Capítulo XIV

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La lluvia caí afuera con fuerza, era muy raro en esta época del año. ____, sentada en su cama, recortaba algunas imágenes sobre los medios de transporte y de comunicación que presentaría para la clase de los niños mañana.

Llevaba tres días sin hablar con Aidan, sólo contestaba con monosílabos, o hablaba cuando en verdad era necesario. Al parecer, Aidan ya había notado la actitud de su novia, pensaba que eran las hormonas del embarazo y la dejaba, para no molestarla.

El rizado entro a la habitación que compartía con ______, algo apurado. La castaña dejo su trabajo manual y se fijó el los movimientos del otro.

Aidan revisaba el armario, revolviendo su propia ropa, murmurando cosas que ni él mismo entendía, _____ comenzaba a desesperarse, ¡Estaba revolviendo toda su ropa! Y claro, Aidan no movería ni un dedo para arreglarlo.

—Aidan, Aidan, Aidan— Le hablo y ojiverde parecía no escuchar—. ¡Aidan!— gritó. Ahora sí volteó.

—Oh, hola, _____.

Saludo sonriente, como si hace unos segundos no haya estado revolviendo el armario completo.

—¿Que hacías?— preguntó la castaña cortante, volviendo a su tarea de cortar y pegar.

—Hmm, buscando cosas— contestó con simpleza.

—¿Y para eso tenías que revolver todo? Aidan, puedes preguntar, y lo sabes— dijo con el mismo tono de voz antes usado.

—Si pero, uh, no sé si...— Dijo nerviosamente jugando con los anillos el sus dedos.

—Sólo dilo, por Dios— rodó los ojos.

—Hmm, okay... Tú sabes... ¿Tú sabes dónde está la última caja de condones que compre?

La castaña lo volteó a ver desconcertada, ¿Para que carajo quería su novio una caja de condones?

—¿Para que o que...?

—Bueno, verás... Hoy Madd me habló, y dijo que quería hacerle una broma a Niall, de poner condones inflado y llenos de cosas raras en su auto— explicó, sentandose a un lado de ______, está sonrío ante la loca idea de su amigo y asintió, comprendiendo.

—Están en el baño, detrás de las pastillas.

— Gracias, cielo— el rizado se acercó a ella y beso ruidosamente su mejilla. _____ sonrío tontamente, se regaño mentalmente, no, no debería de sonreír, estaba enojada con Aidan.

Su novio fue directamente al baño, después de tomar todo se asomó por la puerta para avisar que saldría un rato a hacer tal broma con Madd.

_____ suspira, toca su panza abultada, arregla los anteojos de paste gruesa y negra, pensando en que otra vez se quedó sola.

El teléfono fijo comenzó a sonar, con toda la pesadez del universo se paró, bajo las escaleras y contestó.

—¿Si?

—¡____, hija, bebé!— estaba claro que era su madre.

—¿Que pasa, mami? ¿Algo anda mal?—cuestionó, frunciendo sus delicadas cejas.

—No, nada, llamaba para preguntarte si podías hacerme un favor, linda.

—Claro ma, te escucho.

—Necesito que cuides una semana a Lottie, las chicas y yo iremos a Londres a ver unas cuantas cosas, uh, ella tiene que quedarse por unos exámenes, ¿Puedes?

Aceptó, cuidar a una adolescente de 17 años, no serían tan difícil, ¿O si?

— Claro que si, ¿Cuánto sería? Para que arregle la habitación en la que estará.

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