III. ¿𝐂𝐄𝐋𝐎𝐒? ¿𝐃𝐄 𝐊𝐈𝐒𝐔𝐆𝐈?

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El encuentro amistoso terminó con un catorce a cero a favor del Shutetsu.

─Hijos de perra─ dice Hanji─. Bueno, al menos a nosotros nunca nos anotaron esa cantidad de goles. Nosotros seremos el equipo que algún día los dejará en ridículo, con una diferencia de cincuenta a cero, ¿verdad, Abi?

Pero Abril no le presta atención. Su mirada está fija en el campo.

─¡Te estoy hablando, Abril Horie!─ le grita al oído.

─¡Ayyy! ¡No me grites! ¡Tu voz se escucha desde la otra punta del universo! Creo que hasta los espectadores te escucharon...

─¿Por qué estás tan callada?

─Oh, bueno... Es que el equipo Shutetsu es muy fuerte, e impresionante...

─Lo de impresionante nah, pero fuerte sí, ya que al ser un equipo de élite tienen que anotar esa gran cantidad de goles en cada partido para hacerle honor a su "colegito"─ dice en un tono que denotaba repugnancia─. Los colegios privados son lo peor, te tienen como a un preso. El Nishigaoka es totalmente libre, y puedo quedarme dormido en clase todo lo que quiera─ coloca sus manos detrás de la cabeza.

─Pues sí, yo no me quejo de mi querida escuela Nishigaoka, es muy cómoda. Lástima por todos los que alguna vez me hicieron y me siguen haciendo bullying...

─Esos pedazos de mierda pueden irse a la puta que los parió. Que no arruinen la belleza de nuestra querida escuela Nishigaoka, con las puertas de los baños todas rayadas.

Abril se ríe con ganas.

─El otro día encontré una frase que decía: "Mayumi x Hara" y salía una flecha de Hara que decía: "Amiga por ahí no es".

Su amiga se ríe con más ganas todavía.

─¡Es que es la verdad! ¡Hara es más feo que un trapo sucio! ¡Es peor que los del cuarteto Shutetsu!

Abril deja de reírse y se pone seria. No estaba de acuerdo con eso. Kisugi es hermoso para ella.

─¿Qué te pasa? ¿Por qué te pusiste seria por mi comentario?

─E-es que... no pienso que los del Shutetsu sean feos, al menos Kisugi y el de pelo largo... más que nada Kisugi─ toda la sangre de su cuerpo subió a sus mejillas.

─¡¿Kisugi te parece lindo?!

─Creo... creo que me gusta...

─¡¿QUÉEEEEEEEEE?!

Su voz se oyó por todo el estadio. Abril le tapó la boca con ambas manos porque su amigo no paraba de gritar.

─¡Te dije que no gritaras porque su voz se escucha desde cualquier rincón del planeta!─ exclama, totalmente roja.

─¡¿CÓMO PUEDE SER QUE TE GUSTE ESE IDIOTA?!

─¡No le digas así, Hanji!

─¡Pero lo es! ¡Puede que parezca dulce con esa carita de bebé nacido ayer, pero es un arrogante y tarado! Si le hablas podría avergonzarte. Créeme cuando te digo que esos chicos son unos imbéciles que son totalmente capaces de hacerte daño. 

─¿Por qué lo harían, primero que nada?

Urabe suspira. Definitivamente se viene algo que podría (o no) herir a Abril.

─Escucha: una de las razones por las que abusan de ti, es que por fuera pareces que no tuvieras ni una gota de seguridad y autoestima. Eres tímida, y siempre que se ríen de ti les sigues la corriente. Esas cosas son las que hacen que una persona agrandada quiera aprovecharse de alguien.

─...

─No te enojes, Abi, pero es la verdad. Si les hablas a ellos, van a querer humillarte. Por favor, créeme.

─Si piensas que soy una tonta debilucha, entonces ¿por qué andas conmigo?

Esa pregunta congeló a Urabe en su lugar.

─¿Qué...? A-abi, por favor, yo no soy como esos mongólicos, lo demostré desde el día que nos conocimos. Si hubiera querido engañarte, lo hubiera hecho a los dos días de hacernos amigos, pero no lo hice, y tampoco lo haré. No todas las personas son iguales.

─¿Sabes qué? Creo que tienes razón. De todas formas no soportaría perderte.

─Y yo no soportaría ver que Kisugi o cualquiera de esos tarados te hiciera daño. Voy y les rompo todo─ golpea una de sus manos con su puño, tres veces seguidas, con el seño fruncido.

─Jeje, tampoco hay la necesidad de ponerse agresivos─ le palmea la espalda.

─Oh, claro que la hay, ¡porque contigo nadie se mete!─ la atrae hacia él con uno de sus brazos y con el otro le da unas caricias en la cabeza.

─Ay, Urabe, ya, algunos nos están viendo─ ríe avergonzada.

Pero lo cierto es que Hanji estaba muy preocupado por lo que le pueda pasar a Abril. Si ella intenta hablarle a Kisugi o a cualquiera del Shutetsu, le da un ataque al corazón, al hígado, a todo el cuerpo, porque lo que menos quiere es verla llorar desesperadamente. Tiene que evitar que ella tenga contacto con esos individuos.

Sin embargo, no sólo está molesto por eso, sino que siente... celos. Celos de Kisugi, porque con tan sólo haber sido visto una vez por Abril, ya se ganó su corazón, y él ha tenido muchos encuentros con ella, y no siente nada por él.

─Maldito Kisugi, voy a enseñarte quién es el chico ideal para Abril─ cierra el puño con fuerza, y mira al cielo, lleno de determinación. 

𝗨𝗡 𝗔𝗠𝗢𝗥 𝗟𝗘𝗔𝗟 ❱ Capitán Tsubasa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora