^MY LADY ASTRID^

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3 Meses habían pasado desde que Hiccup le gritó por engordar, desde entonces, fueron 3 meses en los que ella había caído en una baja autoestima y en un cuadro de bulimia muy, pero muy preocupante.

Astrid trataba de comer lo menos posible y, cuando debía hacerlo, era cuestión de tiempo para que vaya al baño a hacer todo lo posible para vomitar lo que comió. Poco a poco su cuerpo fue adaptándose y ahora no podía comer algo sin vomitarlo después.

Ella se levantó tan rápido como los patines le dejaron hacerlo, además que cada vez se sentía más débil. Cuando salió del baño, se dió cuenta que había manchado su blusa, por lo que se quitó los patines y luego su blusa para mandarla a lavar, pero se vió al espejo y se asustó. Ella estaba muy delgada, incluso aún más delgada de lo que era cuando conoció a Hiccup.

La ojiazul se preocupó por su estado, sus ojos se cristalizaron y empezó a marearse, de repente, las puertas de su habitación se abrieron y dejaron ver a su esposo entrar.

-¿Astrid?- preguntó algo preocupado por cómo la encontró, además de que recién la veía con el torso semidesnudo después de 3 meses y se alarmó por todos los huesos que se le veía, se alarmó por lo delgada que estaba- ¡Astrid!- exclamó preocupado, cuando la vió desvanecerse y la atrapó justo antes que se cayera.

Rápidamente, la recostó sobre su cama y la tapó con las sábanas, se ponía muy nervioso al verla así y su corazón se rompió al verla llorar.

-Soy una idiota.- sollozó su esposa.

Pero no más, Hiccup ya no iba a permitir que ella sufra por sus estupideces, él estaba conciente que ésto había pasado por su culpa, por sus palabras hirientes, pero ya no iba a seguir actuando y pensando como su familia. Ahora se daba cuenta que Astrid era quien más le importaba en el mundo, no su familia o su propia fama. ¡Era Astrid a quien amaba!

-¡No!- negó él también empezando a sentir sus ojos aguarse y su voz se quebraba- Yo soy el idiota, yo soy el maldito idiota que te hizo esto. Yo fui el que juró cuidarte y ayudarte, estar ahí para protegerte, pero te he fallado, te he fallado en más de una manera, lo he hecho muchas veces y... Y te pido, no... Te RUEGO que me perdones. Por favor, perdóname, fui el esposo más imbécil y cruel del mundo, sé que no merezco tu perdón, pero tienes que saber que yo te amo. Te amo más que a nada y a nadie, Astrid Haddock. Y, porque te amo, prometo cambiar, lo haré y seré el esposo que tú mereces, te lo prometo.- pidió disculpas tomándola de las manos y dejando que sus lágrimas salgan y miraba con súplica a su esposa, quien lo miraba con esperanza y sin ningún tipo de rencor.

-Yo también te amo, Hiccup, y por eso creo en ti. Creo en nosotros. Te perdono.- le concedió las disculpas para desahogo del castaño, el cual la abrazó con cuida de no hacerle daño y se permitió llorar con libertad sobre su pecho.

-Gracias, Mi Lady.- soltó entre leves sollozos, cuando ambos se calmaron, luego secaron sus lágrimas y él le dió un casto beso- Traeré a nuestra experta médica, te vamos a ayudar a recuperarte.- le aseguró con una sonrisa, antes de darle otro beso en la frente y salir.

En la noche, cuando la princesa ya se sentía mucho mejor y ya le habían dado todas las indicaciones de su nuevo tratamiento, ambos tuvieron una buena reconciliación de su matrimonio en la cama.

¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. ❤️

También espero que éste capítulo les haya tomado conciencia de lo graves que son los problemas alimenticios, sé que no hice muy explícito el tema, pero tampoco quería abrumarlos, simplemente, quería que se den cuenta que es terrible juzgar a alguien por su cuerpo.

¡NADIE TIENE DERECHO DE JUZGAR U OPINAR SOBRE EL CUERPO DE OTRA PERSONA!

Recuerden eso, por favor. 🙏🏻

Y déjenme decirles, que se viene una pequeñita sorpresa en la trama... 👀

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 💜

A_Hiccstrid