Capítulo 44

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Ira, nunca había sentido ira, nunca me había sentido como un huracán, como una tormenta a punto de estallar, a punto de destrozar todo a su paso.

–– Voy a desgarrarle la piel –– siseó Charles ––. Voy a despedazar a su Duobus, Hunter. Lo juro por mi Duobus caído.

Descubrí muy tarde que Alice sí había conseguido conquistar el corazón de Charles. Él se levantó del suelo e hizo crujir su cuello, dio un paso hacia delante, pero se detuvo al ver como un chico salía de detrás de un árbol. Nelson, el mejor amigo de Brooke.

Me sentí confusa, yo no le había visto en el ritual, ella no le había nombrado. No entendí cómo lo habían logrado atrapar, aunque...nadie le estaba agarrando.

–– Ahora comprendo cómo Berel supo lo del ritual del Clan de Bran –– dijo Hunter en tono seco ––. Nelson les dio la información.

Se me heló la sangre. Esto destrozaría a Brooke. Esto la haría sentir culpable, la conocía lo suficiente para saber que esto la mataría.

Berel salió de entre las sombras junto con un Duobus, bajo la luz de la luna brillante, su pelaje se veía tan oscuro que parecía azul. Dos hombres salieron de entre los árboles. No me sorprendió ver que el Guardián de Cambridge jugaba con ventaja. Ellos eran cinco y nosotros cuatro. Cinco Duobus contra tres.

–– Me quedo con la chica, el chico, y sus Duobus –– soltó Charles, su rostro mostraba furia. Todos debíamos sentirnos igual, la furia, la ira, las sentía en mis huesos, en mis venas, las sentía rodeando mi corazón.

Busqué la mirada de Hunter, rápidamente la encontré, pero no duró mucho. Comprendí que no pudo aguantarme la mirada, y eso me removió por dentro. Yo siempre pensé que los ojos no sabían guardar secretos, pero los de Hunter, guardaban muchos.

Vi como se agachaba para quedarse a la altura de Damon, como pegó su frente a la de él. Moira se acercó a Mary, ambas se miraron a los ojos. Anubis y yo en una sorprendente sincronización caminamos hacia Charles, le agarré de la mano, la única parte desnuda de su cuerpo a parte de su cabeza, donde poder tocarle. La ira de su mirada se volvió durante unos segundos agradecida.

–– Cuenta con Anubis y conmigo. Alice es mi amiga, y quiero destrozar a Nelson tanto como tú –– dije con una voz tan decidida que solamente la había escuchado en la Tierra del Viento.

Charles asintió.

–– Es hora de salir a combatir –– dijo Hunter y sin darse la vuelta ordenó ––. Guardiana, ya sabes lo que tienes que hacer.

En ese momento la tierra tembló y los árboles se movieron y sus ramas se fueron juntando unas con otras, entrelazándose, creciendo hasta formar en pocos segundos una barrera complicada de penetrar.

Se me erizó el vello al ver como la Guardiana protegía su Bosque y todo lo que habitaba en él para que nadie lograse entrar. Me sentí orgullosa de pertenecer a este lugar, de pertenecer a este grupo, orgullosa de ser Custodio.

Me giré en el momento en que Hunter fue el primero en cruzar el Círculo de Protección, Damon lo cruzó a su lado. Mary y Moira, fueron las siguientes, junto con Charles.

En el instante en el que yo iba a salir, la Guardiana del Bosque se apareció a mi lado.

–– Te buscaré cuando vuelvas, a los dos.

La miré por encima del hombro y asentí. Imaginé que mi relación con Hunter sí era de su incumbencia.

Respiré hondo, y miré a Anubis.

Su tranquilidad me reconfortó.

–– Juntos –– le dije. Su asentimiento fue lo que necesité para salir del Círculo de Protección.

El Guardián de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora