Jungkook no se negaría al pedido dócil de su omega dormido. No señor.

–Está bien. Pero primero iré a lavar tu ropa y darme una ducha. Me siento algo... pegajoso –sonrió el alfa, echando una ojeada hacia su parte baja. Minnie siguió la dirección de su mirada y se ruborizó por las manchas de su propio lubricante humedecido el pantalón de Jungkook.

Mmm... Está bien, alfa. Lo siento.

–No te preocupes, que no es nada. Si deseas unirte para un baño, mi lobo y yo no nos enojamos –bromeó al respecto. El omega de Jimin respondió encogiéndose bajo las mantas, escondiendo su timidez.

Era por mucho más adorable y fácil de llevar que su humano. Era una lástima que Jimin fuera todo lo contrario a ese pequeño lobo.

***

A los diez minutos, Jungkook abandonó el cuarto de baño, cubriendo su cintura con una ceñida toalla blanca. Al mismo tiempo, se secó el torso y el cabello con una más pequeña.

Jimin había vuelto a ser el de siempre, aunque permanecía refugiado entre las sábanas, sólo dejando un hueco para que saliera su cabeza. Estar en la cama de su destinado, cubierto con su ropa y empapado de su aroma, lo relajaba.

–Tu omega ha salido hace un rato –el alfa interrumpió la oscura mirada que el pelirrosa mantenía sobre su cuerpo húmedo. Se sentía orgulloso de que su omega mostrara interés en él, así fuera sólo por ver su cuerpo.

–Lo sé –se relamió Jimin, observando con detenimiento cómo algunas fugitivas gotas de agua resbalaban desde el cabello rubio de Jungkook hasta su pecho, donde transitaban sobre los pectorales y los firmes abdominales hasta perderse al sur, justo donde una ligera capa de vello asomaba.

Podía ser un odioso con el tipo, pero no estaba ciego. Le gustaba admirarlo, siendo un hombre varonil y fuerte, capaz de defenderlo y protegerlo.

–Tu celo está cerca. Te arriesgas demasiado por un poco de dinero.

–Es mi culo, Jungkook. No vas a decidir quién puede anudarme –el desafío danzó en los orbes grises. Estaba cansado de tener que pelear constantemente por lo mismo. Era la forma en que se ganaba su sustento y Jungkook no tenía por qué ponerse en plan celoso y conservador.

–Te ofrezco mi departamento para que te quedes el tiempo que necesites. Trae tus cosas y pásalo aquí, con todas las comodidades. Prometo que no te tocaré. Y si lo que te preocupa es el dinero, te pagaré por los turnos. Sólo permítele a Minnie quedarse aquí, a salvo.

–Quieres tenernos controlados –Jimin hizo a un lado las sábanas que lo envolvían y se sentó con brusquedad en el borde de la cama, dejando colgar sus pies. Cruzó sus piernas desnudas con sensualidad, tentando al hombre frente a él. Se estaba burlando de su proposición.– Quieres asegurarte de que Minnie no se aparee con otro alfa que no seas tú. Es una buena excusa tenernos aquí en nuestro punto más vulnerable y marcarnos, como tanto deseas, ¿no es así?

El lobo del alfa gruñó enfadado. No le gustaba la actitud de la parte humana de su destinado. Era como si no quisiera aceptar la protección que le brindaban y a la vez despertara con sus acciones su instinto carnal más primitivo. Tanto Jungkook como su lobo estaban cansados del tira y afloja. Pero estaban más cansados de tener que solucionar las consecuencias de los actos de Jimin, que no cuidaba de su propio lobo.

El rubio incrementó la cercanía con el omega llegando hasta él. Las manos le temblaban culpa del enojo y la rabia. Ser rechazado por su destinado todo el tiempo lo alteraba, sobre todo a un alfa dominante, que no estaba acostumbrado a que se le niegue nada ni que jugaran con su orgullo.

Esclavo del Placer ║ Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora