Intro

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Estaba frustrado, por mucho que penetrara aquella vagina frente a él no era capaz de sentir nada demasiado potente.

La chica bajo su cuerpo gemía en completo descontrol, pidiendo compasión a la vez que pedía que fuera más rápido. Le hizo caso, pero cuando ella llegó al orgasmo, entonces solo le tocó fingir que siquiera se sentía bien.

Park JiMin tenía diecisiete años entonces, sus hormonas le pedían constantemente tener algún tipo de encuentro sexual, pero nunca llegaba a satisfacerse del todo.

A veces iba a lugares de encuentro de gente joven como él, que buscaban follar una o dos veces y hacer como si no se conociesen después.
Otras veces quedaba con compañeras de clase que, al escuchar que era bueno en la cama, acababan suplicándole de rodillas que tuviera un encuentro con ellas.

Sin embargo, ni siquiera cuando estaba solo en su habitación, viendo porno o las fotos que algunas chicas le mandaban podía sentir su pene elevarse por excitación sin estimulación externa.

En serio pensó que tenía un problema, pero no fue hasta que en una búsqueda a media noche de algo de porno que pudiese complacerle cuando vio algo que al principio le resultó incómodo a la vista, pero que acabó por seguir viendo sin poder detenerse.

Su mente decía que estaba mal y justo antes de seguir avanzando detenía los vídeos, simplemente pasaba al siguiente, viendo diferentes vaginas ser penetradas de diferentes formas. O al menos eso vio antes de que se colara una foto que hizo que su polla empezara a cosquillear.

En un principio pensó que aquél redondo y perfecto culo solo podía pertenecer a una mujer, razón por la que empezó a acriciase sobre la ropa, pero al no ver los pechos en su lugar algo se sintió extraño en él.

Aquella piel pálida, el cuerpo delgado y perfecto solo había conseguido calentarle, así que se metió en el perfil de aquel sujeto para poder verle una vez más.

El perfil no tenía una foto de su rostro, de hecho este no aparecía nunca, pero si lo hacía su cuerpo. Primero en fotos como la que había visto y de forma lenta iba dejando ver más de su cuerpo.

Al ver aquel esponjoso y aparentemente suave trasero se quitó los boxers, tomó su polla y comenzó a masajear y acariciar la extensión, mordiendo su labio al no poder dejar de ver aquella fotografía tan erótica y caliente.

Con algo más de calor en el cuerpo aumentó el ritmo de su mano, lo hizo hasta ver cómo su propio glande se veía tapado por la piel de su pene con cada movimiento.

Gimiendo en un tono bajo para que sus padres no le escuchasen, siguió viendo aquellas fotos; o al menos lo hizo antes de ver la realidad que hasta entonces simplemente había estado ignorando.

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Sus manos se detuvieron al ver aquella fotografía de la persona completamente desnuda, pero eso no fue lo que le sorprendió, sino el hecho de que una polla de un buen tamaño apareciese donde no debería.

En un principio sintió que no era correcto, que no podía continuar tocándose ahora que sabía que era un hombre lo que le estaba poniendo cachondo pero, sin poder evitarlo, sus ojos se centraron en el miembro de la foto, viendo cada pequeña vena que se remarcaba por la pálida piel, el glande rosado como el suyo, la erección que parecía tan perfecta...

- Mierda... - sin pensarlo mucho más comenzó a masturbarse con fuerza y rapidez, gimiendo al ver varias fotografías en las que el pene de aquél chico era sutil pero encantador al mismo tiempo.

No mucho después descubrió que no solo habían fotos en esa plataforma, sino que también habían videos.
En algunos de ellos se le mostraba desvistiéndose para simplemente mostrar su delicado cuerpo y, sin embargo, otros mostraban pura lujuria. Una que le llevó a buscar los auriculares, conectarlos y subir el volumen al máximo antes de darle al icono que cambiaría la situación por completo.

En el vídeo, el chico comenzaba a desvestirse lentamente, tocando sus pezones y estómago a su paso, gimiendo suavemente hasta que descubrió su gran erección, haciendo que la boca de JiMin se hiciera agua y su propia erección doliera.

Ambos se quitaron los pantalones, comenzando a masajear el glande con tranquilidad, aunque el chico del vídeo gemía con más libertad que él. Sus suspiros graves y la forma en la que se movía le encantaba. De hecho, pudo correrse antes de que el vídeo terminase, disfrutando de su primer orgasmo real en meses.

Había sido extraño... Incluso se prometió a sí mismo que no volvería a suceder, que solo lo había disfrutado porque había seguido sus pasos para masturbarse y al parecer ese chico tenía una buena técnica.

Prefirió pensar que cuando veía un vídeo porno se corría por ver a la mujer bajo el hombre y no por el hecho de escuchar los gemidos de él.

Intentó no volver a acabar en aquella página web, pero solo fue cuestión de tiempo que volviera a buscar su nombre de usuario en internet.

𝘙𝘦𝘤𝘪𝘱𝘦𝘴 / 𝔍𝔦𝔪𝔖𝔲Where stories live. Discover now