—N-no necesito que me lleven para entrar en la Cacería—, tartamudeó Liam, sus ojos parecían iluminarse. Lo observamos atentamente, esperando que continuara.

—Está bien. Parece que tienes una idea, vamos a disc... —Stiles se interrumpió cuando Liam de repente pasó corriendo junto a nosotros, corriendo de regreso en la dirección por la que acabábamos de venir. —¡¿A dónde vas?!

—¡Vuelvo enseguida!

Los tres nos quedamos congelados, observándolo hasta que Stiles giró la cabeza para mirar a Scott. —¿Éramos así?

Mi hermano se volvió hacia su mejor amigo, sin perder el ritmo. —Peor.

—Estoy de acuerdo con eso—, agregué, mirando hacia atrás en la dirección en la que Liam había corrido. Su olor aún era fuerte, y no dudé que sería capaz de alcanzarlo rápidamente. —Iré tras él— anuncié, haciendo que los dos giraran la cabeza para mirarme, con expresiones de preocupación en sus rostros. —Estaré bien. Solo me aseguraré de que él no se mate, ya saben, accidentalmente o algo así.

Después de cierta renuencia, Scott asintió, para sorpresa de Stiles, al parecer. —Ten cuidado.

Di un paso atrás, dándoles a ambos una pequeña sonrisa de seguridad. —Siempre la tengo.

—¿Lo prometes?— preguntó Scott, nuestros ojos se encontraron apropiadamente.

Me encontré tragando saliva, asintiendo con cuidado. —Lo prometo.

—Oye, lo decimos en serio—, agregó Stiles. —No te metas en problemas.

—Trataré de no hacerlo—, les devolví la sonrisa, eventualmente dándoles la espalda mientras seguía el olor de Liam. En realidad no había llegado muy lejos, para mi sorpresa, así que no fue muy difícil seguirlo. Más adelante, se detuvo y yo hice lo mismo, recuperando el aliento para gritar su nombre. —¡Liam!— Llamé, captando su atención. Se dio la vuelta, confundido.

—¿Qué estás haciendo?— Preguntó mientras corría para alcanzarlo. —Deberías volver.

—Quería ayudar—, dije, mientras Liam comenzaba a caminar de nuevo. —Confía en mí, lo necesitarás.

—No necesito tu ayuda—murmuró con dureza cuando comencé a seguirlo, asegurándome de quedarme unos pasos atrás.

—¿Y por qué es eso? Porque estoy bastante segura de que te he salvado el trasero muchas más veces que...

—Becca, en serio— se detuvo, mirándome correctamente. —Solo regresa.

—No, le prometí a Scott que te ayudaría—, le dije, inclinando la cabeza hacia un lado. —Y sabes que no hago promesas a la ligera. 

Liam desvió la mirada, mirando hacia el hospital. Aparté la mirada, preguntándome si había dicho algo malo. Recientemente, cuando se trataba de hablar con Liam, por lo general me encontraba poniendo un poco de fachada, pero que Rebecca era todo lo contrario a la real.

—Lo siento— dijo, tan bajo que casi no lo escuché. Levanté la vista, dándome cuenta de que sus ojos estaban puestos en mí otra vez.

—Está bien— descarté, encogiéndome de hombros perezosamente. —Probablemente yo tampoco querría mi ayuda...

—No— negó con la cabeza. —Sobre Brett. No sé por qué me enojé tanto, algo sobre él realmente me afecta.

—Eso no es importante en este momento— le dije, aunque me divirtió un poco su disculpa. Empezaba a desear volver a ver a Brett y contarle esta conversación.

—Es importante— afirmó. —Quiero decir, puede que no sea importante ayudar a los demás, pero es importante para mi.

—Liam, ahora no es el momento de ser egoísta—, respondí sarcásticamente, rodando los ojos ante sus palabras.

Instict | Liam Dunbar ³Where stories live. Discover now