4| Paso uno, intento dos (esta vez sale bien)

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Discretamente le di un codazo en las costillas a Nil y sonreí inocentemente.

—Hola Vanessa —la saludé

—Ellie, que gusto verte —miró a mi lado y sonrió—. Hola Nil

—Hola, lo siento por lo del otro día —murmuró el medio castaño rubio que estaba a mi lado

—Tranquilo, ya dije que no pasaba nada —Vanessa le sonrió

Vale, esto es un avance.

—Está bien, aun así, me siento culpable —Nil se sonrojó

¿En serio lo hizo? Omaigash.

—De hecho, el cuadro que volví a hacer quedó mejor que el primero, de alguna manera estoy agradecida contigo —comentó Vanessa de una manera un tanto orgullosa por superarse

Me aclaré la garganta, logrando que ambos me miraran, sonreí inocentemente y abrí la boca para hablar.

—Es genial que estén bien y que no haya ningún problema, pero debemos irnos. Otro día pueden hablar —interrumpí su conversación

—Sí, claro —Vanessa le quitó importancia a la situación

—Que bien, porque necesito ayuda para un trabajo sobre la relación entre el arte y la música, es estresante —Nil aprovechó la oportunidad, vale, se ganó mi respeto

—Mañana pasa por mi estudio, estoy ahí gran parte del día —sonrió y se marchó

—Muy bien tigre, paso uno logrado —me burlé y empecé a caminar hacia la salida

Empezamos a caminar un poco más rápido, estaba emocionada y ansiosa. Miraba de reojo a Nil, mantenía una sonrisa, se aclaró la garganta y habló.

—No pensé que te emocionara tanto conocer a mi mamá, ¿No crees que vamos muy rápido?

Rodé los ojos y golpeé su hombro.

—Agresiva, quiero el divorcio

—Al parecer tomas confianza muy rápido —alcé una ceja

—Tal vez —hizo una pausa mientras fruncia el ceño—. ¿Qué signo eres? Siento que eres géminis o capricornio

—Capricornio, ¿Por qué? —Fruncí el ceño

—Por nada.

—No me digas que eres de esos locos obsesionados por las estrellas, los signos y las piedras —me burlé

—Cállate, ¿No ves que hieres mis sentimientos? —Llevó su mano derecha a su pecho de forma dramática

—¿Cuánto falta? —Pregunté

—Unas ocho cuadras —sonrió inocentemente

Lo miré seriamente, con la intención de que rayos láser salieran por mis ojos y lo mataran, pero seguimos caminando en completo silencio. No sabía a donde íbamos, solo seguía a Nil. Y ahora que lo pienso, ¿Tan desesperada estaba como para seguir a una persona que no conozco al cien por ciento?

Sí, ¿Por?

Un ladrido me hizo alzar la mirada, miré a Nil al mismo momento en que él me miraba. Me retracto, correr con mochila no es ridículo, lo único que importa es salvas tu trasero. Miré al perro que estaba unos metros más atrás, era un pitbull. Me encantan esos perros, los encuentro bonitos e incluso adorables, pero cuando les enseñan a matar y ser agresivos me dan miedo, y estoy segura que ahora mismo el perro olió el miedo que siento.

—Corre —susurró Nil

—No tengas miedo, puede olerlo —murmuré

—Lo dice quien está pálida

¿Qué Podría Fallar?Where stories live. Discover now