El Regalo

572 49 8
                                    

Palacio Topkapi 1520.

Mahidevram.
A pasado ya tres días desde que esa serpiente está con el Sultán, trato de ser fuerte y no encerrarme nuevamente, él no merece que sufra por él. He ido a visitar a la madre sultana, ella me felicita por mí manera de actuar ya que soy una sultana, dice que estoy actuando más madura, la sultana Hatice me acompaña en los paseos por el jardín, la verdad nos estamos haciendo más cercanas ahora que estoy en la capital.
Mí Mustafa ha avanzado progresivamente en sus estudios, ahora Malkoçoglu Balibey le está dando clases de defensa personal con espadas de madera, mí pequeño está estusiasmado por las nuevas prácticas pero yo me preocupo por los moretones que tiene por todo el cuerpo pero se que cómo deber de un príncipe el tiene que ser muy bueno y no solo bueno  él tiene que ser el mejor con la espada para así acompañar al Sultán en sus conquistas.
Gülsah se acercó a mí lado y ella está actuando algo nerviosa.

- Qué sucede? Estás muy nerviosa. Espero que comience a hablar pero está mira a las demás criadas y baja su cabeza, entiendo su referencia, entonces le digo a las criadas que esperen ahí.
Cuando ya estamos lejos le pregunto otra vez.

- Mí sultana estuve en el harem y escuché a esa mujer presumir de un presente que le dió su Majestad. Baja su mirada.
Comienzo a pensar Suleiman siempre da regalos a sus concubinas, pero que puede ser tan especial para presumir de esa manera.

- ¿Qué es lo que le dió el Sultán a esa mujer? Pregunto intrigada ahora.

- Un anillo mí sultana.
Cuando Gülsah termina de hablar mí corazón comienza a latir muy lento y una lágrima cae de mí ojo.
Cómo es posible que me haya prometido a mí ese anillo y ahora lo regale a ella, Gülsah no dice nada, sabe de mí sufrimiento, muchas veces le hable de este anillo en Manisa.
Me doy vuelta, pongo mí mejor sonrisa, respiro muy lentamente y así poder calmar este mar de emociones dentro de mí.

- Vamos Gülsah, quiero ver este anillo con mis propios ojos. Está me mira y me dice.

- Mí sultana porque quiere verlo, solo sufrirá.
Me detengo en su frente.

- Este sufrimiento me ayudara que el amor que siento por Suleiman se vaya desgastando y así se me hará mucho más fácil las cosas. Comienzo a caminar y dejo a una desconcertada Gülsah preguntándose a qué se refería la sultana.

Cuando llegamos al harem soy nombrada y hacen reverencia, me detengo y digo a las señoritas que sigan con lo que estaban haciendo.
Me dirijo hacia ella. Me ve aproximarme y cuando llego hasta ella, me ignora.

- Mujer que no ves que la sultana Mahidevram está enfrente de ti. Hurrem hace una reverencia sin mucha gana.

- Me enteré que el Sultán te dió un regalo y los estás presumiendo. ¿Es eso verdad?

- No estoy presumiendo solo estoy diciendo la verdad, el Sultán me regaló este hermoso anillo y las demás están celosas de mí, porque el Sultán me ama. Dice lo último mirándome a los ojos.
Le doy una sonrisa y me acerco más a ella.

- Encerio crees que el Sultán te ama? Cómo puedes ver hay muchas mujeres en el harem y así como tú hay muchas otras favoritas. Crees que este anillo te hace especial cuando el Sultán da regalos a todas sus concubinas. No te creas especial solo eres una más del harem. Dicho eso y me retiro, atrás puedo escuchar los gritos de esa mujer diciendo "el Sultán me ama solo a mí, tu estás celosa porque el Sultán no te dió a ti el anillo, yo voy a tener muchos hijos con el y tú serás olvidada completamente"  no alcance a escuchar lo que seguía gritando porque ya estábamos lejos, entro en mis aposentos y pido que me dejen sola, Gülsah no quiere dejarme sola y como estuvo tanto tiempo conmigo dejo que me acompañe en mí sufrimiento.
Cuando se cierran las puertas y salieron todas mis criadas al fin puedo derramar cada lágrima de sufrimiento, de humillación, cada que vea ese anillo me voy a acordar del día que el Sultán me prometió regalarmelo pero solo me mintió cómo siempre lo hace.
Pero Suleiman te arrepentirás de cada lágrima que derramé, no te darás cuánta y cuando lo hagas será muy tardé.

Mahidevram: Un nuevo caminoWhere stories live. Discover now