IV. 𝐇𝐔𝐌𝐈𝐋𝐋𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍

62 7 26
                                    

Volvieron a sus casas luego de todo eso. Hanji se tumbó en su cama, tomándose la cabeza con sus manos. Estaba muy nervioso por lo que podría pasar. Abril podría ser capaz de hablar con Kisugi para intentar confesársele, eso sería lo peor, porque él definitivamente la va a hacer pedazos. 

Abril pasó por muchas situaciones que la destrozaron como un vaso de cristal, o un jarrón, o cualquier cosa que se pueda quebrar fácilmente. Se puede comparar a Abril con cualquiera de esos objetos frágiles. Hanji logró de cierta forma "repararla", pero ella no volvió a ser la misma de antes de todo lo sucedido. Todos dicen que puedes arreglar una jarra a la que se le salió el asa utilizando Poxipol, por ejemplo, pero nunca volverá a ser la misma jarra de siempre, porque se nota que estaba rota. Con las personas pasa lo mismo: vives una situación dolorosa, y digamos que luego de un tiempo batallando lograste superarlo, pero la cicatriz que te dejó eso no se va nunca. Nos quiebra, y nos arreglamos, pero no quedamos iguales a antes de ese acontecimiento. Es una mancha fea en nuestra alma.

Hanji no podía dejar que esos engreídos quebraran a Abril de nuevo, porque tal vez el Poxipol no pueda arreglar esa jarra de nuevo; no podrá sanarla. 

─¿Qué acaso es tan ciega que no se da cuenta? ¡Esos tipos la van a destrozar! Pareciera que le van a quebrar los huesos por cómo lo digo, pero es cierto, la van a destrozar, y quizás ella no se recupere porque piense que sus relaciones con las personas ya no funcionarán. ¡Tengo que hacer algo!


Abril seguía despierta, pensando en ese niño que le robó más de un suspiro, incluso estaba dibujándolo en su blog de dibujos.

─Mmm... Es la primera vez que enserio me sale bien un dibujo─ dice, totalmente orgullosa de su trabajo.

─Como que de la nada me salió lo Picasso, ¿eh?─ se ríe, pero se pone seria─Urabe no quiere que le hable, ¿pero qué puede decirme? No parece mala persona

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

─Como que de la nada me salió lo Picasso, ¿eh?─ se ríe, pero se pone seria─Urabe no quiere que le hable, ¿pero qué puede decirme? No parece mala persona. Dicen que no debes juzgar un libro por su portada, pero creo que exagera, no todas las personas en el mundo son malas, ¿o sí?


Al día siguiente, los dos estaban en clase de Geografía, hablando de las capitales de todo el mundo, algo que casi nadie sabía (apenas sabían la capital de su país), sin embargo, Abril tenía un libro Atlas con el cual se entretenía aprendiendo datos geográficos de cada rincón del planeta. Literalmente sabía la capitales de países que sus compañeros ni sabían que existían:

─¿Capital de Noruega, Abril?─ le pregunta el profesor.

─Oslo.

─¿De Croacia?

─Zagreb.

─¿De Libia?

─Trípoli.

─¡Muy bien, Abril!─ la felicita el profesor.

─Esta niña es increíble─ piensa Hanji, mirándola con la boca abierta y los ojos como platos─. No me importa si no es buena en los deportes o en cosas que todo el mundo puede hacer, ya con lo que sabe hacer, es más que suficiente para mí, y no necesito nada más.


A la hora de la salida, Abril le dijo a Hanji que tenía algo que hacer y que por eso no podía ir a su casa a almorzar.

─¿Qué tienes que hacer?

─Mis padres no están en casa y tengo que hacer los mandados, los quehaceres de la casa, ya sabes, esas cosas.

─Mmm bueno, pero creo que va a llover─ mira el cielo gris, y al horizonte se veían algunos relámpagos─, será mejor que corras.

─Sí, lo haré. Cuídate─ le da un beso en la mejilla y empieza a correr para llegar a su casa─. ¡Adiós!

─¡Adiós! 


Abril iba corriendo hacia su casa, hasta que a lo lejos logró identificar a los cuatro jugadores del Shutetsu, que seguramente también iban a sus casas, y con ellos iba una chica de cabello rubio, totalmente desconocida.

─¿Y esa? Bueno, no importa─ tomó aire y lo dejó salir─. Llegó la hora. Con tal de poder hablar con él y hacernos amigos, estaría más que satisfecha─ se acercó a ellos, dando pasos pequeños por los nervios─. Ho-hola.

─¿Huh? ¿Y tú quién eres?─ le preguntó un chico alto con ojos pequeños.

─Soy Abril Horie, y asisto a la escuela Nishigaoka─ sonrió con orgullo.

─Vas a la misma escuela que Urabe─ dijo un chico con un diente y uno de sus ojos cubiertos por su cabello.

─Exacto, somos amigos...

─¿Eres amiga de ese tonto?─ le preguntó la chica rubia.

─¡Él no es un tonto! ¡Es el mejor amigo que alguien podría tener, mucho mejor que tú!─ escupió las palabras.

─¡Oye, tonta, no le grites así a mi novia!─ le gritó Kisugi.

Abril quedó helada en su lugar por dos motivos: uno era porque el amor de su vida la llamó tonta, y el otro, que era tres veces peor, era que esa chica que insultó a su amigo era la ganadora del corazón del chico.

─¿N-novia...?─ su cara de shock denotaba la total decepción que se llevó.

─¿Qué? ¿Acaso viniste aquí para tratar de conquistar a Kisugi?─ otro chico de cabello largo se le paró en frente─Kisugi ya está en una relación, con una chica muy bonita, con cosas que tú no tendrías en años, como una linda apariencia o dinero. Él nunca estaría con una chica temblorosa como tú, quien asiste a la escuela pobre que es el Nishigaoka...

Mientras ese chico seguía hablando, y los otros chicos se reían de su cara de espanto, el corazón de Abril se hacía cada vez más pequeño, minúsculo.

─Eres muy duro, Izawa─ le dijo Kisugi entre risas burlonas.

─Veamos...─ Izawa tomó de las mejillas a Abril y le dio un beso en los labios que la dejó anonadada, era un beso con lengua que ella no quería. Quería que fuera con Kisugi, pero sus sentimientos no fueron ni serán correspondidos. Al momento de separarse Izawa, un hilo fino de saliva unía sus lenguas─. Dah, ni siquiera besas bien. Kisugi nunca será para ti.

─...─ no podía ni hablar.

─Ya vámonos antes de que esta tonta nos haga mojarnos por la lluvia.

─Bien dicho, Taki. Vamos.

─¿Quieres ir a mi casa, Umina?─ le preguntó Kisugi a su novia.

─Sí, corderito, tengo ganas de besarme toda la tarde con el sonido de la lluvia de fondo─ se dieron un beso en la boca y los cinco caminaron a sus casas, dejando a una Abril totalmente destrozada, agachada en el suelo, con muchísimas ganas de llorar.

Pero lo que no sabía, era que alguien la estaba observando, y vio absolutamente toda la escena anterior con los chicos. Gruñó furioso al ver cómo terminó.

─Van a pagar....

𝗨𝗡 𝗔𝗠𝗢𝗥 𝗟𝗘𝗔𝗟 ❱ Capitán Tsubasa ✔Where stories live. Discover now