capitulo 1

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_________(Tn) tomó un profundo y reflexivo aliento
mientras se contemplaba en el espejo de cuerpo entero
del cuarto de baño. Esto no puede estar tan bien como se
ve, pensó malhumoradamente. No puedo estar tan bien
como me veo...
Era bastante bonita, supuso, con su pelo rojo vino y sus
verdes ojos de gato. Indudablemente belleza promedio
más que hermosa, pero lo bastante bonita como para
tener citas, debería haber estado llevando una vida más
emocionante. Y, sin embargo, no las tenía y no la llevaba.
Treinta y cuatro años y nunca se había casado, _________
(Tn) estaba contenta con ser soltera y lo había
disfrutado hasta ahora. Le gustaba vivir sola, saborear la
libertad de ser capaz de hacer lo que quisiera cuando
quisiera sin necesidad de consultar con un hombre sobre
sus proyectos para la tarde. Ser soltera definitivamente
tenía sus recompensas.
Pero, concedió, tenía también sus inconvenientes.
La soledad era el más grande de ellos.
Montones y montones de noches solitarias pasadas
contemplando la almohada vacía al lado de la suya en la
enorme cama, fantaseando acerca de enamorarse,
fantaseando sobre situaciones sexuales escabrosas en las
que nunca se encontraría de una manera realista. Ella era
una mujer normal después de todo. Tenía necesidades.
Pero en su mayoría, suspiró, en su mayor parte solo
fantaseaba con obtener compañía.
Sin embargo, se recordó a sí misma alzando la barbilla,
no estaba totalmente carente de compañía, solo carente
de compañía masculina. Y, pensó intencionadamente
mientras su gato Hércules se paseaba desde el cuarto de
baño hacia la cocina con un miau, compañía masculina
humana en particular.
Hizo una mueca, preguntándose, no por primera vez, si
se había convertido por descuido en el retrato viviente
de una vieja doncella sin siquiera darse cuenta. Hércules,
pensó gravemente, era solo uno de un magnífico total de
diez felinos que vivían en su apartamento.
¡Diez gatos! Kris gesticuló. ¿Cómo demonios había logrado
adquirir diez gatos? Era como si se hubiese dormido una
noche como una mujer joven y despertase la mañana
siguiente como una patética solterona ...
Puso los ojos en blanco frente al espejo.
-Detente, _________ (Tn) -castigó a su imagen-. No
eres una solterona y lo sabes. Solo estás... -suspiró-.
Únicamente estás sola y aburrida.
Era la verdad y lo sabía. Sí, tenía treinta y cuatro años.
Sí, nunca había estado casada. No, no tenía citas con
nadie ahora y no las había tenido en al menos seis meses.
Pero en general amaba su vida. Disfrutaba de su posición
como profesora de Antropología en la Universidad Estatal
de San Francisco, encontraba que las investigaciones que
hacía de otras culturas con sus estudiantes graduados
eran vigorizantes y desafiantes.
Y, pensó mientras inspiraba, no había nada incorrecto en
poseer gatos. Muchos gatos. Montones de gatos. Todas las
clases de gatos. De cabello corto, más bien pequeños, de
pelo largo y larguiruchos, grande y grasosos, y...
Sus dientes se apretaron. Bien, después de todo tal vez
poseía demasiados malditos gatos.
Pero aparte del hecho de que era una mujer sola en la
sociedad humana, no había nada malo con su vida y ella lo
sabía. Y realmente, pensó con una sonrisa cuando Zeus
saltó sobre el lavamanos y ronroneó contra su mano
mientras su lengua áspera acariciaba su piel, no había
nada malo con ser una desesperada adoradora del pelo de
gato, amante de los felinos. Era solo que...
Su sonrisa se evaporó lentamente mientras se
contemplaba en el espejo. Solo sucedía que estaba un
poco cansada del status quo, un poco cansada de llevar
una existencia aburrida y complaciente.
Y, reconoció mientras tomaba un aliento profundo, tenía
necesidades como cualquier otra mujer normal. ¡Estaba
en su punto sexual más alto, por el amor de Dios, el peor
momento de su vida para permanecer célibe debido a la
complacencia!
Quería por una vez -solo una vez- hacer algo salvaje y
loco, algo completamente ajeno al carácter de la doctora
_________ (Tn) que todos en la universidad conocían y
respetaban. Algo descarado y lo suficientemente
imprudente para darle una vida de recuerdos que pudiera
abrazar cerca de su corazón siempre que estuviera de
humor para ponerse sentimental respecto a los días
rebeldes que ya habían acabado. Se estaba haciendo más
vieja y...
Suspiró. En su juventud, y pasados sus veinte años,
siempre había hecho las cosas correctas, las cosas
apropiadas. Como adolescente había hecho lo que las
monjas en la escuela parroquial a la que había asistido
habían esperado de ella, había sido la muchacha buena
que sus padres habían querido que fuera, y...
Suspiró. Y estaba enferma y no sabía qué ser, aparte de
ser una buena chica. Ninguna mujer de treinta y cuatro
años necesita conformarse con las expectativas de otras
cuando esas expectativas no son las suyas propias. O,
más en concreto, ninguna mujer de treinta y cuatro años
debería conformarse con las expectativas de otros
cuando esas expectativas no son las suyas propias.
_________ (Tn) mordisqueó su labio inferior mientras sus
felinos ojos verdes se paseaban lentamente por la repisa
del lavamanos y encima de la revista abierta sobre ella.
Mentalmente resistió la tentación de releer los anuncios
clasificados que se había visto compelida a estudiar lo
que ya parecía mil veces durante los tres días pasados.
Pero al final vio sus manos alcanzándolos y su corazón se
encogió cuando sus ojos visualizaron las palabras: El Hotel
Atlantis está seleccionando actualmente mujeres para
trabajar en nuestro exclusivo Resort de caballeros,
situado en una isla privada de la costa de San Francisco.
La paga es excepcional para mujeres excepcionales, dado
que solo recibimos clientela de la más adinerada. Se
necesita. por encima de todo mujeres cómodas en el
papel de sumisas. Las excursiones a la isla duran desde 3
a 7 días...

La Posesion (zayn y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora