¿Alguna vez cambiaría esa rutina llena de polvo, asesinatos y desesperación? Llena de soledad, desgracias, enemigos y problemas.
Tal vez un descanso podría servirle a Murder, aunque fuera en contra de su voluntad.
Más si es Swap el que lo obliga a a...
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Murder se despertó.
Estaba tranquilo, además aliviado.
No se había despertado con una cubeta con agua.
Lo primero que hizo fue ir a ver por las ventanas, para observar si Swap estaba cerca.
Pero, no estaba por ningún lado.
Swap no estaba...
Él no estaba.
Murder empezó a reír.
Murder agarró unos cuchillos de la cocina, junto con otras herramientas.
Era hora de escapar.
Con un martillo trataba de destruir la puerta, y empujarla.
¡Pero, parecía indestructible!
Fue por las ventanas y les aventaba cuchillos.
Parecía que estaban blindadas.
Así estuvo probablemente unas tres horas, hasta que Murder se hartó.
La casa estaba destrozada.
Pero, nada estaba lo suficientemente roto como para poder escapar.
Logró cargar el sofa, y gracias al enojo, lo aventó hacia la puerta.
El sofa quedo destrozado, y la puerta, seguía sin romperse.
Enojado, fue a su cuarto a por el teléfono que Swap le había regalado.
El único contacto que tenía ese teléfono era Swap, entonces lo llamó.
Él le contestó sin dudar.
—¿Murder?
—¿Dónde carajo estás?
—¡Buenos días! Estaba entrenando con Alphys, te deje dormir ya que estoy más ocupado de lo normal.
—¿Entonces que mierda te tiene tan ocupado para que me dejarás dormir? No estás desde la mañana.
—Eso no es relevante para ti, ahora, llegaré en unos cuantos segundos, vamos a pintar y dibujar con Ink cuando llegué.
—La semana pasada hicimos tiro con arco con Dream, ¿ahora dibujaremos y pintaremos con Ink? ¿Acaso se te acabaron las ideas Swap?
