23. Alice y el misterio que la rodea

Start from the beginning
                                    

El lugar estaba como lo habíamos dejado. Se notaba que nadie había entrado ahí en años. Ni siquiera había polvo, por lo cerrado que se mantenía, así que fui a abrir una ventana.

—Te traeré víveres y arena para tu gato, pero normalmente comemos en el bufete de la torre cinco. Irás siempre acompañada, por mi o Daniel y tal vez Emily —la dirigí a la habitación y antes de entrar le pedí que me esperar en la puerta. Había ciertas cosas personales que tal vez la incomodarían un poco. Puse todos los artículos en un cajón y volteé el sillón tántrico. Antes de decirle que podía pasar.

Dejó sus cosas y le ofrecí una copa de vino en la sala, lo único de beber que no estaba echado a perder. Me lo recibió con gusto.

—Vas a tener que explicarme eso de los portales, hay mucho que debes explicarme y ya no sé ni por dónde comenzar...

—Tranquila, tómate tu tiempo—respondió dejándose caer en el sillón más grande—. Solo ve preguntándome y yo te iré enseñando.

—¿Por qué lo vas a hacer?

—Porque tengo una deuda contigo.

—Bueno... recién te traje aquí, no he hecho nada todavía. ¿Qué pasa contigo en el otro lado? ¿En la dimensión T52, en donde estás?

—No estoy ahí.

—¿Moriste? —me senté en el sillón individual, ella mantenía la mirada fija en el paisaje de la ventana frente a nosotras.

—No soy portal.

—Entonces ¿cómo puedes hacer lo que haces?

—No necesitas ser portal para hacer muchas cosas. Los portales solo son... mensajeros, entre este mundo y el otro, pero se creen tan especiales—volcó los ojos y tomó un trago largo—. Soy una gate keeper, trazadora de caminos, bruja... como lo quieras llamar.

Pensé que si no tenía ya demasiadas preguntas para hacerle, ahora me surgían más. Lo mismo que me había ocurrido siete años atrás cuando conocí a Ian y me respondió cosas que jamás se me hubiesen ocurrido.

—Como Amanda, imagino. —Ella asintió—. ¿Y por qué quieres escapar de ellos?

—¿Por qué no querría? Tú hiciste lo mismo ¿no es así?

—No exactamente, en mi otra vida, me enteré de lo que el Círculo realmente hacía y que mi padre lo manejaba poco antes de morir. Aunque sé que pueden ser muy controladores.

—Sí, lo son, nunca tuve control de mi propia vida. Llevaba años pensando en irme, no me animaba hasta que bueno... obligarme abrir un portal para alimentar al Demiurgo con mi hermano, fue el empujón que necesitaba.

—¿Andrés era tu hermano? Lo siento. —El estómago se me revolvió, recordando esa noche de terror que me había afectado por días.

—No lo sientas tanto, era una persona horrible.

—Bueno... yo tampoco soy muy fan de mis hermanas, las que tenía en la otra dimensión. Mi hermana Coral lanzó a su gemela a unos carroñeros—recordé—. Entonces, ¿tú y yo vendríamos a ser primas?

—Sí—respondió con la concentración en lo que le quedaba de vino—. Tu madre era la hermana de mi padre.

—Entiendo y... ¿también te arreglaron un matrimonio? ¿Es por eso que escapas?

—Sí, todas somos... emparejas con hijos de alguna de las familias del Círculo. Intentan siempre que salgan portales o shiffters, o gente con utilidad al estado utópico. Yo me casé hace años.

—¿Y que pasó?

—Mi esposo se murió, en la noche de bodas... un night crawler salió de algún portal mientras dormía, una tragedia—dijo sin nada de pena en sus palabras.

ShiftingWhere stories live. Discover now