Capitulo XI

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El almuerzo con los chicos no estaba siendo para nada agradable, se sentía la tensión entre _____ y Dan, el chico de cabello rizado aún no entendía por qué su novio sentía tantos celos del rubio platinado. Él se iría en una corta semana, después de eso volverían a ser Aidan y ______, claro más el pequeño creciendo dentro de su amada novia.

Todos comían concentrados, con la vista en sus platos sin decir una palabra, el único sonido proveniente de la mesa era el de los cubiertos al chocar con los platos de porcelana.

—Y dime, Aidan... ¿Cómo estuvo Londres?— preguntó Niall, para iniciar una conversación y tal vez así, eliminar la tensión casi palpable.

—Agradable— sonrío—pero no volvería a ir, a menos que vaya ______.

—Oh, bueno, entonces ¿Dices que Dan trabajaba en la misma área que tú?— siguió cuestionando a la vez que cortaba un pedazo de su carne marinada y se la llevaba a la boca.

____ rodó los ojos al escuchar tal nombre, para todos estaba claro de que aquel muchacho no era para nada de su agrado.

—Sí, prácticamente yo era su jefe—se burló Dan y río.

—¡No digas eso! Se supone que nadie debería saberlo— negó riendo el ojiverde. Aidan de verdad se divertía hablando con su nuevo amigo.

La pequeña castaña suspiró sonoramente llamando la atención del rizado.

—¿Paso algo, amor? ¿Te sientas mal?—Aidan se volteó con cierta preocupación, la menor negó con una pequeña sonrisa. El más alto acercó su rostro al de ella y beso su mejilla castamente repetidas veces, causando en ______ una risilla infantil— Termina de comer, quiero ir a casa a descansar. — ordenó su novio.

—Aidan...—susurró ______ cerca de su oído, el nombrado volteó levemente y alzó las cejas, dándole a entender que tenía todo su atención. —El jueves tengo una cita con el doctor, quería saber si ¿Quieres venir conmigo?

A Aidan se le iluminó la cara, claro que quería ir, de ahora en adelante no se perdería ni una sola oportunidad de ver a su bebé.

—Claro que sí, amor— asentía y sonreía efusivamente, su alegría era notoria.

_____ pico uno de sus hoyuelos con su dedito y río.

—Perfecto.

Se re-acomodo en su asiento para seguir comiendo. Se sentía feliz, segura y tranquila de tener a Aidan ahí a su lado, le gustaba su presencia, le había sentir cálida por más que estuviera lejos. Con el simple hecho de saber que su novio estaba en la misma habitación que a ella la ponía alegre alegre y de buen humor.

_____ suspiro, comiendo y pensando en su bebé, ya quería saber si sería niño o niña, quería tener su pancita abultada y que Aidan la mimara todo el tiempo sin chistar, la menor estaba muy segura de que él más alto lo haría con gusto.

Madd fue la primero en terminar su almuerzo, dejo el dinero necesario para pagar y dar un poco de propina y sin más, salió del establecimiento dejando a cuatro chicos confundidos y a una triste cabizbaja. Decidieron no darle importancia, y tampoco es que lo vayan a dejar pasar, pero esperarían a que ella diga cuál es su preocupación.

Preocupación la cual solo _____ estaba enterada.

—Bien, nos vamos, adiós—se despidieron todos parándose ya pagando la cuenta, dejando una jugosa propina para el mesero.

Aidan manejó nuevamente, está vez se dirigió a casa de su pequeña. En ese mismo instante recordó que no contaba con muchas cosas ahí, pronto se iba a ver obligado de pasar unas cuantas cosas hasta ahí.

—¿Cómo se conocieron?—Dan sentado en la parte trasera del auto, preguntó.

La castaña recordando la loca noche que conoció a Aidan, sonrío.

—En la comisaría—Contestó _____, serena.

—Inusual, loco —río—. ¿Cuánto llevan saliendo? Aidan me ha comentado que no mucho.

—Estamos yendo por los cuatro meses, algo así—Aidan asintió con la cabeza, viendo por el espejo retrovisor a Dan y sonriendole.

—No es tan poco, cuatro meses es muy bueno—le devolvió la sonrisa a Aidan—¿Cómo vas con tu embarazo, _____?

—Hasta ahora bien, no he tenido molestias.

—Asombroso...—no volvió a hablar en todo el camino, _____ pareció agradecida con eso.

No es que odiara a Dan, pero había algo en el que no la hacia confiar del todo en él. _____ no era una persona prejuiciosa, claro que no, solo sentía que algo iba mal con aquel amigo de Aidan. No desconfiaba ni un poco de Aidan, de Dan sí.

La castaña suspiró relajada, se sentía bien llegar a casa. Aidan le mostró al inquilino la habitación que ocuparía el tiempo que tardaría ahí, dijo que era agradable y mejor de lo que esperaba.

Al entrar al cuarto que -ahora- compartía con ______, escucho el sonido de la regadera prendida. Su novia se estaba dando una ducha, y él como buen ciudadano que ahorra agua, se unió a ella. Quito su ropa completamente sin hacer mucho ruido, corrió la cortina del baño azul con franjas verdes y entró.

Puso los brazos alrededor de las caderas de _______, quien primero se vio asustada, después de darse cuenta quien era se relajó y apoyo su cabeza con cabellera castaña en el hombro del otro.

Aidan acariciaba el vientre de ______, besando a lo largo de su cuello y hombro, no era nada sexual, sólo aprovechaba y disfrutaba ese momento acompañado de la persona que más quería.

—Ya quiero verte con tu pancita—dijo bajito Aidan en el oído de ______, haciéndola sonreír.

—¿Seguro? Estás a tiempo de arrepentirte— bromeó la castaña, volteandose para quedar cara a cara con el castaño oscuro.

—Sabes que jamás haría eso— comentó, regalandole a su novia un tierno beso esquimal. Besó sus labios pausadamente, acariciando a lo largo de su espalda hasta su trasero.

Le gustaba sentir cerca a ______, demasiado cerca, a decir verdad.
Tenerla entre sus brazos, suspirando por los cálidos besos y abrazos que le brindaba a su pequeña.

—Es hora de salir, no queremos que te enfermes, nena—estiró la mano, alcanzó la llave y la cerro. Busco unas toallas blancas en los cajones debajo del lavamanos y envolvió en ellas a ______ como si de una recién nacida se tratase, él se enrollo una en la cadera y con mucho cuidado ayudó a _______ a salir para que no cayera.

—Eres muy dulce, Aidan—dijo ______ una vez ya cambiada y acurrucada a su chico de ojos verdes.

—Todo por mis bebés— besó los labios de ______, suspirando por el dulce sabor a casa que tenían, cuánto la había extrañado.

babies for Aidan Where stories live. Discover now