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bueno, ¿por donde debería empezar? se supone que debería hablarles de como fue la historia más linda, divertida, curiosa y -aunque odio esta parte- también triste que pude haber tenido en mis veintidós años de vida. pero seamos sinceros, debería empezar por el inicio de todo, y ¿a donde nos lleva eso? sí ¡a mi!

no soy muy bueno en esto, debo admitirlo. realmente no suelo ser una persona que hable de él desde que deje de verlo, ni siquiera con kai, y eso que él es mi mejor amigo, pero aquí voy.

empecemos con mi historia, y miren que no es algo de lo que me avergüence, pero es curioso que no pueda encontrar las palabras para describirme a mi mismo cuando era un niño, y eso que yo amo hablar de mi, lo siento.

lo primero que deberían saber, es que nunca me gustaron las películas de disney ni nada que tuviera que ver con princesas de cabello brillante y principes azules, mucho menos los caballeros de brillante armadura. y sí, tal vez sea por que era un niño tonto como mi mejor amiga suele decirme, que todos amamos esas peliculas cuando eramos niños, que eran hermosas y que todos tenemos una princesa favorita en todo el mundo aunque quisiéramos negarlo.

pues dejenme decirles que yo no, y llamenme aburrido y tal vez machista por nunca ver algo tan.. para niñas. 

¡no era por ser machista, se los juro! es solo que, no lo se, nunca tuve ese interes en ellas, en realidad, siempre que mi hermana las veía en la sala de nuestra casa, yo prefería estar frente a la casa de nuestro vecino escuchando sus historias y anécdotas de cuando era joven, debo aceptar que intentaba nunca faltar y perderme algo de lo que él dijera.

¡oh, cierto! yo solia tener una hermana mayor, ella era tres años mayor que yo, de abundante cabello negro que caía sobre sus hombros, ojos de color café, labios finos y sonrisa deslumbrante, era preciosa.

claro que ella solia ser una molestia constante también, aunque ¿quién no piensa eso de sus hermanos? aún así, siempre fue la única princesa en la que creí, la única princesa junto a mi madre, que era más que una reina, a las que siempre iba a adorar. se llamaba choi gayeon, era desastrosa, escandalosa, y demasiado feliz, tanto que solía despertarme a gritos y intentar obligarme a ver junto a ella la sirenita, una de las peliculas que más odie, dejenme decirles.

me estoy desviando ¡lo siento! es que es inevitable. 

en fin, el punto era que mi hermana adoraba todas las peliculas de disney, a todas las princesas y, lo que más odiaba, ella deseaba encontrar algún día también a su propio príncipe azul.

y no me mal entiendan, no eran celos de hermano menor que sentía que le quitarian a su mejor amiga lo que yo tenía, era solo que, siendo sincero, esas cosas no existen.

y sí, hablo de el amor eterno, la supuesta magia, los principes perfectos, los felices para siempre. eran todos una farsa, y miren que yo era un niño cuando empecé a decir eso.

mi madre me decía que seria infeliz si seguía pensando asi, que no debia ser tan pesimista y que sería una persona amarga si pensaba así toda mi vida. a mi me importaba muy poco, si soy honesto con ustedes.

aunque bueno, tal vez me equivoqué un poquito cuando era niño, por que debo aceptar que si conocí lo que era el amor eterno.

lamentablemente los cuentos de hadas no nos enseñan que a veces ese amor va de la mano de una sola persona, incluso si esta no sigue a nuestro lado.

por que yo nunca deje de amarlo.

on that day i met you | yeongyuWhere stories live. Discover now