Capítulo 18: Visitantes inesperados.

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Era un mierda. Y Susan no sabía si podría salir de allí en algún momento.

Y, por, sobre todo, ella necesitaba a Jungkook. Allí. Con ella.

Necesitaba el hombre, alienígena o lo que fuese, la apresara entre sus brazos de nuevo y le prometiera que todo iba a estar mejor, necesitaba de sus dulces caricias y de su mirada cariñosa. Porque en el fondo, y aunque odiase admitirlo, ella no era lo suficientemente fuerte como para sobrevivir a todo aquello sola.

Todavía no era fuerte. Todavía se sentía vulnerable y débil, todavía podía sentirse asustada ante lo inesperado, ante la idea de quedar sola para siempre.

Susan lo necesitaba a él. Necesitaba a Jungkook.

Pero ya había pasado una semana y él aún no despertaba, y acurrucarse a su lado no era lo mismo que ser abrazada por él.

—T-tengo miedo...—susurró con voz débil y rota por el llanto, mientras se hacía bolita la tierra húmeda que comenzaba a ser barro gracias a la lluvia.

Un fuerte grito escapó de sus labios, sus perros ladraron y Coffe, el kroktal de Jungkook, se acurrucó a su lado gimiendo mientras la miraba.

Susan gritó de nuevo, golpeando el suelo a su lado, sollozando. Sin saber de que otra forma expresar el dolor, el miedo y todo lo que sentía.

La lluvia helada empapó cada centímetro de su cuerpo, mismo que temblaba por el frio de forma incontrolable mientras la lluvia la golpeaba.

Susan ya no tenía fuerzas para levantarse, no por si misma.

Sus dientes comenzaron a castañear con fuerza, y una bocanada de aire se escapó de su boca mientras una ráfaga de viento enviado con la lluvia punzante chocaba contra su piel, como si lo que cayese sobre su cuerpo no fuese agua, sino que miles de agujas dolorosas.

—¡Hembra! ¿Qué está haciendo? —él grito de una voz joven resonó en sus oídos, escuchándose por encima de la lluvia.

—Hembra tonta, ¿Sabes lo que es la hipotermia? —otra voz, esta más seria pero cargada de preocupación y molestia se escuchó. —¡Te vas a morir de frío, pequeña cachorra!

Susan levantó su mirada, enfocando a un hermoso hombre alto y de negra cabellera mirarla hacía abajo, preocupado y con el ceño fruncido.

Susan no sabía quien era, pero estaba segura de que al igual que Jungkook, él tampoco era humano.

Susan tomó aliento para responder, pero no pudo hacerlo.

Unos brazos fuertes la tomaron y su cuerpo chocó contra uno caliente. Susan levantó la vista, enfocando a un precioso chico que parecía un ángel de una empapada cabellera naranja.

ihjulm'a iroeisa. (Vamos a dentro) —él hombre de cabellera negra dijo, tomando las manos de Susan entre las suyas y pareciendo alarmado. —Sarium ijtamunh yu aj tmein. (Ella podría morir si su temperatura no sube)

Kerjak. (Mierda) —él hombre de cabellera naranja y voz suave, soltó de pronto. —Tus labios... Azules, ¡No dormir, hembra humana!

Sus ojos brillaban con verdadera preocupación mientras caminaba por la casa.

Susan quiso reír por unos segundos. Él sonaba igual a Jungkook cuando estaba aprendiendo a hablar el idioma.

—¡Kausnm'sa, Jimin! (Ven aquí, Jimin) —otra voz, pero esta más grave y gruesa, sonó en el segundo piso de la casa.

Él chico de cabellera naranja subió rápidamente, pareciendo saber hacía donde subir, hasta adentrarla en el baño. La ducha estaba abierta y el vapor llenaba el lugar.

DRAAKON |JJK| (#1)Where stories live. Discover now