parte 2

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No recuerdo mucho de mi pasado, ni siquiera del día en que nací, ni mi primer cumpleaños ni nada, solo recuerdo cuando un doctor me dijo que padecía de Alzheimer, por eso no recuerdo nada porque mi memoria me estaba fallando, la verdad no sé porque el ejército británico aceptaría a un olvidadizo como yo en las filas del frente occidental.

Hablando del ejército británico, recordé que les iba a hablar de eso ¿Cierto? Pues fue algo así como paso.

El ejército estaba buscando nuevos reclutas para luchar en Francia contra el imperio alemán, me ofrecí a unirme
como un voluntario a luchar contra ese ejercito.

El reclutador estaba anotando el nombre y apellido de los jóvenes que querían luchar en la gran guerra, al parecer soy el único que no recuerda su nombre o su apellido. Me tocaba a mí ser el que será preguntado.

— Ok muchacho, dime tu nombre y tu apellido.

— Joder no me acuerdo de mi nombre señor.

— Hijo sin nombre o apellido no será reclutado al ejercito.

— Lo se pero quiero luchar— creo que dije algo así.

— Está bien, te dejare entrar solo porque necesitamos soldados para luchar en la guerra.

— Gracias.

Fui a mi casa a recoger todas mi ropa para irme al cuartel a entrenar, mi casa es una pocilga, era una persona de baja clase a los que los ciudadanos de Londres no les importa si existía o no, tampoco les importa mi condición, solo fui un eslabón perdido, pero... Siento que eso cambiará cuando sea un héroe en la guerra.

Llegue al cuartel con una bienvenida de puros gritos y regaños militares, se me olvidó lo que dijo el que estaba al mando de este cuartel pero lo único que escuche es que estaremos preparados para ir a luchar.

Los entrenamientos eran más fuertes de lo que pensé, nos golpeaban para resistir golpes, nos enseñaban a disparar nuestros rifles, aprendimos a movernos en campos de guerra o más o menos era la cosa, el entrenamiento era demasiado cansado.

A la mañana nos enseñaron la carga de bayoneta, apuñalabamos almohadas vestidas con el uniforme alemán, también nos enseñaron a usar una ametralladora en ese momento eran vickers.

Llevo dos semanas entrenando y me siento preparado para ir al frente, pero las reglas eran que teníamos que durar dos meses de duros entrenamientos para ir a la guerra, estaba demasiado golpeado y me dirigí a la enfermería, ahí conocí algo hermoso en mi vida, era una joven enfermera, no dude en acercarme a ella y hablarle.

— Disculpe señorita— Le empecé a hablar así— ¿Me puede ayudar a sanar mis golpes?.

— Claro chico— me respondió.

Me estaba curando los golpes que me dieron en los entrenamientos.

— Eres demasiado guapo, no entiendo porque te quieres unir— me sorprende que me dijera guapo, jamás una chica me lo dijo, así que le seguí la conversación.

— Vera me quiero unir porque quiero ser un héroe de guerra, no ser una persona debil— al decirle eso ella se sorprendió.

— Jamás conocí a alguien tan valiente como para ir a la guerra, oye ¿Como te llamas?— no sabía que decir, porque todavía no recuerdo mi nombre, entonces le dije la verdad.

— Lo siento, no tengo nombre, a veces me cuesta recordar cosas.

— Te entiendo, pero... No deberías luchar entonces, se que quieres ser valiente pero si tienes perdida de memoria no deberías pelear— me doy cuenta que esa chica se preocupa por mi, no sé si me enamoré a primera vista o fue una atracción hacia ella no lo se no recuerdo bien.

Ya terminando los entrenamientos nos decidieron darnos un permiso a todos los soldados del cuartel, eso me dio una oportunidad de ir a esa enfermería y visitar a esa chica.

Fui a la enfermería y hablé con la chica.

— Hey, ya me dieron mi permiso, era para saber si quisieras salir conmigo.

— Wao— Lo dijo de manera sorprendida— Si quiero salir contigo, déjame estar lista ok.

— Vale te espero.

El Soldado Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora