H - "SUBASTA"

42 1 0
                                    

    -Vamos Jimin, no puedes quedarte así, ya ha pasado casi un año desde que tu Sub te dejó-. Se quejó el de ojos miel, recibiendo un suspiro frustrado del contrario.

    -Ugh, lo sé, es sólo que el que Wonnie se haya ido de repente me hace pensar que no soy un buen Dominante. Es decir, ¿Qué dominante que este al pendiente de su sumiso se entera que las cosas van mal cuando se encuentra con su pareja saliendo de su apartamento con maletas y sin claras intenciones de volver o de querer decirte a dónde va?-. Frustrado, el rubio se froto el rostro con sus manos enfundadas en anillos de reluciente plata.

    -Jimin, no puedes dejar que una experiencia se transforme en toda la experiencia-. Regañó.

    Jimin miró a su amigo de la infancia, lo que Taehyung no sabía era que su anterior relación a Wonnie, y la anterior a esta y la anterior, todas habían terminado igual, con sus parejas yéndose de la noche a la mañana. Algunas eran tan amables de tomar un desayuno con él, platicar un rato e irse, la mayoría eran chicas, porque los chicos simplemente desaparecían y Jimin entendía que los espacios vacíos en su casa y el anuncio en su celular de “este usuario te ha bloqueado” significaban un adiós definitivo y un fracaso más.

    -Entonces, ¿dices que la solución a mis problemas es que vaya a tu mazmorra?-. Preguntó con escepticismo, mostrando una perfilada ceja levantada.

    -Exacto, te aseguro que si bien puede que no encuentres a otro Sub, te puedes despejar un rato y no sé, divertirte, o si te sientes de ánimo lo suficiente, te puedo hacer un espacio para un espectáculo-. Mencionó sonriendo.

    Tener a Jimin, un dominante con experiencia haciendo un espectáculo era sin duda algo que llamaría la atención, además de que extrañaba tener a Jimin como colega.

    -Mira, sólo piénsalo, ¿está bien?, o si quieres ir a ver, como mi acompañante, sin involucrarte, puedes venir también. Sabes que ese lugar es tanto tuyo como mío-. Taehyung tomó la mano anillada entre sus dedos largos y sonrió reconfortante. Jimin imitó el gesto y un nuevo suspiro escapó de sus labios, considerando la oferta.

    Luego de despedirse, Jimin se encaminó a su departamento a unas cuantas calles abajo del café donde estuvo con Taehyung. En serio quería creer que algo no estaba mal con él, es decir, ya era suficiente el no poder tener una relación Vainilla normal como para que le dijeran que no lo estaba haciendo bien como Dominante. ¿O es porque tampoco era el estereotipo de Dominante?

   Resignado, subió las escaleras lentamente con un pedazo de tarta de la cafetería que sería su cena en su brazo y observando los mensajes de su celular con el mismo, mientras que con su mano libre buscaba las llaves en el bolsillo de su cárdigan. 

    -¿Dónde mier…-.

    El suave eco del pastel cayendo al suelo destrozado fue lo único que se escuchó en aquel pasillo.

    -Disculpe yo…-.

    -Fíjese por dónde camina, señor-. Jimin fue interrumpido por una voz molesta. Con el ceño fruncido,  Jimin miró a la persona que lo había chocado a él.

    Alto, no lo suficiente, ancho pero sin discernir si era musculoso o no; sudadera de algodón oscuro y pantalones de chándal tallas más grandes que el propio sujeto y el cabello negro amarrado en una media coleta con un poco cayendo sobre sus ojos. Aunque no pudiera ver su rostro por el cubrebocas que llevaba y el cabello tapando su frente, el chico delante de él se veía furioso.

    -Fíjese por donde va usted, señor, que parece un niño pequeño corriendo porque perdió a su madre en el supermercado-. Jimin respondió irritado, tocando con su dedo índice un, sorpresivamente, esponjoso pecho.

SHS!Where stories live. Discover now