Capítulo 24

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¿Qué pasa cuando ocurren malos entendidos en un mundo creado por las almas de un mago y una bruja?

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¿Qué pasa cuando ocurren malos entendidos en un mundo creado por las almas de un mago y una bruja?

Aunque ellos no estuviesen enterados de eso, fue como si todo a su alrededor colapsara. Coraline se metió entre ambos cuando Beldam estuvo apunto de arremeter con sus llamas verdes y un ejercito de espíritus, y Jack Black, un hombre bajo la protección de algún dios, no retrocedió un paso.

—¡Deténganse! —exclamó la niña, levantando los brazos apuntando hacia ellos.

Coraline sintió la adrenalina correr por su cuerpo. Sabía que algo grande sucedería; si ellos chocaban, el mundo —aquella realidad— podría desvanecerse.

—Por favor, Coraline, hazte a un lado —dijo la bruja—. No permitiré que este hombre te engañe y te secuestre.

—Oh, hermosa Beldam —saludó él haciendo una reverencia burlona— Que gloriosa mañana es hoy, que me honras con tu enigmática presencia.

La mujer lo miró de mala gana.

—Beldam, él es bueno —insistió la niña con la esperanza de que detuviesen el conflicto.  

Beldam bajó las manos y apagó sus llamas verdes. Dio un respingo con la nariz. Al parecer, trataba de calmar sus ansias de estamparle el puño en la cara al hombre.

—Esta bien —dijo la mujer después de unos segundos—. Sí. Todo está bien —repitió para sí misma— Entonces, Mago ¿Por qué sigues aquí? Te dije que te fueras.

Él subió los hombros.

—Lo estoy.

Beldam apretó los ojos con renuencia, aquel hombre le alteraba los nervios con su patanería y belleza. Respiró hondo e hizo un gesto a los espíritus para que se marcharan. A su lado permanecieron Dodo y Chusquie. Luego sonrió y se motivó a no caer en el juego de un bufón.

Coraline suspiró y se derrumbó de rodillas sobre la grama, le temblaba el cuerpo. El mal presentimiento prevalecía dentro de su ser como una rayo que pronto caería sobre ella.

¡Boom!

La tierra vibró y una ráfaga de viento caliente con olor a cenizas vino del este. Coraline levantó la vista en dirección a los arbustos que ocultaban la colina que dejaba ver el pueblo. No había sido un rayo, sino una explosión muy fuerte.

Coraline incapaz de moverse vio como los cuatro (Jack, Beldam y los dos espíritus) corrieron hacia allí. Y fue allí cuando nació la calamidad. No porque un incendio golpeara a un pequeño pueblo, sino porque sería el inicio de una chispa entre dos almas que jamás debieron unirse. Jack y Beldam se miraron y entendieron lo que debían hacer en un segundo. El mago comenzó a volar y la bruja fue llevada por Chusquie, el espíritu del viento.

Coraline sabía lo que significaban aquella expresión. Las había visto innumerables veces en los ojos de sus padres, cuando salían a invernaderos para observar plantas y elegir su próximo catálogo. Mel miraba a Charlie, y él a ella, luego asentían como dos confidentes y se ponían de acuerdo sin mediar palabras. Pero las miradas de un mago y una bruja iban más allá del simple trabajo de dos jardineros. Ellos, como seres especiales, podían transmitir la esperanza y rescatar a los supervivientes de la catástrofe.

Coraline 2: El secreto de la Otra Madre  | FANFIC COMPLETO |Where stories live. Discover now