Piratas del caribe: la maldición del Perla negra

Capitulo 5: Rescate fallido

Parte 1

Al día siguiente el Sr. Gibbs nos citó en el muelle para presentarnos a la que se iba a ser nuestra futura tripulación, tuve un sueño agradable aunque al salir del camarote, había rastros de moluscos, ¿Cómo llegaron ahí?, bueno la tripulación se encontraba de pie en una fila en el muelle, me pregunto si me veo mal por que al llegar no dejaron de mirarme, me intimidaba un poco ya que veían casi sin parpadear, ya perdí la cuenta de cuánta gente me ha visto así desde este viaje.

─ Deléitate  sus ojos con lo que te muestro Capitán, leales marineros de servicio. Todos y cada uno de ellos son muy valiosos... y están locos también.

─ ¿Esta es la devota tripulación? ─ pregunto Will, yo le di un leve codazo era mejor que nada, siempre que nos pudieran ayudar a salvar a Eli.

─Tú marinero ─ llamo Jack deteniéndose frente a un hombre con un loro sobre su hombro.

─ Cotton señor─ informo Gibbs.

─ Señor Cotton, ¿tiene el coraje y la fuerza para acatar órdenes, permanecer fiel ante los riesgos   y una muerte casi segura?─ preguntó ─ señor Cotton, contesteme.

─Es mudo señor─ informo Gibbs─ al pobre diablo le cortaron la lengua, enseñó al loro a hablar por él, nadie sabe todavía cómo.

─ Me dirijo al loro, la misma pregunta.

─Arriad velas, arriad velas ─ grazno.

─ Eso sonó como un sí ─ conteste con una sonrisa, era fascinante.

─ Claro que si ─ dijo Jack antes de mirar a Will ─ ¿Satisfecho?

─ Ya comprobamos que están locos

─ ¿Y qué ganamos  a cambio? ─ preguntó una voz de mujer.

Jack se acercó a la dueña de esa voz estaba al final de la fila, se tapaba la cara con un sombrero estaba con el resto, le retiró el sombrero dejando ver el rostro moreno de una joven, debo admitir que era bonita, extrañamente sentí un retortijón en mis entrañas ¿celos?.

─ Ana María ─ dijo Jack al mirarla con una sonrisa, claro quizás era una de sus muchas enamoradas, pero como las chicas de anoche esta le dio una bofetada, una vocecita decía que si me dejaba llevar por absurdos pensamientos seria como ella una más y otra decía que debía cortarle el cuello... no me gusta esa.

─ ¿Supongo que tampoco lo merecías? ─ preguntó Will, con un deje de burla.

─ No, de hecho, puede que  esa si ─ admitió.

─ Robaste mi barco ─acusó Ana María.

─ En realidad ─ trató de excusarse antes de recibir otra bofetada incluso puso sus manos algo levantadas ─ lo tomé prestado, sin permiso, pero con toda la intención de devolvértelo.

─ ¡Pero no lo hiciste!

─ Te conseguiré otro─ tratando de calmarla.

─ Más te vale ─ conteniéndose para no pegarle.

─ Si, uno mejor ─ intervino Will.

─ Si, uno mejor ─ repitió Jack

─ Si, ese ─ dijo Will señalando al interceptor, lo mire extrañada.

─ ¿Cuál ese? ─ preguntó Jack, desorientado ─ ¿ese? ─nos preguntó a Will y a mi yo solo me encogí de hombros─ si ese, ¿Qué te parece?.

─ ¡Claro! ─ afirmo Ana María y fue coreada por los demás en acuerdo.