Capítulo 5

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De regreso a los entrenamientos militares corrimos 33 kilómetros de carreteras llenas de barro y alambradas, según decían que era así el ambiente de combate, aprendimos a cavar nuestras propias trincheras, aprendimos a  sobrevivir sin comida y agua durante tres días, así que decidí salir de la trinchera junto con otros soldados para cazar un animal.

— Tengo demasiada hambre— dice uno de los soldados que estaba conmigo— tengo ganas de comerme una chica jejeje.

— Allá, un siervo.

Apunte al ciervo, puse mi dedo en el gatillo para dispararle al animal, pero al ver que tenía una cría no pude disparar.

— Joder contigo soldado anónimo, has dejado que se fuera— dice Chris molesto conmigo.

— No me gusta matar crías.

— Entonces no servirás para matar alemanes.

Regresamos a la trinchera sin nada con que comer, me moría de hambre, de demasiada hambre joder.

El segundo día pusieron muñecos vestidos de alemanes, disparamos a los muñecos como si fueran de verdad, todos salimos de la trinchera para hacer la carga de bayoneta contra los señuelos, me estaba imaginando que estaba en el campo de batalla, quiero probar estas habilidades en batalla.

El tercer día no hicimos nada, solo nos enseñaron a como sobrevivir en una trinchera, no es tan Interesante esto, solo pensaba en Chloe, el amor de mi vida, tengo tantas ansias de verla a mi lado.

Ya pasamos la prueba y regresamos a la base haciendo la misma carrera de 33 kilómetros, algo cansado, casi me desmayaba en la carrera.

Llegando a la base Chloe me estaba esperando, me abrazo como si estuviera regresando de la misma guerra.

— Al fin juntos Hank.

Es lindo estar con alguien que amas.

— Ven al consultorio, te daré comida— se portó amable conmigo todo el tiempo.

— Vale iré.

Estaba comiendo en el comedor del consultorio, tres días sin comer y por fin logré comer algo.

— Oye Hank, desde que te vi me pareciste lindo y creo que me enamoré de ti— me sorprendió lo que ella me dijo, osea... Jamás una chica me dijo eso, me siento feliz y a la vez confundido.

— No se que decirte— le dije así con nervios— yo también estoy enamorado de ti desde que te vi.

Se me acerca y me besó apasionadamente, mi momento de felicidad empieza pero no por mucho. Llegó mi comandante y me mostró una lista de los que irán a combate en seis días, fui elegido a ir a Francia.

— Te daré otro permiso para que estés con ella anónimo, pero si, debes volver en quinto día.

— Si señor.

Ir a la guerra en un momento feliz es desgarrador, pero mi oportunidad llego pero no creí que era en este momento.

El Soldado Sin NombreWhere stories live. Discover now