... Por favor...

Hablaba en susurros y casi parecía doloroso pronunciar las palabras. El Wei Ying de su sueño le ignoraba todo el tiempo, luciendo aturdido o más bien ido, como si su consciencia ya no estuviera en ese mundo.

—Por favor resiste, Wei Ying.

Lan Wangji llevó su mano hasta el hombro de Wei Ying, tratando de llamar su atención. Fue entonces que el cultivador demoníaco por fin levantó el rostro, lágrimas se derramaban de sus ojos.

—¿Qué hacemos aquí?

Fue lo único que pronunció, su voz sonando ronca y cansada. Lan Wangji se acercó más, para tratar de darle calor y más de su energía espiritual. Pero Wei Wuxian apartó bruscamente su mano de donde Lan Wangji la retenía. Se veía enojado, triste y cansado.

—¡Desaparece!

Esas palabras fueron pronunciadas con odio, y Wei Ying que estaba de espectador en ese sueño pudo ver el momento exacto en que calaron en el corazón del joven Lan. Wangji no pudo mantener el rostro estoico ante lo pronunciado, reflejando en su mirada dolor y tristeza.

—¡Desaparece!

Al contrario de lo que se le pedía, Lan Wangji se mantuvo cerca. Siempre cerca como si consolara al Wei Ying que había perdido todo. 

—Debo curar tus heridas, te pondrás mejor.

Wei Ying que observaba como se desarrollaba el sueño desde una esquina, pudo ver claramente que era una mentira. Wei Wuxian se veía pálido y demacrado, y tenia muchas heridas. Lan Wangji no estaba mejor, aun así se mantenía cuidando del cultivador demoniaco. 

—¿Por qué me ayudas? ¿Cómo salimos de ese lugar?

Llego a la conclusión de que si no se le trataba rápidamente, moriría. No estaba seguro de que estaba pasando, pero en tan poco tiempo se le había mostrado dos formas diferentes de morir. Al menos en todas sus muertes, siempre tuvo a alguien a su lado. 

—Te saque de ese lugar, Wei Ying. 

Wei Wuxian se enfoco en las palabras de Lan Wangji, posando su vista en el, dándose cuenta de su estado y sus heridas. —Yanli...

Se volvió a zafar del agarre que el cultivador Lan tenia sobre el, lagrimas derramándose nuevamente de sus ojos. —Wei Ying... Voy a ayudarte.

Pudo escuchar ruido que provenía de afuera de la cueva donde estaban escondidos, pisadas que se acercaban.

Una oportunidad más a tu lado.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt