•| Broken |• © Taegyu •

ʚ|💢|⠿ ꒰ Pain, anger ꒱

Beomgyu suspira e inicia una profunda reflexión sobre cómo puede rechazar la cena familiar sin parecer sospechoso.

No mucho después, su teléfono suena de nuevo, pero esta vez es Yeonjun quien llama y de igual forma, Choi responde.

─ Beomgyu-ah, ¿qué estás haciendo? Por favor, dime que tú y Soobin no están peleando y poniendo mi casa patas arriba. ─ Dice Choi a la ' Yeonjun
manera': muy alegre. Beomgyu ríe un poco.

─ Soobin se fue poco después de ti y en realid-¡Santa mierda! ¡Esto está muy caliente! ¡Oh, por Dios!

Choi finalmente se da cuenta de que la sopa de pollo que intenta cocinar ya no tiene caldo y que el pollo está tan quemado que humea, así que deja el teléfono sobre la encimera y se acerca a la estufa, pero cuando toca el mango éste está tan caliente que lo sorprende y deja caer toda la sartén al suelo. Los trozos de pollo vuelan a su mano y Beomgyu maldice, pero rápidamente apaga la estufa y gruñe de dolor.

Yeonjun escucha todo el alboroto y le pregunta si está bien, pero no hay una
respuesta, por lo que, naturalmente, su mente asume lo peor.

Beomgyu, por otro lado, está lavándose la mano, la cual tiene una leve quemadura que ya es visible. Sus ojos se llenan de lágrimas y pierde la concentración de todo lo que sucede a su alrededor pues a su mente vuelve el momento en que su madre mencionó a Taehyun.

Sus lágrimas comienzan a caer una por una y precisamente no por el dolor.

'Él está bien. Incluso sin mí, lo está haciendo bien y su trabajo no se ve afectado no le importa. No tengo ningún efecto sobre Taehyun.'

Beomgyu llora de nuevo. Sabe que el corazón de Taehyun valica. Quizás en el fondo todavía esperaba importarle, tal vez no hasta el punto de perder el sueño, pero importarle un poco. Sólo un poco.

En la cocina de Yeonjun, Beomgyu llora. No sabe por qué todavía le duele tanto pues sabía que Taehyun estaría bien sin él, pero saberlo es tan doloroso...

Al escuchar un ruido en la sala de estar, inmediatamente deja de llorar pues piensa que Soobin acaba de llegar, pero no es él. Yeonjun está casi sin aliento,
sudado, asustado y muy preocupado.

─ Choi Beomgyu, ¿estás bien? ─ Yeonjun va rápidamente hacia Beomgyu, quien está de rodillas en el suelo.

Mirando su rostro desordenado por el llanto, Yeonjun asume que Beomgyu estuvo llorando debido al dolor de su mano. Echa un vistazo más de cerca a
la mano derecha del menor para examinarla: hay enrojecimiento en su
palma por agarrar un mango muy caliente y una quemadura ya visible en el dorso.

Beomgyu se queda mirando su mano sin emoción alguna. El dolor allí no es nada
comparado con el dolor en su corazón.

Yeonjun convence a Beomgyu de ir a la clínica y para su sorpresa, él está de acuerdo. Choi odia ir al hospital pues le tiene miedo al doctor, pero Yeonjun no
le da mucha importancia a eso y se concentra en llevar a Beomgyu al auto.

─ ¿Puedes dejarme en la casa de mis padres después? Hay una clínica cerca
de su casa. ─ Pregunta Beomgyu, por lo que Yeonjun sólo asiente y maneja.

Al llegar a la clínica, Beomgyu inmediatamente lamenta su decisión al
aceptar ir allí el odia los hospitales, así que pensó que la clínica estaría bien, pero los médicos todavía le dan miedo. No le gusta el olor de la clínica y los hospitales.

Beomgyu es curado y Yeonjun se queda a su lado en todo momento. Luego, Yeonjun paga las facturas a pesar de que Beomgyu argumenta que él las pagará y
discuten frente a la recepción, lo que hace reír a la recepcionista. Beomgyu se siente avergonzado y finalmente se rinde, dejando que Yeonjun pague sus gastos médicos, por lo qué éste sonríe triunfante. Beomgyu pone los ojos en blanco, pero sus labios se curvan también en una sonrisa.

De camino al estacionamiento, ni él ni Yeonjun hablan, sin embargo, se mantienen cerca. Beomgyu sube al auto del mayor y espera a que Yeonjun haga lo mismo, pero éste no lo hace y simplemente le indica que lo espere mientras él vuelve a la clínica.

Son las 2:20 p.m., pero el clima es un poco ventoso, por lo que Beomgyu decide disfrutar de la brisa ignorando las miradas de la gente. Juega un poco con el vendaje de su mano derecha y después de unos minutos, Yeonjun corre lentamente hacia él con bebidas en la mano. Trae agua mineral y leche de plátano y se las extiende a Beomgyu, quien toma la leche de plátano y la observa por un rato.

─ Es su favorito. ─ Beomgyu susurra para sí mismo, pero Yeonjun lo escucha y le
limpia las lágrimas que comienzan a caer de sus ojos. ─ Está bien sin mí. ─ Susurra de nuevo, por lo que Yeonjun se acerca más a él, mucho más.

─ Mira, tu vendaje se desordenó. ─ Dice Yeonjun y comienza a arreglarlo. Luego
aparta nuevamente las lágrimas en las mejillas de Beomgyu y le da una suave caricia allí.

─ Sabía que él estaría bien y pensé que estaba de acuerdo con eso, pero me
equivoqué. Me duele, Yeonjun. ¿Por qué soy el único herido? ¿Por qué sólo yo sufro?

Yeonjun sabe que no hay nada que pueda decir para que Beomgyu se sienta mejor, así que en lugar de una palabra, le da un abrazo y una suave palmada en la espalda. Quiere que Beomgyu sienta que no está solo, que
está allí para él.

En el abrazo de Yeonjun, Beomgyu se siente seguro y deja escapar su llanto.

Sin que ambos lo supieran, su acción está siendo observada. Y su corazón hierve al ver a Choi Beomgyu entre los brazos de otra persona.