Capitulo XVII

2.2K 130 74
                                    

Si hacemos bien las cuentas hace poco más de una semana que _____ había salido de licencia. Se aburría mucho en casa sin ver a sus niños trabajar, correr y a veces bailar por todo el salón de clases, mentiría si dijera que no los extrañaba aunque sea sólo una semana.

Desde hace días había cumplido los ochos meses, varias cosas se le habían complicado, como: caminar mucho, estar parada un tiempo determinado, dormir con comodidad, comer bien -a veces se llenaba muy rápido, otras lo devolvía todo-, claro está que Aidan ha estado ahí para ayudar a su pobre novia embarazada.

Lo que más desea _____ ahora es tener a sus amados bebés entre sus brazos para poder mimarlos y llenarlos de besos, además de que tenerlo ahí dentro era algo doloroso, cuando se movían se sentía extraño. Toda la piel se le estiraba y ella solo suspiraba profundamente para no gemir de dolor.

Hace tres días fueron a la consulta con el doc, hicieron todo el proceso de siempre y vieron a los bebés, a ______ le dieron otra ecografía impresa en 4D de sus bebés -una que pronto estaría en la pared de la habitación de éstos-. Cómo el parto se realizará por medio de la cesaría, les dieron fecha fija del nacimiento. Sería el 10 de diciembre. Para _____ y Aidan estaba bien, la primera navidad de los niños sería catorce días después del nacimiento de los niños. Excelente.

Aidan cocinaba la cena en la cocina, estaba haciendo un poco de ensalada de frutas con yogurt, el doctor le exigió a _____ que esté último mes se cuidara, comiera más sano y ligero.

_____, sentadita frente al televisor de pantalla plana viendo unos programas en el canal de niños, era algo entretenido pero no entendía por qué en esas caricaturas los animales hablaban, ella pensaba que estaba mal ya que solo confundían a los niños haciéndoles creer que los animales tenían la capacidad de hablar. Cómo pudo cruzó sus piernas quedando en posición de indio con un plato de uvas sobre el vientre abultado. Las uvas eran de las muy pocas ganas que en verdad le gustaban y más si estás no tenían semillas.

El programa proseguía, la protagonista era una cerdita que con su familia iban de visita a casa de sus abuelos, y ellos ahí tenían unas gallinas, raro pero entretenido. Las uvas estaban por acabarse y ella no quería pararse a buscar más.

-¡Aidan!-gritó-¡Se me están acabando las uvas, amor!

-¡Espera un momento que estoy preparando la cena!- gritó de vuelta.

-¡No tardes!

Siguió comiendo las pocas uvas que sobraban y se dió cuenta de que seguía el mismo programa pero con diferente episodio, se dispuso a seguir viendo y esperar a su novio.

Ya estaba en la mejor parte cuando sintió algo, fue raro e incómodo, sus pequeños bebés comenzaron a patear -más bien patalear, según _____-, se removió incómoda en el sillón, las piernas se le comenzaron a entumir y algo golpeó en la parte baja de su vientre, ahogó un gemido y tocó la parte afectada.

-¡Aidan...!

-¡Espera, amor, ya casi!-Interrumpió.

-¡... Ven rápido que me he orinado por el culo!- siguió hablando-¡Ayúdame, idiota!

Un dolor agudo se expandió por todo su cuerpo y tuvo miedo por sus hijos.

-¡Aidan, duele!-chilló.

Cuando se dió cuenta ya estaba en la parte trasera del auto de Aidan, recostada, respirando profundamente y sudando como nunca en su vida. Su novio de ojos verdes le hablaba desde su puesto de conductor, diciéndole que se tranquilizara y respirara profundamente, cosa que ya estaba haciendo.

-¡No me digas que hacer, maldito idiota!- gritó gimiendo de dolor, los mellizos estaban como locos dentro de ella.

Aidan suspiro algo divertido por la actitud de su novia, y preocupado, esperaba que esto no sea nada malo y no afectará a ninguno de sus tres bebés.

babies for Aidan Where stories live. Discover now