Ánimos...

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Chan sonrió de lado al ver el bulto en los pantalones de Yoongbook, pero Félix, Félix, no, no podía hacerlo sintió un hueco en su corazón, no podía su cuerpo, quería dejarlo apartarlo irse. Y eso hice, me alejé lentamente, completamente arrepentido.

Lo siento yo y-yo no puedo hacerlo, no todavía.

Te recuerdo a la persona que nunca pudiste tener, ¿verdad?

Sí, ni siquiera alcance a conquistarlo, murió antes de decirle lo que sentía y viendo todas las cosas que parecía tener encima, me frustro demasiado.

No, no tengo idea, pero sé que no deberías arrastrarme ni a mí ni a otra persona para querer olvidarlo.

Lo lamento mucho de verdad no era mi intención en ningún momento jugar con tus sentimientos.

No, no te disculpes conmigo, ve a un psicólogo o a donde puedan ayudarte con tus problemas, tienes un serio problema con el luto, tienes que aprender a dejar ir y saber recordar con cariño sin la necesidad de sentirte culpable.

Gracias por querer darme una solución, pero no la tomaré, quiero seguir como estoy por alguna extraña razón, quiero seguir recordando así a Félix.

Deberías buscar ayuda primero para estar más estable Chan, esto no es sano, no lo estás recordando, solo te estás culpando de algo que no de seguro que no fue tu culpa y lo camuflas para ser un completo cretino.

No, pasó gracias por preocuparte por mí de todos modos, te adoro.

No estoy de acuerdo de que-- Chan, me interrumpió un pequeño piquito, y luego lo vi salir muy animado del cuarto--

*******
Todos sabemos que no la pasas  bien, pero por favor deja a Félix descansar en paz, ya han pasado muchos años, ya déjalo descansar en paz, por favor, Chan.

Déjenme en paz, debe de haber algo aquí que no cuadra, ¿saben qué?, lo decidí viajaré a Australia, voy a descubrir que paso en realidad.

Ni siquiera, sabes en dónde vivía, además que harás con la empresa.

Eso ya lo tengo manejado, les dije que me enviaran por correo y las enviaría por la misma.

Estás seguro de que lo quieres hacer, te puedes encontrar con algo mucho peor.

Empacaré hoy mismo ya está planeado los boletos sale en dos horas y me llevaré las cosas de Félix, debe de haber algo que estoy pasando por alto.

Chan.

Qué.

Prometemos que cuando acabes con toda tu búsqueda y regreses buscarás ayuda e intentarás sonreír de nuevo, que estarás bien, por favor que esto sea lo último, es hora de que lo recuerdes con cariño y no con arrepentimiento, por favor esto ya no es nada sano y lo sabes detente.

Lo siento, de verdad, pero no puedo detenerme, ahora ya está todo hecho, no sé cuanto me demoraré en encontrar algo allá, pero les aseguro que cuando vuelva haré lo que ustedes me digan, porque sé que hice mi mayor esfuerzo por encontrar la verdad los quiero chicos y gracias por todo.

Estos lo miraron arrepentidos de como actuaron en el pasado con él por querer alejarlo de Félix por simples celos, se arrepentían de no poder ayudarlo con más, se arrepentían de todo lo que le había pasado a Félix y que no pudieran hacer nada para ayudar a Chan excepto dejar que se fuera y desearle lo mejor.

Y eso hicieron, lo acompañaron todos hasta el aeropuerto, deseándole mucha suerte en lo que sea que fuera a hacer.

Chan sonrió miro a todos, no planeaba volver, iba a abandonar todo ese dolor que lo perseguía por todos estos años.

Los amo, chicos, gracias por todo--solloce y me tire abrazándolos a todos--

Nosotros igual Chan, por favor cuídate mucho y llámanos cuándo puedas.

Claro--susurré--

Te queremos eso, no lo olvides--luego de eso lo soltamos--

Gracias, gracias por todo--sonreí sabiendo que sería la última vez que los vería y que les hablaría--

Limpié mis lágrimas, me di la vuelta para comenzar a caminar al avión, les sonreí por última vez y me despedí, deseando poder estar con ellos y dejar atrás todo, pero no podía, simplemente no podía, pero ya está decidido no volveré. 

Adiós, Cristopher, te queremos y siempre contarás con nosotros--gritaron--

Chan, se volteó y les dedico su mejor sonrisa que les dio una extraña sensación, pero la ignoraron sonriéndole de vuelta, ellos sabían que iba a volver, lo había prometido.

Se fueron tranquilos sin saber que esa sería la última vez que lo verían.

Chan, no dejaba de pensar en donde se alojaría, no tenía idea en donde había vivido Félix, tenía que descubrirlo, podía vivirlo en la ciudad, en el campo. Deseaba encontrarse con cualquier familiar de Félix, no tenía idea si aún seguía con vida la madre o padre o si tenía hermanos, pero no le importaba, él lo averiguaría.

Pasó el vuelo investigando leyendo cada página de su libro, desde su niñez hasta unos días antes de entrar en coma, leía a todo lujo de detalle su vida deseando de que no lo encontraran, pero no sabía a quién se refería, pero tenía que averiguarlo empezaría con Canberra la capital de Australia.

Chanlix Omegaverse. Where stories live. Discover now