Nove

0 0 0
                                    

II

Habíamos llegado al hospital más cercano, no se como explicar que podía escuchar, sentir y oler todo pero, no podía moverme ni hablar.

La oficial no me dejo sola en ningún momento hasta que tuve que entar a el quirófano donde me tendrían que coser de urgencia la herida del abdomen y sacar la bala que tenía, a pesar de que nada de esto daño un órgano vital estaba derramando mucha sangre lo cual podía hacer que muriera desangrada.

Trataba de desviar mis pensamientos un poco esto con el fin de dejar de sentir como una aguja entraba y salía de mi piel, uniendo consigo dos partes para evitar mi muerte. No sentía dolor, a pesar de que podía sentir como me curaban, supongo por toda la anestesia que un interno me inyecto ya que no podía encontrar mi vena.

Lograba escuchar como una enfermera tomaba de mi cabeza mientras me decía con palabras muy dulces que todo iba a estar bien, que no había nada de que preocuparse. Intentaba abrir mis ojos pero mi cuerpo trataba de hacerme entender que por fin podía descansar después de casi medio mes de no hacerlo.

-Tu familia y amigos están aquí- logré escuchar por parte de la enfermera, se notaba como su voz era entrecortada, al principio no era así, eso fue hasta que un doctor dijo "esta chica fue violada" -tus hermanos están afuera rezando por ti, tu papá está siendo muy valiente... el, el quiere que sepas- tomó un pequeño descanso tragando aquel nudo que no la dejaba continuar -quiere que sepas que tu eres una chica muy valiente, que los que te hicieron esto ya están pagando por todo, que te ama y que siempre serás su pequeña princesa.

[...]

Paso al rededor de una hora hasta que me pasaron a otra sala donde me limpiarian y curarian algún raspón, sangre e inclusive analizarian las violaciones que tuve. Para matar el tiempo yo pensaba en Rossy y María, ellas fueron muy valientes y ni siquiera me han dicho algo de ellas, espero que con aquella persona que las deje estuvieran a salvó.

Pensaba en mi padre, ha tenido que pasar por tanto en tan poco tiempo. Perdió al amor de su vida, mi madre, recuerdo cuando pensaba que su relación era de un cuento de hadas, como papá cada que podía le regalaba un dulce o inclusive tenía con ella una noche de baile donde la única luz que tenían era de las velas que iluminaban su pista de baile. Ahora tiene que pasar por un tormento, en el que su única hija estaba en una camilla luchando por volver a abrir sus ojos.

[...]

Estaba por fin en una habitación sola, trataba de despertar pero simplemente no podía, trataba de moverme pero mi cuerpo no respondía.

-Mi cielo- escuché a papá, con su voz sollosante y sus manos mojadas gracias a todas las lágrimas que se limpiaba -aquí estoy, papá está aquí... no se porque no me di cuenta de lo que querías hacer, eres tan inteligente que pasaste desapercibida.

 no se porque no me di cuenta de lo que querías hacer, eres tan inteligente que pasaste desapercibida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Escuche como pauso un momento para después suspirar tratando de calmar su llanto.

-Eres mi pequeña niña, hice todo para que esto no sucediera y aun así paso. Me alegro de cierta manera que sigas respirando y que este no sea tu último día, pero nada me puede impedir dejar de llorar porque no puedo ver tus bellos ojos ni escuchar tu dulce voz, los gemelos están devastados... ellos, ellos...- hizo una pausa para dejar de lado aquel mechón de cabello el cual cubría parte de mi rostro -ellos te necesitan, jamás había escuchado a Sebas decir que te amaba y quería de tus abrazos para sentirse protegido.

El se incorporó acercándose un poco más a mi como si me fuese a decir un secreto.

-Contéstame esta pregunta, ¿cómo puedo ser fuerte ante mis hijos si mi hija, que jure proteger por todo lo que esta pasando, esta aquí luchando por vivir?

[...]

Fue una hora en la que papá estuvo a un lado mío sin decir nada, solo acariciaba mi mano y lloraba, lo sabía por sus sollozos y por las lágrimas que caían en mi rostro y hacían un camino hasta mi cuello donde eran sacadas por él.

Papá tuvo que salir para poder hablar con los doctores, en su lugar se quedó Max y Joaquin. Los gemelos se habían quedado con los González ya que al ser menores de edad no podían pasar, esto porque todavía estaba delicada.

El segundo de los hermanos estaba recargado en mi hombro mientras que entrelazaba su mano con la mía, el mayor de todos ni siquiera se había acercado, no se la razón del porqué, pero lograba escuchar como suspiraba cansado y triste.

-¿Crees que nos escuché?- pregunto Joaquin con cierta nostalgia.

-No está muerta, solo inconsciente.

-Cuando uno esta en un sueño profundo no llega a escuchar nada, ella puede estar en un sueño profundo.

-¿Puedes dejar de hablar?

-¿Puedes dejar de culparte por lo que le pasó?- pregunto levantándose sin soltar mi mano -si, fue violada y gravemente herida, también me duele y al principio me culpe por no estar con ella cuando sucedió, pero no podemos culparnos cuando sabemos porque lo hizo y por quien lo hizo, ella ya está grande como para tomar decisiones por si sola así nos duelan.

-Ella todavía es una niña- dijo en una voz muy baja tratando de evitar que al alzar la voz se escuchara entrecortada -no me importa la edad que tenga, tanto ella como los gemelos y tu son mi responsabilidad. Si me culpo es porque yo estuve con ella todo el tiempo y aun así no supe que pasaba, ella dio su cuerpo por salvar a muchas, si lloro no es porque no me sienta feliz de que esta con vida si no porque no se si ella vuelva a estar con nosotros y la necesito.

-Todos la necesitamos, yo quiero verla cumplir sus sueños, cuando ella nació me prometí siempre estar para ella y mírame...- dijo esta vez en un tono más bajo -no hay vuelta atrás, pero si podemos estar aquí para ella todo el tiempo y esperar que sane. Ahora ven y demuéstrale que la amas si no juro te daré una patada donde más te duele.

Escuché una pequeña risa nostálgica para después sentir como besaba mi frente y tomaba de mi mano.

Perfecta estrategiaWhere stories live. Discover now